Durante la colonia española (1550 a 1810*), la ciudad de Cali (fundada el 25 de julio de 1536) formaba parte de la provincia de Popayán (centro político de la gobernación), en cuyo padrón general del año 1797 aparece Popayán con 18.714 habitantes y Cali, con 16.455. Datos que correspondían tanto a la parte urbana de la ciudad**, como a la jurisdicción rural que incluía algunas poblaciones indígenas como Yanaconas, Yumbo y Río Frío. Década de 1790 en la que, por razones administrativas, Cali se dividió en cuarteles (barrios), según un ordenamiento social jerárquico a partir de dos ejes que cruzaban la plaza mayor (hoy Plaza de Caicedo).
Barrios que se llamaron desde ese entonces: La Merced, San Nicolás, Santa Rosa y San Agustín, en honor a las iglesias, claustros o conventos que en esos lugares se asentaban. De los cuales en La Merced era donde moraban la mayoría de las familias pudientes de la ciudad, en casas altas, grandes y de teja de barro, junto a sus esclavos libertos dedicados a las labores domésticas. Residiendo algunas otras familias con relativos menores ingresos económicos, en el barrio San Agustín, cerca al antiguo claustro de la calle 13 con 4a. (hoy demolido).
Familias consideradas de abolengo y que dominaban la jerarquía social, aunque solo representaban el 7.2% de la población total, siendo frecuentemente cabildantes***, dueños de minas, hacendados, ganaderos y comerciantes, que habitualmente vivían en la ciudad y que viajaban solo en épocas determinadas a sus haciendas rurales (épocas de cosecha, de distribución o de extracción minera). Heredades, que asimismo poseían un número importante de esclavos (16% del total de la población), dedicados a oficios varios o haciendo parte de la fuerza laboral de haciendas y minas. Cuyo grueso de trabajadores eran "pardos" (resultado de mezclas de la población), grupo que en el padrón de 1797 registró en Cali un 37.8 del total.
Alejados de la Plaza Mayor, en construcciones diseminadas y compuestas por ranchos endebles, empañetados (paredes encaladas y enlucidas con mezcla de barro, paja, ceniza, boñiga) y con techos de paja —que no añadían mucho valor al lote en que estaban construidos— se alojaban los "montañeses", junto a algunos negros libertos, y a los mestizos que estaban descalificados para ciertos cargos de mando y gobierno, u otros oficios públicos, o para ingresar en colegios y seminarios. Negros libertos que al considerarlos con orígenes en cualquiera de los grupos raciales de África "carecían inclusive de un alma y no tenían derecho a entrar en el cielo ni en el infierno, y su sangre era impura hasta que fuera decantada por cuatro generaciones de blancos". Población diversa económica y socialmente, con asiento en Cali y de jerarquía urbana que respondía a la marcada estratificación socio racial**** de la época.
Segregando los españoles (chapetones) hasta sus propios hijos, los cuales fueron reconocidos por la monarquía española durante la "época colonial" (1550 a 1810) como blancos criollos (palabra deriva del verbo criar "engendrar" y de "crío" que tiene la misma raíz que "criado o sirviente"), por ser naturalizados en territorio americano o de las "indias orientales" y para privilegiar a los nacidos en España. Criollos también excluidos de los "altos cargos públicos", dedicándose a actividades comerciales, del bajo clero, del ejército o de la administración de bienes.
Población de mestizos y negros libertos llamada flotante, a la par del grupo de los "montañeses", dado que sus relaciones con el estrato superior de la época no estaban institucionalizadas, como a través del tributo con respecto a los indígenas. Montañeses que representaban un 10% del total de la ciudad, grupo de "raza" blanca al parecer proveniente de alguna zona montañosa de España y que desempeñaban actividades propias de sectores de medianos y bajos recursos, lo que en términos de la sociedad colonial implicaba lejanía frente a la “nobleza". Sumada a los blancos que no podían demostrar su hidalguía o "nobleza de sangre", en su gran mayoría nacidos en el Nuevo Mundo, con 3.7% de la población caleña urbana. Y el grupo de mestizos pobres, producto del cruce interracial con 20% del total, generalmente artesanos, pequeños comerciantes, empleados o dependientes, labradores del campo y peones de la ciudad.
Aclarando el padrón (o registro de ciudadanos de 1797), que en Cali el número de la población indígena ya no alcanzaba ni un 2% del total, debido a numerosas epidemias causadas durante la conquista (viruela, sarampión, malaria, fiebre amarilla), el trabajo en las minas o la posterior reubicación para consolidar otros pueblos nativos de la región (xamundis, lilies, bugas, iscuándes, gorrones, calotos, yumbos, pijaos, pueblos todos pertenecientes a la etnia karib o caribe).
Notas al texto
(*) Aunque la dominación española se inició con la conquista hacia el año de 1499, el gobierno español propiamente dicho solo comenzó en nuestro territorio con el establecimiento de la Real Audiencia en Santa Fe de Bogotá en el año de 1550, y se prolongó bajo distintas formas administrativas hasta 1810, con duración total de doscientos sesenta años (Real Audiencia 1550-1564), Gobierno de los Presidentes y de las capitanías generales 1564-1739, Gobierno de los Virreyes 1739-1810).
(**) Los españoles desde sus asentamientos, irradiaban la dominación de los territorios conquistados y la utilización de mano de obra aborigen. En la construcción de pueblos, se seguía el modelo de un tablero de ajedrez, que consistía en "plazas, vías y solares que se trazaban en línea recta, delimitando la plaza mayor que era el centro en torno al cual debían correr las calles". A los pobladores se les adjudicaban solares y la tierra se asignaba como propiedad libre hereditaria, reservando terrenos colindantes como ejidos, cuyas rentas debían destinarse a atender el gasto público, siendo los bosques y las aguas de uso público.
(***) Los cabildos civiles o ayuntamientos, eran corporaciones municipales creadas en las Indias por el imperio español para la administración de las ciudades. Cuyas funciones iban desde el buen gobierno de la ciudad, el control de las rentas del municipio y el correcto abastecimiento de víveres, hasta la entrega de tierras, la persecución de la delincuencia y la administración de la justicia local. Cabildos que estaban a cargo del alférez real, quien portaba el estandarte del rey y representaba el mayor honor de la región, siendo los cabildos los fieles ejecutores de sus disposiciones y de los nombramientos del alguacil mayor, el mayordomo, el síndico procurador, y de los alcaldes de los distritos que ejercían como jueces de primera instancia.
(****) Estratificación impuesta por las "Leyes de Indias" que tenía patrones milimétricos de segregación, tipificando hasta dieciocho denominaciones según el grado de mestizaje. Entre ellos: mulato, de negra y español; morisco, de mulata y español; cuatralbo o castizo, de mestiza y español; albino, de español y morisco; torna atrás, de albina y español; cholo, hijo de dos mulatos; zambo, cruce de negros con mezcla de indios.