Nicolás Ramos, actual candidato a la Alcaldía de Bogotá por el movimiento Más Acciones, menos rostros se sentó en este espacio para conversar sobre su trayectoria política, su programa de gobierno, sus propuestas innovadoras y cómo espera ganar la carrera para ser burgomaestre de la ciudad de Bogotá por el periodo 2024-2027. ¿Qué propone el candidato para Bogotá en el corto, mediano y largo plazo? Le contamos a continuación.
Las 2 Orillas: Nicolás empecemos esta entrevista hablando sobre usted y quiero que la pregunta sea a qué se dedicaba antes de empezar la campaña…
N.R.: Yo era asesor y consultor de entidades territoriales para gestionar recursos, ha sido gran parte de mi experiencia profesional. He trabajado por todo el país, desde La Guajira hasta Leticia, trabajando con diferentes municipios y gobernaciones para poder sacar adelante sus obras.
Las 2 Orillas: En ese orden de ideas, ¿usted llegó a la política o la política llegó a su vida?
N.R.: El trabajo me fue llevando, siempre he estado tras bambalinas, en la parte pública. En ese sentido, todo ha tenido que ver con política. Creo que la política llegó a mí.
Curiosamente, mis papás nunca hablaron de política, ese tema nunca se habló en la mesa. Mi papá farmacéutico y mi mamá conductora de ruta escolar, mi abuelo es pensionado de Bavaria y mi abuela es ama de casa, o sea, la política ni por las curvas. No somos de familia política, pero sí había una cierta connotación al mencionar ese tema. Claro, poco a poco la vida me fue llevando a estar inmiscuido en temas políticos hasta que termine entendiendo por qué muchas personas detestan las políticas de ciertos gobernantes. En vez de llegar con buenas propuestas, llegan con una chequera grande y con influencia; pero no saben nada.
Las 2 Orillas: Usted es abogado, en algún momento de su vida aconteció un hecho o leyó algún episodio de la historia de nuestro país que lo marcó?
N.R.: Llegó con el fallo de la Corte Constitucional a la segunda reelección de Álvaro Uribe Vélez. En ese momento, yo no sabía si me quería dedicar a la consultoría o a la abogacía. Sin embargo, ahí fue cuando me interesé mucho en la política como tal; a pesar de que yo estaba en ese mundo apoyando en cuestiones técnicas. Poco a poco me interesó este tema y comencé a aprender, más y más, hasta llegar a este momento.
Las 2 Orillas: ¿La música también lo acompañó en el proceso? ¿El rock argentino, la balada o la canción protesta?
N.R.: Demasiado, yo soy fanático de Los Prisioneros y la historia del rock es la historia de las expresiones sociales frente a ciertos regímenes políticos. Por ejemplo, Pink Floyd, los Beatles o Rolling Stones fueron una expresión del siglo XX en esta materia.
Las 2 Orillas: Es decir, que nunca imaginó, a primera vista, lanzarse como candidato a la alcaldía. Fue un proceso gradual acompañado del trabajo y de la música…
N.R.: Jamás, esta fue una locura que se nos ocurrió hace un año exactamente.
Las 2 Orillas: Retomemos esa perspectiva que nos estaba comentando hace unos momentos, más adelante hablaremos propiamente de sus propuestas. Hablábamos de un Nicolás que le gustaba la política, pero que en su casa no se hablaba mucho de ello. ¿En qué momento decidió ingresar a la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre? ¿Qué lo motivó?
N.R.: Eso si tiene una causa muy especial y es la casita de mis sueños, así le llamo yo. A mi papá y a mi mamá les remataron una casa cuando se separaron y fue impagable por la UVR, antes UPAC, y en aras de defender nuestro patrimonio yo estudie derecho. Todas las clases que yo estudiaba, las relacionaba a eso y, literalmente, fue por eso que empecé a estudiar la carrera.
Inclusive esa casa entró en proceso judicial, me acuerdo que empezó en el año 2002 y yo estaba apenas en séptimo de bachillerato. Me acuerdo que se pagaron dos años de abogados y, después, no se pudo pagar nada. Yo empecé a estudiar y mi objetivo fue claro: prologar el proceso judicial. Hasta que llegó el remate, que fue cuando yo me había graduado, claro toda mi formación estuve defendiendo la casa donde nosotros estábamos. Yo vi mucha corrupción, injusticias y decepción. Vi el cartel de los remates y aprendí qué tan corrupto puede llegar a ser el sistema colombiano.
