De Gustavo Petro se dice mucho, tanto así que es difícil saber qué es mentira y qué es verdad, aún más en un país donde la información se manipula para favorecer a los dueños del poder, donde ellos prácticamente deciden “la verdad”.
Ahí es cuando entran las redes sociales que, no tan censuradas como los medios tradicionales, permiten un acercamiento más directo a la verdad, pero allí encontramos un nuevo problema, muchas veces las fuentes que consultamos nos muestran opiniones disfrazadas de hechos.
El problema de esto radica en que muchos de esos espacios llegan a lo mismo que buscaban evitar, mostrar una verdad subjetiva y acorde a los intereses de quien la esté contando, así que mientras Álvaro Uribe y Compañía son defendidos por los medios tradicionales, lo mismo pasa con Gustavo Petro en internet, en una gran mayoría de espacios.
En general Petro es un buen político y, teniendo en cuenta lo antes mencionado, lo que se dice de él en los medios tradicionales no parece ser un elemento convincente para calificarlo, sin embargo encontrar información neutral del excandidato presidencial y dirigente de la Colombia Humana se convierte en un desafío.
Los simpatizantes de Petro se han encargado de hacer de las redes sociales su fortín, llegando a hacer cosas que incluso el mismo Petro desaprobaría, lo que según algunos, incluida la ignorante opinión de este servidor, pudo influir en la derrota en la segunda vuelta presidencial.
Durante la primera vuelta, un considerable sector del petrismo llegó a comportarse literalmente como si fuese el uribismo de izquierda; la difusión de ideas falsas, los ataques a personas que no pensaban como ellos, en especial a perfiles que apoyaban a Sergio Fajardo y Claudia López, estuvieron al orden del día. Al parecer buscaban mostrar que su candidato era la mejor opción, pero mientras Petro usaba los argumentos y “peinaba” a los contrarios, su más ferviente hinchada hacía que los argumentos pasaran a un segundo plano con la violencia, que afortunadamente se quedó en el ciberespacio.
La guerra virtual entre los seguidores del uribismo y del petrismo llegó a un punto donde estos últimos reaccionaban de manera violenta a las críticas constructivas y, al mejor estilo del primer grupo, no leían bien lo que se les escribía y por más sólido que fuese el argumento o la crítica constructiva, reaccionaban con violencia.
A quien les escribe, tras hacerles una crítica constructiva, lo confundieron con el otro bando y le enviaron comentarios llenos de odio; un par de estos sonaron como amenazas, uno de los que llevó al mensaje privado decía “Ojalá lo tuviera cerca para darle en la cara, Uribista hijuep…” texto que guardaba similitud con algo que conocemos bien Si lo veo, le doy en la cara Mari... , por fortuna, son cosas que no pasan del mundo virtual.
Tras el paso a segunda vuelta, la cosa mejoró aunque por poco tiempo; esos mismos que habían sido insultados ahora eran necesarios para la victoria y el llamado a la unidad se hizo. Desafortunadamente Fajardo y algunos seguidores, los cuales habían sido arrebatados a la derecha y Petro no los convencía del todo, no aceptaron y los ataques volvieron y siguen perdurando hasta hoy. Con Claudia López y Antanas Mockus, quienes decidieron apoyar al candidato de la Colombia Humana, dejaron de meterse por un tiempo, hasta que Duque ganó.
En los últimos días, con todo el revuelo que ha tenido un video de quién sabe cuándo de Petro contando dinero y el cual fue usado como cortina mediática, la fanaticada de Petro lo defiende a capa y espada, mientras que algunos más sensatos siguen exigiendo explicaciones al hoy senador. Lo malo es que los fanáticos son mayoría y los ataques hacia quienes dudan de la inocencia de Petro se están acrecentando con el pasar de los días.
Durante la campaña electoral de primera vuelta, el espacio La Pulla de El Espectador, definido como influencer por unos y un espacio de opinión por otros, lanzó un video sobre los motivos por los cuales Petro no debería ser presidente, ya había lanzado uno sobre las razones por las cuales el hoy presidente Iván Duque no debería ganar, pero los hinchas (no hay otro modo de definirlos) del político de la Colombia Humana lanzaron muchos ataques hacia el espacio y hacia su imagen visible, María Paulina Baena.
Esto volvió a tomar relevancia porque, después de que Santiago Rivas, el presentador del programa Los puros criollos de Señal Colombia hiciera un video con La Pulla, al parecer el programa de televisión sufrió de censura.
En redes sociales han apoyado mucho a Rivas y su programa criticando la injustificada censura, pero en ciertos espacios vuelven a aparecer algunos Petristas a echar en cara que hoy La Pulla se queja de la censura pero cuando más se necesitaba hizo un video criticando a Petro.
¿Es que no se puede criticar a Petro? ¿Es que al criticarlo se pierde toda autoridad moral? Habrá que preguntarle a ellos.
Como conclusión personal, digo que no me molestaría una presidencia de Petro, de hecho la prefiero a lo que veo actualmente con Duque, sin embargo me pongo a pensar y sé con certeza que ocurrirían dos cosas. La primera que él sería atacado por toda la clase política y le buscarían su caída, algo similar a lo que ocurre, pero muchísimas veces peor.
La segunda y la más triste de todas, es que los seguidores de Petro se convertirían en el movimiento que juraron destruir, duélale a quien le duela.