En días pasados una actriz de nombre Lina Tejeiro publicó un video en Instagram promocionando el uso de una plataforma de transporte ilegal, a su paso le salió el señor Hugo Ospina, representante del gremio de los taxistas, calificándola de bandida y delincuente.
Así pues, me di a la tarea de investigar a ambos personajes. Por una parte, encontré referencias positivas de la señora Tejeiro, excepto por algunos comparendos, que son muy comunes en este país. Sin embargo, al investigar sobre el señor Ospina me encontré con un personaje voluble e insensato; toda vez que asegura ser capaz de paralizar la actividad del transporte tipo taxi a nivel nacional con solo chasquear sus dedos, es el mismo hombre que pretendía suplantar a la autoridad creando "bloques de búsqueda" para detener y bajar supuestos pasajeros de vehículos informales y se declaró como gallo de pelea ante el entonces vicepresidente Germán Vargas por su postura hacia Uber y su posible legalización e hizo un llamado para que se retractara de sus "declaraciones irresponsables"
Ahora me pregunto: ¿no debe él hacer lo mismo por difamar a la actriz? Pues no contento con sus calificativos insinuó que su teléfono era robado. ¡Qué tal el descaro!
Yo solo espero que este señor se retracte de sus declaraciones irresponsables y renuncie como líder de los taxistas, pues tales acciones afectan a sus representados. Los profesionales del volante requieren de un líder con don de gentes y que respete a sus semejantes, alguien con dignidad.