Las 2 Orillas: En ese sentido, ¿decidió irse por la parte administrativa o penal?
N.R.: A mí me gusta el derecho en general, siempre me ha gustado el tema público, constitucional y de DD.HH. Pero, en teoría, cuando entré a estudiar derecho mi única meta era recuperar la casa.
Las 2 Orillas: Es decir, que su infancia fue un momento decisivo y ese momento de defender la casa le dió un giro de 360 grados…
N.R.: Así es, para mí, mi infancia fue importante. De hecho, le cuento que tuve tres accidentes que casi me quitan la vida. Tres accidentes graves, seguidos, a los tres años de vida. El más grave de ellos fue cuando me quemé todo, eso sucedió en la casa de mis abuelitos. Había un comedor muy grande y mis tías habían dejado un alcohol encima del mismo, el problema es que a ellos les gustaba hacer fogatas y pasar carritos. El problema vino cuando yo fui a coger el alcohol y se me regó encima, yo tenía un saco de lana y cuando fui a soplar: me prendí fuego. A los ocho días se me cayó este dedo (señala la mano) porque lo dejé en la bisagra y mi hermana cerró durísimo. Y, para rematar, a los ocho días me caí desde un tercer piso por ayudarle a mi abuelo. Fui inquieto, pero mi infancia fue muy linda.
Las 2 Orillas: Usted vivió en la localidad de Engativa, ¿Cómo recuerda esos años dorados?
N.R.: Yo me gocé mucho esa época, sobre todo esa infancia de jugar tin tin corre corre, ponchados y partidos de fútbol con los amigos de la cuadra. Claro, en esa época existían los amigos del barrio. Pero, no crea, yo era inocente en esa época. Me robaron una bicicleta bajo el argumento que le iban a echar gasolina, supuestamente que me la iban a devolver más potente y más rápida. Yo tenía seis años, caí. A pesar de eso, tuve una infancia bogotana promedio. No tuve ningún poder económico o político, todo fue común y silvestre. Eso me hace, creo yo, diferente a los demás candidatos.
Las 2 Orillas:Hablando de influencia, de esas memorias que lleva consigo, quisiera aprovechar la oportunidad para conocer algún libro que le despierte una suerte de admiración…¿Cuál o cuáles serían?
N.R.: El libro Originales de Adam H. Grant fue el que libro que inspiró toda la campaña. Se resume en hacer todo lo que los demás no hacen.
Las 2 Orillas: En ese espacio estuvimos hablando en su momento con el excandidato a la alcaldía de Bogotá: Martín Rivera. Y, encontré una similitud entre ambos: la importancia que tienen los alcaldes en el mundo. Considerando esa visión de H. Grand sobre la ciudad, ¿Cómo espera cambiar Bogotá?
N.R.: Un alcalde puede liderar la transformación de un país, no tiene que ser grande, pequeño o mediano. La clave es tomarse en serio la innovación, la originalidad y la creatividad. Le tengo un ejemplo al respecto, Girardot (Antioquia) es un municipio de quinta sexta categoría que -para sorpresa de muchos- está implementando una tecnología que se llama DAG. Eso puede transformar no solo al país, sino al planeta. ¿Por qué? Esa tecnología es capaz de capturar dióxido de carbono y metano para transformarlo en materia prima de construcción. Soy creyente que un alcalde puede tener una injerencia poderosa en la transformación de un país, siempre y cuando lleve originalidad, innovación y creatividad.
Las 2 Orillas: ¿Cómo empezar a dar los primeros pasos para abordar el tema tecnológico en el distrito? ¿Cómo incursionar la automatización y el uso de datos?
N.R.: La captura de datos y la fuente de información primaria es el ciudadano, no el escritorio. Uno tiene que transformar esta ciudad en inteligente con internet de las cosas (IoT), implementando sensores y extender la colaboración a diferentes tenderos o habitantes de calle por medio de la tecnología.
Las 2 Orillas: ¿Estaría dispuesto a que las bases de datos se puedan cruzar entre entidades?
