Cuando Wiliam Vinasco Chamorro era apenas un niño, su sueño era convertirse en cura. Su mentor, el sacerdote Guillermo Agudelo Giraldo lo consideraba su discípulo más prolijo y siempre lo ponía a leer los salmos en la misa, que era dada por televisión. Su voz grave y potente llamaba la atención de cualquiera, y ahí fue cuando su sueño de ser cura, se transformó en el de ser un locutor.
Inició su carrera en los medios como la voz comercial de varias empresas, después de haber sido el ganador del campeonato mundial de locución organizado por Armando Plata Camacho. Luego, Todelar Radio le dio la oportunidad de ser su voz oficial y desde ese momento se lanzó al estrellato.
Fue presentador de información deportiva en varios noticieros del país, director de varias emisoras regionales y posteriormente se dedicó a la narración de partidos. Era tan bueno narrando fútbol que se convirtió en el narrador oficial de la selección Colombia, inmortalizando su grito de gol en el partido entre Colombia y Alemania en el mundial de Italia 90.
Pero si Vinasco es conocido por ser un gran locutor, también debería serlo por ser un tremendo empresario. Es el dueño de la cadena radial Radiopolis que tiene bajo su dirección a emisoras tan importantes como Candela o Vibra, o podcast digitales de gran alcance como Piapodcast.
Así mismo, es dueño de uno de los clubes más importantes de Cundinamarca, Briceño 18, donde se hacen múltiples eventos como el Estéreo Picnic. Y por si eso fuera poco, también tiene un restaurante en Usaquén, en Bogotá, llamado Santa Costilla.
Es tan inteligente William Vinasco que no necesita estrategia publicitaria, Él mismo hace promoción de su negocios por medio de sus propias emisoras. Es todo un gurú de los negocios.
Si hay un millonario al que quieran los colombianos, es a William Vinasco Che.
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