En agosto de 2018 el presidente Iván Duque anunció que uno de sus grandes objetivos sería nombrar más funcionarios de carrera en cargos diplomáticos. En abril de este año aseguró que había alcanzado la meta al haber llegado a un 30%, pero en realidad, a excepción de pocos casos, los nombramientos son en cargos menores. Duque, como todos los gobernantes de Colombia, ha utilizado la representación diplomática de peso para pagar favores de toda índole, pero especialmente políticos.
La Sección Primera del Tribunal Administrativo de Cundinamarca acaba de declarar nulo el nombramiento de María Ximena Durán Sanín como ministra plenipotenciaria adscrita al Consulado colombiano de Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Durán Sanín, hija de la exministra y excandidata presidencial por el Partido Conservador, Noemí Sanín, quien además fue embajadora en Londres durante el gobierno de Álvaro Uribe, no cumplía con los requisitos para ocupar el cargo. Según el tribunal, el nombramiento realizado por el canciller Carlos Holmes Trujillo omitió la lista de funcionarios de carrera diplomática que tienen prioridad y son aptos para ese cargo.
Este fue el último de los casos que vienen repitiéndose, algunos incluso forzados a regresarse al país con los costos que esto acarrea, que llevó al senador del Partido Verde, Antonio Sanguino, a citar a debate de control político al canciller Holmes Trujillo. El próximo 2 de octubre deberá responder por una extensa lista de colombianos nombrados y en su mayoría enviados al exterior sin contar con experiencia diplomática. La Constitución establece que el 20% del cuerpo diplomático debe ser de carrera, algo que numéricamente se cumple, pero en roles o destinos con responsabilidades marginales.
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El peso político marcado por las alianzas que llevaron a Iván Duque a la Presidencia es el rasgo característico de los embajadores de primer nivel, dándose casos francamente llamativos como el del exgobernador del Valle, de filiación conservadora, Ubeimar Delgado, quien en su momento fue nombrado en la embajada de Suecia, sin conocimiento de ningún idioma extranjero ni título universitario. Aunque Delgado intentó cumplir con el requisito del idioma mostrando un recibo de pago de un curso exprés que pretendía hacer para poder ser embajador, al final su nombramiento se cayó. La embajada de Canadá, un país clave para el país, está ocupada por Federico Hoyos, un apoyo político del Centro Democrático en Antioquia, quien no ha cumplido ni los 33 años, tiene una limitada experiencia política y nunca ha ostentado un cargo diplomático en su vida. Actualmente, 14 de las delegaciones claves de Colombia están en manos de aliados políticos de campaña.
El debate que enfrentará el canciller Carlos Holmes Trujillo no estará focalizado únicamente en los nombramientos de embajadores, también en los asociados a dichos puestos. Esta es la lista y su relacionamiento político, partidista o a través de alianzas de campaña por los que tendrá que responder.
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