“Public or perish” (o públicas o mueres), así de certero fue Esteban García, un ingeniero químico que trabajaba como investigador en Holanda y volvió con la promesa del gobierno de asumir un proyecto postdoctoral. Solía ir en bicicleta a su trabajo en Delft, a 54 km de Ámsterdam. Ahora intenta hacer lo mismo pero en su natal Medellín. Es uno de los más de 140 científicos que retornaron al país.
“Siempre tuve el sueño y la convicción de ser doctor y de dedicarme a la academia” así comienza explicando Esteban el porqué de su llegada a Holanda y de su voluntad de hacer sus estudios en un país con distinto lenguaje. Según él “estudiar en un país con distinto idioma y aprenderlo me daba la oportunidad de abrir otras puertas”, aquí la convocatoria “Es tiempo del volver”, la número 656 de Colciencias. Le abrió las puertas de retorno a su país.
Quien intentó volver pero se quedó fue María Camila Blanco, una bumanguesa y química de la Universidad Industrial de Santander, y becada para realizar un PhD en química en la universidad de Heidelberg en Alemania. Finalizó sus estudios de doctorado en 2014. Ella también aplicó a la 656.
“Para cualquier colombiano en el exterior, con el deseo de enseñar y de hacer ciencia en su país, una convocatoria como esta de Colciencias era lo mejor que podría pasar”, la convocatoria llamada “Es tiempo de volver” tenía como finalidad facilitar el regreso de científicos de alto nivel al país. Sin embargo para María Camila la extensión del cierre de inscripciones, la demora en la publicación de los resultados y las “respuestas vagas y sin fundamento” por parte de Colciencias, le hicieron luego de ser aceptada en dos instituciones, desistir de su deseo de volver a Colombia y renunciar como beneficiaria.
El programa “Es tiempo de volver” ofrecido por Colciencias, fue presentado en los Estados Unidos el 16 de diciembre del año 2013 durante la cumbre “Científicos colombianos”, la cual se realizó en Boston, Massachusetts. Ese día se informó que el programa estaba diseñado “para facilitar el regreso de científicos de alto nivel al país”, dijo Paula Arias directora de entonces. A la convocatoria se presentaron 900 solicitudes de profesionales. A enero de 2015 estaban aprobadas 140. Aunque no todo salió como se había planificado.
Tanto María Camila como Esteban. Los dos se fueron con la convicción de salir para prepararse y volver. Ambos con la intención de hacer ciencia por y para su país.
“Yo llegue en abril de 2014 y tuve que dedicarme un tiempo a la docencia, ya para noviembre no renové esperando una respuesta de Colciencias” durante todo este tiempo Esteban intento no hablar del tema con su familia, “mi madre me decía, ¿vos te vas a regresar cierto?”, para él que le preguntaran en qué etapa iba todo el proceso se tornaba angustiante, ya que la única respuesta que podía darles a su familia era “aún no han dado información”.
Por su parte María Camila, decepcionada por las demoras en las respuestas decidió quedarse en Alemania, asegura que de haber aceptado volver “hoy podría estar desempleada, sin seguro, y esperando por un contrato lleno de trabas” pese a esto dice que no sé arrepiente de haber renunciado a la convocatoria, “estoy en un país en donde aprecian mi conocimiento y mis títulos”. Hoy es una de las dos beneficiarias que según el diario El Espectador ha renunciado al programa.
Lo que ofrecía Colciencias aparte del regreso de estos científicos era fortalecer la investigación en el país, para esto el gobierno de Juan Manuel Santos, destinó 12 mil millones de pesos. Colciencias en el anuncio asumía los costos del retorno y la seguridad social de cada uno de quienes fueran beneficiarios.
Luego de los meses que paso siendo docente Esteban recuerda con alegría y nostalgia todo lo que le dio Holanda, pero ahora asegura que ya está listo para hacer ciencia en su país. “Me la he pasado haciendo mucho papeleo, estos primeros días han sido solo visitas a gestión humana”, asegura Esteban que le ha resultado engorroso y lento la cantidad de trámites que exigen las empresas en Colombia. Por ahora espera terminar pronto “por ahora me toca pedir los equipos y los materiales que necesito”. Hace dos semanas inicio a trabajar.
María Camila al final asegura que a pesar de ya no hace parte de la convocatoria, le duele el trato recibido por sus compañeros por parte de una institución como Colciencias.
Más que el costo y la inversión que implica para el gobierno nacional el programa “es tiempo de volver”, para Esteban lo importante es “no dejar que ese tren científico pase, porque sino quién sabe si después podamos alcanzarlo”. Al final con el mismo entusiasmo con el que recuerda sus paseos en bicicleta en Holanda, sus clases de maestría en inglés, y la ilusión con la que lleno su solicitud para volver, con ese mismo entusiasmo asegura “que un país que no invierte en la ciencia no puede avanzar”.