N.R.: Sí, las bases de datos deben de ser compatibles en una red que funcione en tiempo real. El Big Data es preventivo y permite tomar decisiones para diferentes materias. Pero el tema no permite ahí, el país también tiene unas metas y unos proyectos a nivel nacional como: Gobierno en Línea, otras en temas de e-commerce y TIC’s. Pero no desde la tecnología 3.0, sino de las 5.0, viendo una meta al año 2030.
Las 2 Orillas: El próximo alcalde va a abordar la tecnología 5G en la ciudad, ¿Qué importancia guarda en su programa de gobierno?
N.R.: Me interesa bastante masificar el internet en lugares en los que no hay, a través de satélites que no cuestan más de dos mil millones de pesos y que es de 10 kilos; ese satélite se pone en órbita y masifica el servicio a varias localidades o a la ruralidad. Imagínese, el acceso a internet es declarado como un derecho por la ONU y constituye una introducción para una ciudad inteligente.
Si una ciudad tiene internet, se puede mejorar el transporte público y se pueden generar alarmas preventivas en materias de seguridad; con ello, se captura datos en tiempo real. A partir de la tecnología, usted puede desplegar todo una articulación en diferentes frentes, cosa que no conocen a profundidad los otros candidatos.
Nuestro enemigo es el atraso. Es la causa de la inseguridad, la congestión vial, la ausencia de productividad, la realidad tecnológica y el desempleo. Yo tengo respuestas de todas las entidades y dicen que no tienen absolutamente nada con inteligencia.
Las 2 Orillas: ¿Cómo ha sido su interacción con el sector privado dentro de la campaña?
N.R.: Las grandes maquinarias no están detrás de las grandes propuestas, están detrás de los grandes candidatos de las encuestas. Precisamente por ello creo que no hemos tenido un acercamiento con las marcas de tecnología, pero el sector de movilidad ha aceptado muy bien nuestra propuesta. La semaforización, o ese modelo que se implantó desde el gobierno de Peñalosa, se puede mejorar con inteligencia artificial. Tan solo el 30% de los semáforos funcionan con sensores y, de ellos, reparten información a seres humanos a cuadrantes operativos. Humanos, como nosotros, recibiendo datos y adecuando la información a la realidad que se presenta. Eso no es tecnología, eso es recopilación de datos.
Los sensores que vamos a instalar, van a implementar inteligencia artificial para descongestionar vías y van a ayudar a que la ciudad deje de ser una concha de retazos; donde hay puentes a desnivel para acelerar y un semáforo bajando el trayecto.
Las 2 Orillas: En este momento hay diferentes aproximaciones a la inteligencia artificial. ¿Consideraría implementar el reconocimiento de personas, espacios o imágenes?
N.R.: Digamos que esto sería un reto importante. Eso va de la mano de la política de impulsar el emprendimiento, a través de los barrios y aportando a la juventud de la creatividad. Imagínese poder asociar a la Alcaldía con este tipo de iniciativas para poder sacar adelante - a través de un Fondo de Investigación y Desarrollo- adquirir nuestro propio software, sin que sea concensionado. ¿De lo contrario qué pasa? Bogotá sigue igual y se le acaba el contrato dentro de unos años. Nuestra propuesta es fortalecer la institucionalidad del emprendimiento, por medio de la juventud, para que tengan proyectos que puedan ser una realidad por medio de la innovación. Claro, es una propuesta a largo plazo.
Las 2 Orillas: La Smart City es un concepto que está atrayendo varias fuentes de dinero en esta área, ¿Cómo atraerá capital extranjero para que ase anime invertir en Bogotá?
N.R.: En Bogotá nos están vendiendo que Ágora y el Centro de Convenciones es un centro de innovación y de tecnología, pero Bogotá eso no es una ciudad inteligente. Es decir, el hecho que tengamos unos módulos de integración convencional tecnológica, no significa que sea Bogotá una ciudad inteligente, no es inteligente, eso es un cuento chimbo que nos están metiendo.
Para que la ciudad empiece a dar pasos agigantados necesita que optimice los servicios públicos y mi programa de gobierno lo garantiza; a diferencia de otros. Yo no había entrado a los debates, pero cuando lo hice -en el debate de la Universidad Nacional de Colombia- todos los demás candidatos empezaron a implementarlo en sus discursos. Claro, me da un poco de frustración saber que no cuento con los mismos escenarios democráticos que mis competidores para explicar mis propuestas innovadoras.
