No se sabe qué es peor, si los noticieros de antes, de gran despliegue en el conflicto guerrilla -militares, de escándalo de corrupción en la política, del narcoterrorismo o éste que se perfila en el postconflicto: de cámaras de seguridad donde se revela robos en todas las modalidades infundiendo lo que en definitiva busca la información noticiosa, despertar el pánico entre la población; pero más que eso, el pesimismo general de que las cosas van mal y tienden a empeorar. Se parecen cada día a los Testigos de Jehová que llegan a la puerta de una casa a predicar infundiendo el miedo con el apocalipsis. Y eso es lo que es un noticiero, un cataclismo que nos augura que vamos a caer en las garras de la delincuencia que cada día nos domina, según ellos.
Es cierto que las situaciones de inseguridad no se deben esconder, pero del mismo modo utilizarlas como gancho para crear más ranking, es crear un amarillismo total en una sociedad violenta que siente y vive los 5 minutos de fama por aparecer en un video casero desahogando su ira con el arma más recurrente de los colombianos, el machete. O demostrando entre el combo la astucia de ser ladrón y la inoperancia de las autoridades.
Vivimos en una sociedad que dialoga con la machetilla, que es intolerante, que refleja el odio al que cada día patrocinan los noticieros como muestra de que el mal comportamiento es premiado en una sociedad que tiene sed de protagonismo, de figurar al costo que sea donde en las redes pululan cualquier idiota queriendo ser atrevido y los informativos calcan la tendencia. ¿Y si escondemos la violencia para ver si somos tolerantes? ¿Si ver violencia real lleva a repetir esas emociones que todo ser humano guarda en su interior, por qué no emitir lo contrario, cosas positivas? ¿Qué nos hace ser violentos?
Ya lo dijo Freud en su libro Civilizaciones y sus descontentos, "... los hombres no son criaturas apacibles, que quieren ser amados, que a lo sumo pueden defenderse si son atacados; son, por el contrario, las criaturas entre cuyas dotaciones instintiva es a tener en cuenta una participación de gran alcance de la agresividad". Entonces. . ., ¿estamos predispuestos genéticamente hacia conductas "malas" como el egoísmo, la violencia y la crueldad? O, ¿es un efecto secundario desafortunado de nuestra sociedad?
Tenemos muy poca confianza en el prójimo a no matar o robar de nosotros y si aplicamos eso de que somos lo que vemos y lo que vemos en tres emisiones es un par de tipos darse machetazos, ¿no estaremos creando más intolerancia?
Las noticias como la publicidad tienen sus mensajes subliminales que pueden incidir en las actuaciones de los individuos creando las bajas pasiones que nublan la razón y la clemencia, y son en definitiva las que llevan a un hombre a cometer una desgracia. Aquí es donde es importante la educación para poder distinguir qué clase de basura nos domina, lamentablemente en ella también pulula el diálogo de la machetilla entre todos sus actores.
Si muchos dicen que el ser humano es bueno por naturaleza, ¿por qué tenemos que gastar tanto tiempo enseñando a los niños cómo comportarse? Y estoy seguro que la televisión no es el mejor maestro.