Al menos dos veces los representantes de Avianca han dejado plantada a la mismísima Ministra de Trabajo. A la reunión convocada para que intentar solucionar la huelga, no se presentaron en los últimos 15 días. Como si fuera una cita con cualquier persona, y en las oficinas esperaban la misma Ministra, el Defensor del Pueblo y el capitán Jaime Hernández, líder de Acdac. Todos se quedaban mirándose la cara.
Los pilotos comenzaron la huelga y fueron vistos poco menos que como monstruos. "Cómo nos van a impedir viajar" "Ay me cambiaron el vuelo", y cosas así rondaban en redes. Se les crucificó porque fueron vistos como unos hambrientos que solo querían mucha plata y ya. "No se conforman con los $18 millones, muchos ambiciosos". Y ahí mismo Avianca comenzó a mover sus redes de publicidad que hacían verlos casi como víctimas.
Pero poco a poco la tenacidad de los pilotos empezó a conquistar corazones. Y cuando el dueño de Avianca vio que le huelga era real, comenzó a publicar videos con niveles de agresividad espeluznantes. "Esos pilotos que actúan como criminales". Y la balanza comenzó a equilibrarse, pues se convirtió en una pelea de David y Goliat, y siempre David gana los corazones. Aunque no siempre la guerra.
Después de la casi 50 días de huelga, el tema se fue perdiendo en el panorama nacional, y solo salían de vez en cuando luego de que las reuniones no tuvieran a todos los grupos. Los colombianos le cogieron una especie de pereza al tema, y fue cayendo en un letargo. Pero pequeñas noticias contaban cómo el dueño de Avianca se mantenía firme en su determinación de que esperaba que declararan ilegal la huelga. Y solo queda pensar por qué tiene ese interés de que al sindicato le quiten el fuero laboral.
Ahora Acdac anuncia que retoma sus labores. Algunos dicen - quizá sea verdad - que fue una derrota del sindicato. Mientras tanto Efromovich salió ahí mismo a los medios a anotarse una victoria. Es la imagen típica de un bully dándole garrote a chico que quiere sentarse y analizar el panoráma mientras le grita "nerd".
¿No puede ver que es una actitud de cansancio y de sobriedad? ¿No puede ver que es un gesto amistoso y de humildad? ¿Por qué tiene que asimilar la sencillez y la humildad con debilidad? Será por lo mismo que cuando le preguntaron en radio cuanto había perdido en total, él respondió: "Nosotros no sumamos las cuentas, no nos preocupamos por eso. No lo hacemos".