Comienzo estas lineas relatando lo innegable. Existen jóvenes cuyo futuro parece atravesado simplemente por ser lo que en el argot popular se conoce como "conchas"; jóvenes mantenidos que a duras penas estudiaron y que cumplen a cabalidad con el rotulo de los "nini" (ni estudian, ni trabajan). Sus vidas parecen más una búsqueda constante del ocio y del conocido "disfrutar el momento", pero más allá de esto hay algo que como joven me preocupa.
Desde hace algún tiempo ha cobrado vida una satanización de la que los jóvenes somos víctimas (por el simple hecho de ser jóvenes). Somos blancos directos de rótulos y caracterizaciones las cuales no hacen caso a un contexto que nos dice mucho más que un rotulo del cual se han armado debates poco profundos.
Según cifras del DANE para marzo del presente año la tasa de desempleo se ubicaba sobre el 9,4%. Es decir, que de la actual fuerza de trabajo disponible casi el 10% carece de empleo, agregue a esto un país con una edad de jubilación alta y verá cómo se agravará esa situación con las futuras generaciones de trabajadores.
Sumado a esto, en caso de que uno sea afortunado de no engrosar ese casi 10% de colombianos desempleados, al solicitar empleo tienen como exigencia años de experiencia los cuales no se tienen debido a que, en el mejor de los casos, esos 2 o 5 años previos se estuvo estudiando.
Para completar este trío maravilla se encuentran los contratos por prestación de servicio. A estos se les busca poner freno al considerarse que, además de ser un "abuso", se están usando de manera descarada dejando con esto a muchos "empleados" sin seguridad alguna.
Pasando al lado de la educación hay que aceptar que son muchos los jóvenes que, a pesar de ser excelentes estudiantes, sus bolsillos, el lugar donde viven o simplemente las injusticias, les han negado la oportunidad de estudiar lo que quieren. Y sé que en este punto van a resaltar la labor de espacios como el SENA, pero ¿no cree usted que es realmente preocupante que un joven que quiera ser médico, ingeniero o politólogo (como en mi caso) no pueda serlo? Para mí estos jóvenes que prefieren estudiar lo que sea antes que nada son el ejemplo de que no todo somos "nini". Paralelamente, mientras miles de excelentes jóvenes se quedan sin realizar sus sueños, otros que tienen las oportunidades malgastan el tiempo y congestionan las universidades sin aportar nada.
Este escenario nos muestra entonces un país con pocas oportunidades y que en vez de realizar transformaciones profundas para abrir puntos de inclusión educativa y laboral, lo que hace es catalogarnos a los jóvenes como "ninis" sin saber lo que hay detrás de cada historia o situación. Y para nadie es nuevo que efectivamente existen personas "conchas", pero si el debate se va a basar en esto, considero que estamos descuidando asuntos primordiales como las políticas de empleo y educación las cuales si parecen hechas por verdaderos "ninis".
