Cada vez que llueve, los estudiantes y los docentes de la Institución Educativa de El Bagre, ubicado en el municipio del mismo nombre en el Bajo Cauca antioqueño, se ven abocados a salir en estampida en busca de tierra alta frente al inminente peligro que presentan las continuas inundaciones causadas por los fuertes aguaceros.
Pese a las gestiones de su rector, William Machado, y del grupo de docentes todo se ha quedado en promesas del gobierno. Por negligencia de las autoridades municipales, departamentales y nacionales de Antioquia y Colombia, que dicen ser las ansiosas en imponer la jornada única e inscribirse en la OCDE, los estudiantes y la comunidad educativa están sometidos al peligro de ahogarse o de ser arrasados por las fuertes corrientes de agua represadas en los patios o por las epidemias o enfermedades propias de la zona tropical.
La Institución Educativa El Bagre fue construida en el año 1968 y, desde entonces, se mantiene con la misma estructura, lo que hace que con el pasar del tiempo se vayan rellenando las calles mientras al interior se conserve el mismo nivel. Es por eso que con cualquier aguacero se inundan las instalaciones de este prestigioso colegio perjudicando, aproximadamente, 1800 estudiantes y haciendo que ellos y sus 58 docentes, directivos docentes, administrativos y personal de servicios generales interrumpan frecuentemente las labores pedagógicas.
Sus techos, pisos y paredes también están deteriorados y nada que se reparan o construyen la nueva sede que los niños y jóvenes necesitan para una educación de calidad.
Si esto ocurre en el principal municipio productor de oro del departamento de Antioquia y donde la minería ocupa un lugar destacado en la economía de la región, ¿qué quedará para las poblaciones que no tienen con que subsistir ?
Recordemos que la empresa Mineros S. A es la que explota la mayor cantidad de oro en el Rio Nechí el cual, aún lleno de oro y riquezas naturales, bordea las calles de este “pobre” municipio. Esperamos que los beneficios anunciados por la empresa como el pago de unos 120 millones de pesos al año por concepto de regalías, la generación de unos 1.500 empleos directos e indirectos en El Bagre, y otros beneficios en obras de desarrollo social incluyan el mejoramiento de las plantas físicas de la instituciones educativas adonde asisten los niños y jóvenes.