Se cree que el periodista debe ser objetivo pero no hay nada menos cierto que eso. Son seres humanos que sienten, que tienen preferencias políticas. Algunos lo esconden, otros, como estos seis se exponen al matoneo en redes por hablar sin filtros:
Vicky Dávila: Desde que estaba al frente de la Cosa Política en el Noticiero de RCN fue blanco de críticas por su supuesto uribismo. Pero con la periodista más popular del país no hay grises. Algunos la llamaron el año pasado "la jefe de prensa de Petro" por las entrevistas constantes al Senador de la Colombia Humana y otras veces dicen que es seguidora del líder del Centro Democrática por sus críticas a Santos. En Twitter son aburridos los días cuando ella no ocupa alguna de las tendencias.
Hassan Nassar: El haber pasado de ser director de la F.M y twittero anti-santista al jefe de comunicaciones de Palacio le cuesta que todos los días exista un trino escrito contra Santos que le viene como anillo al dedo a este gobierno. Involuntariamente, es uno de los críticos más duros que tiene Duque
Luis Carlos y Carlos Antonio Vélez: A Luis Carlos le ha costado mucho sacudirse de errores como pedir la renuncia de Biden a las elecciones que ganó, su comentario sobre Snoop Dog y su más que amigable entrevista a Duque cuando este era el candidato guitarrero. A su papá, el más famoso de los comentaristas deportivos, le cobran su tono prepotente, su uribismo a ultranza. No cabe duda que es un valiente a la hora de ventilar sin ambagues sus preferencias políticas.
Félix de Bedout: El twittero más exitoso de Colombia tiene de enemigos a los uribistas quienes siempre le critican su postura anti-gobernista y su constante revisionismo histórico.
Felipe Zuleta: Ni siquiera sus más grandes enemigos pueden desconocer el talento de Zuleta. Incluso los que no soportan su constante respaldo a Iván Duque lo siguen a partir de su columna de El Espectador. Zuleta es un provocador que se crece a la hora de ser atacado.
