Desde 1992 la industria del espectáculo no ha sido la misma. En ese año estalló el gran escándalo del Hollywood contemporáneo. Woody Allen dejaba a su esposa, Mia Farrow, por su hija adoptiva, Soon-Yi Previn, a quien el director conoció cuando tenía 9 años. Años después saldría a la luz otra acusación acaso más grave: el creador de Hanna y sus hermanas habría abusado de su hija Dylan según declaraciones de Farrow. El documental Allen vs Farrow de HBO encendió de nuevo la polémica y aporte declaraciones que podrían ser concluyentes.
Hollywood Babilonia siempre ha sido lugar de escándalos pedófilos. Una de sus más grandes estrellas, Charles Chaplin, se casó con Lita Grey, de 15 años, con quien tuvo un niño que duró pocas horas, venía deforme y con muchos problemas mentales. Lo enterraron con el sobrenombre del Ratoncito. Su gusto por las mujeres jóvenes quedó patentado después de su matrimonio con Paulette Godard quien era 21 años menor.
El caso de Polanski es terrible. El eminente director polaco, quien perdió a su madre embarazada en Auschwitz y a su esposa Sharon Tate, también embarazada en la masacre que perpetró el clan Manson en su casa en Cielo Drive. En 1976 estaba en la cima del éxito. Películas como Chinatown no sólo habían sido un éxito de crítica sino también de taquilla. La revista Vogue lo había contratado para tomar fotos a jóvenes modelos, una de ellas tenía 14 años. Polanski la llevó a la casa de Jack Nicholson y Angelica Huston. Después de nadar un rato Polanski le dio champaña y quaaludes, un somnífero que se usaba como una droga poderosa en esa época. Polanski la sodomizó medio dormida. Pagó unos meses de cárcel y luego el polaco huyó a Europa. Desde entonces vive en Francia y no ha podido regresar a Estados Unidos.
Actores como Corey Fedman y Elijah Wood han denunciado redes de prostitución infantil en Hollywood. Las investigaciones no han prosperado per hoy más que nunca Hollywood es la nueva Babilonia, tal y como lo preconizó el ocultista Kenneth Anger.