Durante el 2018 el departamento del Magdalena ha reportado 47 menores desaparecidos, de los cuales 45 han sido en la ciudad de Santa Marta. De acuerdo con Medicina Legal, la capital bananera es la séptima ciudad del país donde más casos se reportan. Los acontecimientos más recientes de niños desaparecidos son los de Alberto Cardona Sanguino de 6 años y Alí Sánchez Maldonado de 2 años.
Sin embargo, a pesar de que no cesan las labores de búsqueda por parte de los diferentes organismos de socorro, direccionados desde el distrito y la gobernación, aún no se tiene resultados palpables. Y aunque el ministro de defensa Guillermo Botero en su momento haya descartado un secuestro para tranquilizar las aguas, la verdad es que al sol de hoy, no hay nada concreto. El jefe de la cartera dijo en aquella oportunidad; “en la Sierra Nevada no hay paramilitares, ni guerrilla, pero sí delincuencia común y son estos a los que vamos a enfrentar”, precisó Botero a los medios de comunicación.
En efecto, lo último que se tiene en materia de información es que la Procuraduría llegó a reforzar la búsqueda con tres de sus investigadores especialistas en este tipo de casos. Las autoridades ofrecen 70 millones de pesos por quien de información que conduzca al paradero del niño Alberto Cardona Sanguino y 20 millones por Alí Sánchez Maldonado. El primero está desaparecido desde el pasado 20 de septiembre cuando se extravió en la vereda de Tigrera y el segundo desde el 30 octubre en el corregimiento de Minca.
Ante todo, espero que estos pequeños puedan volver sanos y salvo al seno de sus hogares y más en estas fechas donde la unión de las familias es necesaria. El llamado a samarios y autoridades es a que no se detengan y continuemos generando acciones que nos acerquen a esclarecer este hecho que sin duda golpea a dos familias que ven pasar los días, sin obtener resultados que les permitan mantener una tranquilidad dentro de tanta tristeza.
También, hay que decir que los medios de comunicación poco o nada están haciendo para difundir estos hechos y que otras personas conozcan la situación, como sí ocurrió, en el secuestro del hijo del alcalde en El Carmen, Norte de Santander, en donde la prensa desplegó en muchos casos cubrimientos en vivo y distintos informes para no dejar perder cada detalle, lo que llevó a compartir aún más la solidaridad de los colombianos, esa que poco se ha visto en las redes sociales y en los medios masivos con esta lamentable historia.
Finalmente, ¿qué está pasando en esta zona? Aquí en la que incurrió la guerrilla en los años 70 y posteriormente los paramilitares en los 90 parecieran perder su tranquilidad como en aquel entonces. ¿Será que estos secuestros son una estrategia de distracción para las autoridades por parte de la delincuencia común? Este interrogante nace tras la alta influencia del microtráfico en el corregimiento de Minca en el que según sus habitantes es atraído por la gran afluencia de extranjeros que llegan a este lugar. De cualquier forma, esta población espera pronto, unos resultados por parte del estado que bastante se ha ausentado por aquí, tanto así que esta comunidad no cuenta con un acueducto, ni alcantarillado y mucho menos con servicio de gas natural. Todos estos malestares, denotan un evidente olvido institucional.