Colombia es el país invitado a la feria internacional ARCO 2015. Pero a Edinson y John nadie los invitó. No importa: ellos se colaron en un pasillo, pusieron en un poste una matrícula de carro N-ARCO Colombia, y tras una cortina -por donde solo pasan camareros, a un costado del stand de la Galería Valenzuela- colgaron sus nueve pendones: Se vende vicio, marihuana a $2.000, basuco a $1.000, perico a $5.000, heroína a $7.000, cocaína a $10.000, Narco todo destino Colombia…
Su historia la publiqué brevemente en el periódico El País de Cali (Colombia) dentro del reportaje Batallón de artistas colombianos 'marcha' en la Feria Aro 2015 en Madrid, la subtitulé Los ‘Colados’ Creativos:
“Dos artistas de Popayán, Edinson Quiñones y John Castañeda, se han ‘colado’ por los pasillos de ARCO y en varias salas de exposiciones para llamar la atención a través de la intervención artística ‘Trabajo informal colombiano’.
Se les ve deambular, con petos fluorescentes, para hacer una protesta metafórica y hablar con la gente sobre el posconflicto en Colombia. Ayer en ARCO lograron ‘apropiarse’ de una señal de extintores para colgar una matrícula de carro que dice N-ARCO Colombia. Detrás de una cortina que lleva a ninguna parte (y a un costado de la Galería Valenzuela), este par de osados artistas plásticos de la Universidad del Cauca colgaron nueve pendones similares a los de venta callejera de minutos. Se vende vicio, marihuana a $2000, basuco a $1000, perico a $5000…
“Queremos demostrar que no sólo existe el arte elitista y con el visto bueno del gobierno. Hay gente que hace arte en la calle y ni siquiera lo sabe”, explican.
Estos dos artistas patojos hicieron vaca entre los amigos para viajar a Madrid y pretenden ser “el lunar de las exposiciones”. “Es imposible que no nos vean”, dicen orgullosos. Y ya empiezan a despertar curiosidad. Varias personas los descubren y les toman fotos, e incluso Misha, un rubio coleccionista alemán, se mostró interesado: “Es picante, sencillo, tiene mucho humor”. ¿Y si vendieran esta obra? “Tenemos que echar calculadora, pero nos vendría bien venderla y subsidiarnos más viajes. Queremos ir a la Bienal de Arte de la Habana en mayo”.
Pero me quedó faltando mucho más por contar sobre estos creativos, irreverentes y valientes artistas, que asumen el riesgo cada minuto de que venga algún directivo de la feria ARCO 2015 o algún intolerante sin sentido del humor y los haga desalojar.
Me topé con Edinson y John por primera vez el martes 24 de febrero en el Instituto Cervantes de Madrid. Estábamos en la inauguración de la exposición 'Retrato disfrazado de artista', imágenes de varios fotógrafos colombianos de los años 70. Y ahí, en medio de las directivas del Cervantes, el embajador en Madrid, la ministra de cultura y unos 200 invitados, artistas, curadores de arte, periodistas y camareros repartiendo copas de vino, los vi con sus petos naranja y verdes, iguales a los que usan en las calles de Bogotá o Cali los vendedores de minutos (sí, ¡en Colombia se venden minutos!!!)
¿Y ustedes?, me atreví a preguntarles. Y me contaron su historia, la de sus intervenciones artísticas, la de colarse en cualquier sala de exposición o feria internacional de arte y montar su asunto. Propuestas metafóricas, dicen. “Queremos mostrar que sí se puede hacer arte que no sea elitista o auspiciado por el gobierno”.
De eso se trata 'Trabajo informal colombiano', como titularon su intervención o performance.
Insisto, son unos valientes. Con ahorros, vendiendo alguna que otra obra (porque ambos son artistas plásticos egresados de la Universidad del Cauca y viven en Popayán), con la ayuda de amigos, se vinieron como pudieron a Madrid. Llevan aquí diez días y se quedarán hasta el 5 de marzo, porque quieren seguir hablando con la gente del posconflicto en Colombia.
N-ARCO
“Hacemos un arte invasivo, es algo marginalizado. Así se debería hacer la violencia en el mundo, no gritar, es solo una imagen poética”, me cuentan.
“Impresionante”, exclama un visitante desprevenido. Y al parecer el galerista Jairo Valenzuela, les sirve de ‘celestino’… Lo vi conversando con Misha, un alto y rubio coleccionista alemán que pasaba por ahí, se detuvo con curiosidad a ver N-ARCO y le tomó fotos con el celular… ¿Y cómo le parece esto?, le pregunté al alemán: "It's itchy, funny, with lots of humor, very simple..."
Ojalá Edison y John vendan su obra. Quieren seguir viajando y quieren llegar a la Bienal de La Habana el próximo mayo.
EN POPAYÁN LOS DETUVIERON
No es la primera vez que estos dos artistas plásticos se atreven con sus pancartas de venta ambulante de droga. Hace meses lo hicieron en Popayán, donde proliferan -como en cualquier ciudad de Colombia- las ventas callejeras. Y la policía los detuvo. “Yo sólo estoy informando”, cuenta Edison que le dijo a los agentes. Pero se los llevaron a la estación de Policía y les incautaron sus pendones.
“Busqué en la Constitución y ahí dice que hay libertad de expresión, pero finalmente nos dijeron que necesitábamos un permiso” (¿de quién? ) “y finalmente nos vetaron en Popayán”. Así es ‘locombia’.
Edison se sonríe. “Esto es un juego artístico. Que cada quien lo interprete como quiera…”.