En los páramos y cerros orientales de Bogotá se está presentando una problemática en común. El turismo mal manejado está deteriorando este tipo de ecosistemas. Actividades como el senderismo, los paseos de olla, el ciclo montañismo, las carreras y piques, expediciones en vehículos 4x4 e incluso las travesías patrocinadas por la Alcaldía de Bogotá han afectado tanto páramos, cuerpos de agua, rondas hídricas como bosques.
Las localidades de Ciudad Bolívar y Usme son la puerta de entrada hacia el páramo de Sumapáz. Desde el año 2015 ha surgido un turismo irresponsable. Por ejemplo, cada fin de semana familias y algunos operadores turísticos suben al páramo para hacer los famosos paseos de olla, contaminándolo con los desechos orgánicos e inorgánicos que emplean para cocinar, además talan los árboles para hacer futuras fogatas.
El ciclo montañismo y la entrada de vehículos 4x4 está destruyendo los frailejones y las especies nativas y silvestres que se encuentran en el lugar. Estos visitantes llegan con sus mascotas sin saber que los perros o gatos que comen concentrado portan una bacteria que contamina las diferentes especies de frailejón.
Por la cuchilla del Gavilán, ubicada en la localidad de Usme cerca al parque Entre nubes, grupos de hasta 40 personas se ven caminar sin control o supervisión de alguna entidad responsable, dejando basura y dañando la flora; de igual manera la cuenca del río Tunjuelo se ve afectada por la contaminación hídrica que genera este tipo de actividades y ponen en riesgo el corredor de conexión ecológico con los cerros orientales de Bogotá.
Se ha extendido el problema de tal manera que desde hace dos meses en el páramo de Las Moyas en la localidad de Chapinero, los fines de semana se han contado entre 800 y 900 personas que acuden a este sendero haciendo caso omiso a las recomendaciones impartidas para un senderismo responsable. Por ejemplo, el pasado 15 de octubre llegaron 200 aprendices del SENA, sin guía, paramédico ni capacitación previa para la visita adecuada al páramo.
Finalmente, tanto en Sumapaz, Usme, Ciudad Bolívar, en la cuenca del río Tunjuelo, en Las Moyas y toda la región sur y nororiental de Bogotá están siendo afectadas por el abandono de perros y la proliferación de los mismos generando jaurías hasta de 40 perros ferales.
Las comunidades son conscientes de las problemáticas que se están viviendo y se acrecentarán hacia futuro si no se toman las medidas adecuadas para manejar un turismo responsable.