Me ha disgustado mucho que la carrera a la Alcaldía de Bogotá no ha sido en igualdad de condiciones y yo en este momento estoy haciendo dos: una campaña de re reconocimiento y otra de posicionamiento. Ahora, súmele a la ecuación que en este país importa mucho que reconozcan su cara y, de entrada, es complicado. No tengo ningún partido, ni gamonal, ni jefe político. Solo una visión de ciudad.
Las 2 Orillas: Usted hizo una maestría en Barcelona, la segunda ciudad que genera más ingresos a España después de Madrid. ¿Cómo fue su experiencia en ese territorio?
N.R.: Digamos que a nivel de tecnología está muy avanzada, obviamente la más avanzada en información y en gobierno en línea es Estonia, pero en Smart City o en Internet de las Cosas, Shanghai y Tokio. Hay cámaras hasta en los árboles, es increíble, allá no se pierde un insecto, pero allá arrancaron con las cámaras con reconocimiento facial con inteligencia artificial en donde le leen a usted el iris.
Modernizar, por lo menos, la administración es un reto para una ciudad como Bogotá. Las cámaras que quieren traer algunos candidatos de Medellín son solo de reconocimiento más no de inteligencia artificial. Ahora, súmele que para usarlas de la mejor forma necesita una base de datos y eso nos lo va a ofrecer la nueva cédula digital. Tenemos que generar una cultura del Big Data, cultura de información y tratamiento de datos. Si uno articula la tecnología a los servicios públicos, a los bancos y a otra serie de escenarios, va a ser una maravilla vivir en la ciudad.
Las 2 Orillas: En Barcelona estudió una maestría en Gobierno de Gestión Pública para América Latina. ¿Fue allí donde se enamoró más del tema público?
N.R.: Yo me enamoré muchísimo del tema público y de ciudades inteligentes, la forma cómo podemos optimizar servicios a través de territorios que crecen hacia arriba - como Chicago y Tokio.
Las 2 Orillas: De hecho, el tema de ciudades inteligentes es uno de sus temas principales en su programa de gobierno. Pero, me gustaría empezar a hablar sobre los cinco ejes de su programa de gobierno, empecemos por el primero: el cogobierno. ¿De qué se trata?
N.R.: Primero, considero que este modelo no lo ha implementado ningún alcalde en la faz del territorio nacional colombiano ni en la historia patria. ¿De qué se trata? De seleccionar los alcaldes locales a través de lotocracia, es decir, de seleccionar a las mejores personas técnicas que puedan trabajar por un desarrollo efectivo. No de unos intereses o de unas cuotas burocráticas, como suele suceder en nuestro país.
¿Qué sucede? Eligen a personas que no tienen conocimientos del territorio, que no hacen nada y no avanzan. Yo creo que una buena forma para descentralizar el poder que tiene el Alcalde Mayor de Bogotá es con este sistema y brindar soluciones mucho más transparentes. La gente está cansada de la rosca: sea de izquierda, centro o derecha. Por ello, yo propiciaré que se elijan en el ámbito local las mejores 10 hojas de vida y que un veedor ciudadano escoja al mejor.
Las 2 Orillas: Su segundo eje habla sobre Políticas de Estado vs políticas de gobierno, ¿en qué consiste?
N.R.: Tiene que ver con que en Bogotá no perduran las políticas y abundan las prácticas de los gobiernos cortoplacistas. Hay pocos poderes que han logrado manejar Transmilenio, las redes de salud, el modelo de recolección de basuras, entre otros. Yo propongo un modelo de ciudad a largo plazo en diferentes materias, por ejemplo, en seguridad, materia de movilidad, emprendimiento y turismo. Eso lo vamos a legitimar con mecanismos de participación ciudadana como el plebiscito.
Las 2 Orillas: El tema de marca ciudad es uno de los que menos se ha hablado , pero que ha logrado consolidarse desde el año 2016 con un acuerdo que llevó a cabo el Concejo de Bogotá. ¿Piensa usted cambiarlo?
