A pocos días de que el presidente de Colombia, Iván Duque, presenté un proyecto de ley para que la Policía Nacional pueda retener cualquier cantidad de marihuana que porte una persona, incluso la que permite cargar la Corte Constitucional –20 gramos– para el consumo personal, hicimos un recuento de los políticos que han confesado se han elevado con un porrito para bajar la tensión.
El primero de ellos es el expresidente del país, Juan Manual Santos, quien confesó que como muchos de los estudiantes de su época fumó marihuana durante su paso por la Universidad de Kansas en Estados Unidos.
Otro expresidente que no se queda atrás es Ernesto Samper, quien dijo que una vez la probó, pero no más. Seguro desde ese día está de acuerdo con la legalización de la planta para consumo recreacional, pero no más.
Otro que no pasa desapercibido es Enrique Peñalosa, el mandatario capitalino, quien ha sido blanco de burlas por sus trinos hasta llegar al punto de que le han dicho que la bajé al consumo, pero de “bazuco”, dijo que también la probó en su época de estudiante. Quizá en Francia, donde es ilegal.
Otro exalcalde capitalino que también se ha echado sus porros es Gustavo Petro, quien por costumbre, utilizó su confesión para echar una puya a los políticos: a quienes calificó de “doble moral” porque han fumado y no se atreven a decirlo.
Uno que sorprende es Sergio Fajardo, porque bien pudo haber dicho que si o que no, pero se decidió y dijo que la probó cuando su movimiento era un fenómeno en Medellín –que lo sigue siendo– para experimentar que se sentía.
Por su parte Pacho Santos mencionó en un diario holandés hace unos años que fumó marihuana y entre su circulo privado se menciona que era un consumidor frecuente de la planta, lo curioso es que, durante su aspiración a la alcaldía de Bogotá en 2015, quería lanzar una propuesta para prohibir la dosis personal en la ciudad.
La exdirectora de la DIAN y simpatizante de Uribe, Fanny Kertzman, no solo la ha probado, también la vende. La negocia en Oregon, Estados Unidos, donde es legal. Ella actualmente vive allá y la cultiva frente a su casa donde crecen plantas como árboles, dijo hace unos años a una revista, luego de aclarar que se había ido para allá porque no había podido conseguir trabajo en el país.
Y sin duda uno de los políticos más famosos que han fumado cannabis es Carlos Ossa Escobar, quien, en 1993, siendo miembro de la junta directiva del Banco de la República, fue detenido en el aeropuerto de Bogotá por tener en su posesión un moño (una bolsa) con marihuana que pensaba llevar a Caracas (Venezuela) para su consumo personal.
Otros políticos se han dado más duro en la cabeza con el tema de las drogas, al punto que han confesado que hasta cocaína han consumido, pero los anteriores fueron los que aceptaron que han fumado la hierba prohibida, que hoy es álgido tema de debate entre la sociedad colombiana.
