No es un secreto que los premios de La Academia, o más conocidos popularmente como los Premios Oscar, son los galardones del cine norteamericano donde no está solamente de por medio la calidad artística de las películas, sino también las grandes mercadotecnias de la industria cinematográfica, los dineros de las productoras, las jerarquías y egos en los denominados 'sindicatos' que componen el mundo de Hollywood. En este sentido 'La Academia' pasa de agache no solamente por cuestiones técnicas, sino también económicas, políticas y culturales en una amplia cantidad de películas tanto de cartelera, como de las miles de producciones que ofrece el cine independiente, reduciendo su círculo a un número no grato de posibles elegibles.
Por otro lado, es necesario enfatizar en el carácter nacional de esta premiación, que a pesar de contar con un premio especial para la mejor película de habla no inglesa -donde hoy está incluida la producción nacional El Abrazo de la Serpiente del director colombiano Ciro Guerra , de la cual nos sentimos tan orgullosos todos en Colombia (aunque pocos la hayan visto)- este afán de ser incluyente resulta escaso ante el tamaño actual de las industrias de cine de los países de Asia Oriental, las producciones de una sólida industria europea y la fuerza que viene tomando el cine hispanoamericano en las últimas décadas.
Sin ser necesariamente una constante y más bien de forma irregular, a lo largo de la historia los Premios Oscar han ignorado verdaderas obras maestras del cine, mientras, por otro lado, han premiado producciones de menor calidad, lo cual aplica también para la elección de directores, actores, guionistas y demás. Entre sus elecciones recientes más lamentables encontramos al cine belicoso propagandista de Argo y The Hurt Locker y dramas clichés carentes de innovación como Crash y Shakespere In Love; esperemos no se repita tan garrafal error eligiendo este año a The Martian como mejor película y a Matt Damon como mejor actor.
Por todo esto es ingenuo por no decir iluso considerar la premiación de los Oscar como lo mejor del séptimo arte durante todo un año, sin embargo el objetivo de este artículo no se encuentra orientado solamente a recrear la crítica tradicional contra Hollywood y contra sus premios .
Por un lado sin que el cine norteamericano sea el mejor estéticamente no se puede desconocer los grandes presupuestos para la producción de las distintas películas, lo cual implica no solamente muchos efectos especiales sino la composición de grandes directores, guionistas, actores, coproducciones, música, etc. Desconocer la calidad cinematográfica de películas como Birdman, Slumdong Millionarie , No Country For Old Men o Million Dollar Baby, por mencionar solamente algunas de las más recientes ganadoras de esta premiación, es un improvisto incluso para los más críticos de la ceremonia.
Para bien o para mal al ser tan provista en términos financieros, en Hollywood se ha concentrado brillantes directores, guionistas, actores de distintas procedencias, que han enriquecido el cine norteamericano. No podemos tampoco pasar por alto que los dos últimos directores galardonados son de nuestras tierras continentales, el caso de Gonzales Iñarritu en especial es un ejemplo de un gran director de origen mexicano que hoy se encuentra no solamente acentuado en Estados Unidos, sino que se ha consolidado como un director de culto para la industria mundial del cine.
Volviendo a la crítica sobre el carácter nacional de los Premios Oscar, no quisiera refutar dicha tesis con la que me siento de acuerdo, sino plantear un nuevo enfoque acerca de esta. La capacidad de la industria norteamericana no solo se encuentra enfocada en sus producciones sino también en el poder de distribución, Hollywood se presenta como el gran referente de masas y sus producciones son aquellas que quedan grabadas en la memoria popular de poblaciones en distintos rincones del mundo. Si bien este no es un referente de calidad si lo es en cuanto la significancia y la trascendencia que tiene las películas americanas para el mundo en general, la cual lo pone en una posición de cierto privilegio , ubicándolo como el cine por excelencia de “la cultura universal” en un mundo de globalización y progresiva homogenización cultural
Por último nuevamente para mal o para bien, los premios Oscar se ubican como referentes, tanto para cinéfilos como para el público en general de películas de alta calidad y contenido cinematográfico; a pesar de las críticas al certamen podemos tener la grata certeza de que no vamos a ver nunca una nominación de Rápido y Furioso o de Resident Evil . Aunque la ceremonia me resulta bastante sosa, soy uno de tantos que despierta entusiasmo e interés conocer a los ganadores de este certamen e incluso hago fuerza por mis favoritos. Seguramente no es lo mejor que se produce anualmente en el mundo (ni siquiera en Estados Unidos), pero si contiene los factores para ubicarse como los premios más importantes y de mayor trascendencia en el mundo del cine.