N.R.: Desde el 2016 se ha logrado consolidar algo que para mí eso no es marca ciudad, eso eso no representa la marca de Bogotá ni su identidad. No tiene un distintivo y me gustaría cambiar el modelo de ciudad de gastos de la capital por un modelo de ingresos. Bogotá solo exporta el 17% en lo que respecta al país. Yo quiero generar competitividad y reorganizar el comercio informal.
Las 2 Orillas: El tercer punto de su programa habla sobre densidad. ¿Explíquenos la importancia de este concepto en una ciudad que ha pasado de tener barrios de casas a edificios?
N.R.: Hay 16 planes parciales de Bogotá y hay, más o menos, 7 actuaciones administrativas dentro del POT actual. ¿Eso qué significa? Bogotá es una colcha de retazos y hay dos modelos de ciudades en el mundo: una ciudad densa o una ciudad dispersa.
Una ciudad dispersa es la que crece hacia los lados, de forma descontrolada como Bogotá, y una ciudad densa es que crece hacia arriba, generando espacio de valor; plusvalía, una nueva fuente de ingresos que pueda optimizar los servicios públicos y que pueda ser mucho más amigable con el medio ambiente.
No hay nada más verde que ladrillo, porque entre usted más construyan en la ruralidad o en el campo, más contaminan, máxime cuando en el 2050 el 70% de la población de la humanidad va a estar en las ciudades y debe de tener 15 metros cuadrados de espacio público. En Bogotá, solo hay 4,3.
Las 2 Orillas: ¿Qué plan tiene para espacios como Cerro Norte La Mariposa? Que se consolidaron en la ciudad debido al desplazamiento forzado o al conflicto armado interno…
N.R.: Con ellos vamos a hacer proyectos asociativos que nunca se han hecho en Bogotá, en vez de expropiar lo que hacen es asociarse y construir ese tipo de proyectos, así que esa sería una gran propuesta para este tipo de comunidades para optimizar servicios públicos y generar un rediseño urbanístico con plusvalía.
Las 2 Orillas: Hablemos sobre su cuarto punto innovación, a pesar de que algunos puntos ya los comentamos al comienzo de la entrevista… ¿Cómo convertir a Bogotá en una ciudad 5.0?
N.R.: Sí señor, en la innovación hay tres ejes estratégicos: el ser humano como componente fundamental (i), el conocimiento (ii) y la tecnología como componente colaborativo del ser humano (iii). La tecnología no va a reemplazar al ser humano y ese es el nivel de riesgo que nosotros vamos a parametrizar, es lo primero que haríamos dentro de una política pública tecnológica Bogotá.
¿Quién tiene controlado los niveles de riesgo? La más exigente es la comunidad europea. Ellos estipulan tres tipos de riesgos: alto, bajo y medio. Nosotros mantendríamos siempre el tema de servicios públicos e inteligencia artificial como un riesgo alto, con el ánimo de que no caiga en manos de un dictador. El ser humano por encima de la tecnología es la quinta revolución industrial. Pero, eso tiene que ver con una ciudad que piensa en el habitante y no tanto en sus ladrillos. Una ciudad que construye y que le apuesta a la innovación, de ahí el Fondo Mixto de Investigación y Desarrollo que propongo para 114 universidades.
Las 2 Orillas: Interesante Nicolás porque hay muchas universidades en Europa o Estados Unidos que buscan crear patentes para justamente propiciar el desarrollo en esos territorios…
N.R.: Sí tú coges la base de datos de registros de patentes o modelos de invención de la Superintendencia de Industrial y Comercio te das cuenta que la mayoría son farmacéuticas, aquí no hay investigación, aquí no hay desarrollo, aquí no hay nada. De hecho, Colombia es el último país en la lista de la OCDE en cuanto a investigación y desarrollo se refiere, tan solo responde al 0,02%. Irán, por el contrario, es el primero.
Eso explica por qué la educación básica escolar termina convirtiéndose en productos, aquí ni un bachiller ni un profesional vale. La calidad es obsoleta y el conocimiento preestablecido.
