En Colombia, día a día se intentan implementar herramientas que nos ayuden en la lucha contra la corrupción, entre las que encontramos varias ya conocidas, tales como los beneficios por delación y los pliegos únicos de contratación, entre otros. Sin embargo, las cifras demuestran que no son muy eficaces. Según el Banco Mundial, el país con su 50.7% tiene un camino espinoso por recorrer en la lucha contra la corrupción y según Transparencia por Colombia, el 97% de los colombianos considera la corrupción como uno de los cuatro problemas más graves del país. No obstante, lo que no se comenta casi es la corrupción “pueblerina”, la que muy poco llega a la justicia del Estado o que casi siempre es permeable con el axioma “corrupción mata corrupción”.
Lo que más nos preocupa es que esa corrupción “pueblerina” tiene éxito en Colombia, aporreando al “cuarto poder” o al periodismo independiente, sin importarle a los mandatarios locales que la prensa es uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia. Sin embargo, en la práctica, ello no es así. En este departamento, aporreado y desangrado por la corrupción, llamado Sucre, se encuentra su capital Sincelejo, donde las peleas por el poder han llevado en los últimos días a intentos de secuestro, robos y asesinato a quienes quieren optar por el poder político.
A la candidata a la gobernación Karime Cotes le robaron de su carro equipos y material político. El candidato Yahir Acuña Cardales denunció ante la Fiscalía que existe un plan para asesinarlo antes de diciembre de este año. El excongresista responsabiliza a un empresario antioqueño que tiene negocios en la plaza de Mercado de Sincelejo y también al desmovilizado de las Auc, Edelmiro Anaya González, alias Chino Anaya, y al empresario de las pinturas y también candidato a la gobernación de Sucre Julio Espinosa Chagüi. Según lo expresado por el coronel Luis Vallejo Gustín, comandante de la Policía Sucre, este fue abordado por dos hombres que lo intimidaron y lo despojaron de unas pertenencias y le expresaron que se quedara quieto con sus actividades profesionales y no siguiera con el proselitismo político.
Todo lo anterior viene a colación cuando en el municipio de Sincelejo, específicamente en la cuenta del “Plan de medios alcaldía de Sincelejo año 2019”, se firmó el contrato S.A. 004-2019 por un valor de $299.000.000.oo, cuyo beneficiario es la fundación “Gestores de Éxito”. Pues bien, en esa fundación, cuyo representante legal es el señor Enrique Baquero Medina, esposo de una reconocida periodista de nombre Durlys Barroso, es donde los periodistas de la ciudad cobran los dineros de publicidad que tiene con la capital de los sucreños. ¿La razón? Sincelejo está en ley 550 y los dineros son entregados a una fiducia, ella les paga a la fundación y esta, a los periodistas de acuerdo a las facturas que cada uno presenta.
Según cuentan unos 20 periodistas que ejercieron su actividad profesional desde el mes de enero y entregaron las correspondientes certificaciones de su trabajo, el 18 de mayo del presente año a la fundación le cancelaron el 30%, exactamente la suma de $87 millones de pesos, pero inexplicablemente, y a la redacción de la presente nota, no habían recibido el dinero del “sudor de su frente”.
En las pesquisas de los llamados gendarmes del “cuarto poder” se constató por palabras de la secretaria privada del alcalde, María Paulina Paternina, que el dinero fue entregado al mandatario de los sincelejanos por el gerente de la fundación, “supuestamente” por haberlo solicitado.
Se comenta en los corrillos de la política farandulera y pueblerina que “supuestamente” ello hace parte de los dineros que se requiere para las actividades politiqueras del tío del actual mandatario José Quessep Feria, quien tiene el deseo familiar de reemplazar al actual mandatario.
Lo que preocupa en este entramado de corrupción es el silencio de muchos de los comunicadores, que a pesar de conocer más detalles, no se atreven a expresarlos por las consecuencias que ello les acarrea como la suspensión de la pauta publicitaria