Los últimos ataques terroristas en Reino Unido, reclamados por el Estado Islámico, han provocado que haya ciudadanos ingleses que miren con recelo a los musulmanes. El eterno error de pensar que todos son de la misma condición. Unos prejuicios que pueden cambiar gracias a lo ocurrido ayer en el devastador incendio en la Torre Grenfell de Londres: los musulmanes del edificio se convirtieron en héroes.
La comunidad islámica se encuentra estas semanas en pleno Ramadán, ese mes sagrado en el que deben abstenerse de comer, beber y tener relaciones sexuales durante las horas de luz. Eso hace que aprovechen al máximo la noche para recuperar fuerzas antes de iniciar otra dura jornada de ayuno. El fuego empezó a devorar el edificio sobre la 1 de la madrugada, una hora en la que la mayoría de residentes estaban durmiendo y los musulmanes en pleno suhur, una comida ligera entre el final de la noche y el comienzo del alba.
Los musulmanes fueron de los primeros en ver las llamas y ayudar a sus vecinos que dormían
La prensa británica se ha encargado de contar cómo actuaron los musulmanes. Andre Barroso, un vecino de 33 años lo relató así en The Independent: “Jugaron un gran papel al sacar a mucha gente del edificio. La mayoría de las personas que pude ver ayudando eran musulmanas. Encima también se pusieron a proporcionar comida y ropa a los afectados”.
Al estar despiertos fueron de los primeros en detectar que algo no iba bien. El olor a humo les alerto y bastó asomarse a las ventanas para ver el fuego. Muchos de los supervivientes remarcaron ayer que las alarmas antiincendios no funcionaron debidamente, es por este motivo por el que se está encumbrando a los musulmanes. Fueron ellos los primeros en ir puerta por puerta para despertar a los residentes.
El balance oficial de momento señala que 17 personas murieron y casi 80 resultaron heridas, 20 de ellas permanecen en estado crítico. Las autoridades temen que en las próximas horas la cifra de fallecidos aumente en cuanto inspeccionen las plantas superiores, pero los medios ingleses son rotundos al afirmar que si los musulmanes no hubieran estado celebrando el Ramadán todo podría haber sido peor.
Khalid Ahmed Suleman, un joven de 20 años que vive en la octava planta de la Torre Grenfell, contó al Huffington Post que estaba despierto cuando ocurrió todo. Él es uno de los hoy llamados héroes. “No hubo alarma de incendios ni ninguna clase de advertencia. Estaba jugando a la PlayStation mientras hacía tiempo para el suhur cuando noté el humo. Miré por la ventana y vi las llamas en el séptimo piso. En seguida desperté a mi tía y, con lo que llevaba puesto, empecé a llamar a las puertas de los vecinos.
“El pasillo estaba lleno de humo espeso. No pensé que era algo tan grave y mi tía creía que era un incidente aislado, pero empezamos a evacuar solo para estar seguros. Cuando salimos los bomberos que estaban abajo nos llevaron a un lugar más seguro. A los 20 minutos o así nuestra casa había desaparecido (fruto de las llamas)”, relata Khalid.
Uno de los centros culturales islámicos de la zona, la Mezquita Al-Mannar, también fue de gran ayuda durante la tragedia. Abrieron sus puertas para acoger a los afectados y ayudarles en un momento tan duro. No hicieron discriminaciones como puede verse en su Facebook oficial: “Cualquier persona de cualquier fe o sin fe es más que bienvenido si necesitan un lugar donde dormir o tener agua y alimentos”. En momentos dramáticos se dispara la solidaridad y se olvidan los prejuicios.
Retomado de David Juárez - Lavanguardia.com con el título original: Los musulmanes en Ramadán fueron los héroes en el incendio de Londres.