Las 2 Orillas: Para ir cerrando esta entrevista Nicolás, terminemos sus propuestas hablando sobre seguridad y movilidad. Temas que ya hemos abordado, pero que me gustaría profundizar como el corredor por la séptima…
N.R.: Comenzaré con el Corredor Verde, es una chambonada urbanística que solo mantiene una vía en un solo sentido: de sur a norte. Deberíamos poder soterrarla con plusvalía y con programas de colocación privada, sacar los recursos por lo menos en lo que concierne del centro a la 100, esa sí sería una buena obra.
Las 2 Orillas: En temas de movilidad, perjudicaría a aplicaciones que están funcionando en este momento de forma digital?
N.R.: Yo no puedo desconocer la tecnología, yo no puedo exigir que vuelva nuevamente el teléfono de casa cuando tenemos el celular, yo no puedo exigir que volvamos nuevamente la máquina de escribir cuando tenemos el computador, o, que volvamos al Walmart cuando ya tenemos Bluetooth.
Yo no puedo pelear contra eso, pero lo que sí puedo hacer es transformar esa visión de modelo de negocio. ¿Por qué? Hoy los taxistas también usan estas aplicaciones, ellos mismos, lo saben ellos también usan estas aplicaciones. Ahora bien, ellos pagan el cupo y los carros particulares y busco generar una aplicación de competencia legal.
Las 2 Orillas: Pasemos a otro tema de movilidad, ¿Qué opinión le merece los bici carriles?
N.R.: Los bici carriles son una chambonada urbanística, porque pone en riesgo al bici usuario, al peatón e, inclusive, a la movilidad misma. Es quitarle espacio al vehículo particular o al vehículo público para dárselo al bici usuario, poniendo en riesgo su vida. Nosotros proponemos la Aero-cicloruta de Occidente a Oriente, pretendemos construir en todas las calles, no todas las carreras.
¿Cómo se lleva a cabo? Con economía circular para abaratar costos, por ejemplo, el vidrio concreto que sale un 60% más económico que el concreto. En este momento, por ejemplo, no quitaría la ciclorruta de la Avenida Séptima con 116 hasta el centro, salvo si los estudios señalan que se puede soterrar.
Las 2 Orillas: ¿Y los motociclistas?
N.R.: Ellos tienen que ser conscientes que por su seguridad y movilidad sostenible debe de haber una concertación sobre una posible restricción. Yo no lo haría sin concertarlo con ellos. No obstante, nuestra propuesta le garantiza a una persona un día de pico y placa, no tres o cuatro; solo uno. La pregunta que yo le hago a este gremio es…¿Usted estaría dispuesto a hacerlo?
Las 2 Orillas: Candidato, pasando a otros temas. ¿Cómo le han parecido los debates hasta el momento? Si bien, usted invitó a varios candidatos al sector de María Paz ,pero nadie acogió su petición.
N.R.: Yo buscaba en María paz y El Amparo que se pudiese llevar a cabo un debate en donde pudiéramos hablar sobre seguridad en los barrios, pero no desde un escritorio, sino allá en la calle, donde uno realmente ve las necesidades y piensa que es lo que va a proponer. Los políticos están tan desconectados de la realidad de las calles que la política se convirtió en un monólogo. Fíjese Gustavo Bolívar no fue a varios debates y yo sí quería ir a todos.
Las 2 Orillas: ¿Por qué lo han cancelado? ¿Qué le dicen los medios?
N.R.: Por las encuestas, antes nuestro enemigo era el atraso, hoy también son las encuestas, aunque la gente no crea mucho en ellas, sí afecta que le cierren la puerta a una persona con algún crédito, con las inversiones o con el voto inducido.
Las 2 Orillas: ¿Qué le ha recomendado su asesor político?
N.R.: Se va a reír, pero mi asesor político es la inteligencia artificial, me ha sacado de apuros…
Las 2 Orillas: ¿En la calle cómo le ha ido?
N.R.: Muy bien, yo escucho mucho y eso cambia mi dinámica con las personas. Eso significa la máscara, una relación diferente con el ciudadano de a pie. A mí me conocen por la máscara, como ícono e historia.
Las 2 Orillas: Antes de hablar sobre la máscara y sobre el filósofo francés del cual se inspiró, le voy a preguntar por su participación. ¿De no quedar como candidato electo participaría en algún otro gobierno distrital?
