Desde hace algunos años la revista Semana viene operando como un aparato propagandístico del uribismo y la extrema derecha. Con la llegada de Vicky Dávila y su progresiva radicalización hacia la derecha (resultado de un virulento y clínico odio a Santos), el semanario perdió su identidad y hoy solo es un coco vacío sin mayor credibilidad.
En medio del paro nacional, Semana se ha caracterizado por su cubrimiento tendencioso y falaz, al punto que se adelantó una acción de protesta que tiñó de rojo las aguas de la fuente que bordean su edificio. Una imagen impresionante y que estoy seguro radicalizó más a Vicky y su equipo.
Más allá de ser un aparato informativo al servicio del uribismo y la extrema derecha, al igual que RCN y portales como Los Irreverentes, en su última portada el medio aplicó algunas de las técnicas de propaganda creadas por Joseph Goebbels, ministro de Hitler y principal artífice de la solución final; principios con los cuales Goebbels engañó, sometió y moldeó la opinión pública alemana. No han perdido vigencia en tiempos de fake news y así se puede ver en la citada publicación de Semana.
Echemos un vistazo a algunas.
Principio de simplificación y del enemigo único
El libreto es muy básico: Petro y solo Petro es el único responsable del paro nacional. No se le enrostra responsabilidad alguna al gobierno y ni se menciona a Duque (¿se les olvidó quién es el presidente?) en ningún momento. Se simplifica en exceso una movilización histórica que reúne a un amplio conjunto de sectores sociales; juveniles y estudiantiles, inconformes con un modelo de sociedad que los ha reducido a la precarización laboral y la incertidumbre, personificando la indignación en el perfil político de Petro.
De esta forma, se busca reforzar una matriz de opinión negativa según la cual el líder de la Colombia Humana es el convocante de una especie de insurrección de vándalos. Ya Semana venía dando pasos en ese sentido al hacerle eco a Federico Gutiérrez (quien depende de cuestionar a Petro para tener algo de figuración), cuando afirmó: “todo lo que pase en el paro será responsabilidad de Petro”. Así, se simplifica una coyuntura estructural y Petro se convierte en el enemigo único.
Principio de la exageración y la desfiguración
En dos momentos se advierte el uso de ese principio. Primero, en el diseño de una portada vergonzosa que desfigura el rostro de Petro y lo tergiversa en un fondo caótico. De esa forma, se genera una sensación visual desagradable. Segundo, en el contenido mismo del artículo cuando se concluye, entre otras cosas, que las protestas tienen al borde de la quiebra a “millones de personas y empresas del país”.
Es una exageración que busca ambientar una sensación de ruptura caótica derivando en una percepción de devastación económica. Tampoco tiene sustento, ya que no se da cuenta con nombre propio de las “millones” de empresas que están al borde de la quiebra. Además, busca relacionar los bloqueos (que si afectan ciertos sectores económicos) con la totalidad del paro nacional. La intención de esa exageración es presentar a Petro como el artífice de una profunda crisis económica, la quiebra de las empresas y el desabastecimiento. En algo “peor que el coronavirus” a decir de uno de los integrantes de la malograda revista.
Principio de la transposición y verosimilitud
Con este principio se pretende cargar en el adversario una serie de errores y defectos. Semana lo utiliza cuando extrae fragmentos de los tuits de Petro, asumiendo que las redes son su principal tribuna de comunicación, para enrostrarle que no solo es el principal promotor del caos, sino el cerebro detrás de las derivas violentas en las que han concluido algunas movilizaciones.
Nunca se menciona la responsabilidad del gobierno, ni para precisar que el paro arrancó por la radicación de una reforma tributaria (que el mismo Petro le pidió a Duque no presentar) o el silencio ante la represión violenta por parte de miembros de la fuerza pública. Se asume que Petro es el único atizador del “incendio nacional” y que su llegada a la presidencia, siendo el más opcionado de cara al 2022 (algo que se repite insistentemente), solo puede generar más caos e inestabilidad.
Además, también se hace uso del principio de verosimilitud al construir argumentos a partir de información fragmentaria o globos sondas. Al tomar fragmentos de los tuits del líder de la Colombia Humana, sin contexto o una minina contrastación, se presenta una visión sesgada e instrumental de su postura frente al paro.
Principio del método de contagio
Este fue uno de los principios más utilizados por el aparato propagandista nazi, el más efectivo, pues logró construir un tipo ideal de enemigo, entre ellos, los judíos, bolcheviques, gitanos y homosexuales. Desde el método de contagio, se reúnen varios adversarios en una única categoría.
Para Semana ese adversario único es la oposición, no solo la integrada a Colombia Humana, también la oposición que involucra a congresistas afines al pacto histórico que han participado en las movilizaciones y que según la revista incendian los ánimos en las calles, las redes sociales e “impiden la función de la fuerza pública”. Es clara la intención de agrupar a todos los sectores opositores; sociales o juveniles (hasta al comité nacional del paro) en una categoría única y negativa, eso sí, orientados por Petro quien funge como su único líder. Propaganda nazi pura y dura.
Principio de la orquestación
La máxima de este principio es una frase clásica: “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Ya el uribismo lo logró al posicionar el coco del castrochavismo durante el proceso de paz. También lo volvieron a lograr cuando engañaron a millones de personas haciéndoles creer que si votaban por Petro “Colombia se convertiría en Venezuela”.
Hace poco Federico Gutiérrez intentó patentar otro coco más patético: el petro-madurismo. Semana se ha prestado para reforzar ese principio de orquestación y en su publicación repite mentiras como las siguientes: Petro se va a quedar en el poder tres periodos, acabará con la propiedad privada o la extradición. Temas que el mismo Petro le aclaró en varias entrevistas a la misma revista, pero eso no importa, bajo la orquestación se debe seguir reforzando un patrón que fije la mentira en el imaginario colectivo y que a la postre la convierta en una verdad.
Así las cosas, me queda claro que la “editorial” de semana solo es una peligrosa pieza de propaganda al servicio del gobierno y la extrema derecha. No merece otra calificación. Es peligrosa porque si expone la integridad de Petro, su equipo y seguidores, generando una matriz de información tendenciosa que desnaturaliza las peticiones de una movilización legítima.
No resulta casual que el mismo día de su publicación el uribismo haya lanzado un video de Duque hablando en inglés en el mismo tono (culpar a Petro). Ambos toman elementos de los principios de propaganda nazi, que a bien vienen empleando desde que Uribe fue presidente (y se montó en la idea de construir un Estado de opinión) y que seguro usarán intensivamente de cara al 2022. Ya están en esa ruta. Eso tampoco lo dudo.