N.R.: No, sería reducir una fuerza filosófica e ideológica a un cargo y yo no estoy detrás de eso. Jamás aceptaría un cargo por parte de otro candidato. Lo que sí aceptaría es una convergencia de propuestas, que las puedan incluir en su programa de gobierno y lleguemos a una negociación para transformar Bogotá. No es un cargo, es una ideal.
Las 2 Orillas: Ahora sí hablemos sobre Más Acciones, Menos Rostros y qué relación guarda con el filósofo francés Gilles Deleuze…
N.R.: Irse contra lo preestablecido, no hacer lo que hacen los demás y qué hacen ellos… proponer solamente rostros.
Las 2 Orillas: ¿Ser el más joven de los candidatos le ha ayudado a consolidar esa imagen positiva entre la población que se encuentra entre los 18 y los 30 años?
N.R.: Irse contra lo preestablecido, no hacer lo que hacen los demás y qué hacen ellos… proponer solamente rostros. En Bogotá, por ley, un joven jamás va a poder ser alcalde porque le exigen un mínimo de 30 años. En ese sentido, creo que la juventud no se define con la edad, sino con la transformación de la mente. Por eso, hay jóvenes viejos y viejos jóvenes.
Las 2 Orillas: ¿Cómo le ha ido dialogando con esos jóvenes que son representantes estudiantiles?
N.R.: Les ha gustado, aunque no ha sido fácil, por la polarización arriesgada que tenemos entre derecha e izquierda, en ese sentido hay algunos jóvenes que militan en toda suerte de partidos. Nosotros nos mamamos de esas pelas entre posturas políticas. Aquí encuentran una alternativa, el pragmatismo comunitario.
Las 2 Orillas: ¿Cómo describiría ese concepto?
N.R.: Es nada más y nada menos que dar una propuesta basada en los resultados con la corresponsabilidad de la comunidad, es eso.
Las 2 Orillas: ¿Se distancia ese concepto del individualismo?
N.R.: Totalmente y es que a la gente le gusta que la gente le tapen el hueco, que construyan el metro, entre otras cosas, pero no que le hablen más de izquierda o de derecha. La gente quiere resultados.
Las 2 Orillas: ¿Qué alcaldes lo han inspirado? ¿Tal vez Antanas Mockus?
N.R.: Sí, localmente, en el tema de cultura ciudadana. A aparte de él me han inspirado íconos como Marthin Luther King, Nelson Mandela y Mahatma Gandhi en el tema de transformación de derechos. Nosotros no somos un cambio, somos una transformación.
Las 2 Orillas: Siendo candidato, ¿cómo ha sido el proceso de compartir tiempo con su familia?
N.R.: Muy difícil, el cansancio, la ausencia de tiempo, la intranquilidad, etcétera. Esto es como una montaña rusa de ánimos y eso lo sientes mis hijos y mi esposa.
Preguntas rápidas:
Las 2 Orillas: ¿Cuáles son sus planes favoritos en familia?
N.R.: Nos gusta ir a comer e ir a cine.
Las 2 Orillas: ¿Cuáles son sus tres restaurantes favoritos?
N.R.: El corrientazo que sea, a mí me encanta desde pequeño y en la localidad que sea.
Las 2 Orillas: ¿Qué importancia tienen las mujeres de su familia?
N.R.: Enorme, trato de ser muy ecuánime con ese tema porque con mi mamá salimos adelante el tema de la casa y hoy en día me apoyan con el sueño que tengo de ser Alcalde.
Las 2 Orillas: La Estrategia del Caracol, la película de Sergio Cabrera, guarda un espacio en su memoria…
N.R.: Claro que sí, es la representación de mi historia. Claro, no éramos una comunidad tan grande, pero sí luchamos por eso. Y, bueno, al final, no la dejamos un hueco.
Las 2 Orillas: ¿Cuál es su música favorita?
N.R.: Me gusta el rock, pero soy cross-over.
Las 2 Orillas: ¿Cuántas horas duerme al día?
N.R.: Cuatro o cinco horas.
Las 2 Orillas: ¿Le gusta el deporte?
N.R.: Me encanta el fútbol, yo jugué en las inferiores de Millonarios con Pedro Franco.
Las 2 Orillas: ¿Cómo le gustaría ser recordado?
N.R.: Como el ciudadano de a pie lo prefiera, con el mensaje que queremos dar, con una campana disruptiva.