A través del arte en el resguardo indígena de Puracé, en el departamento del Cauca se mantiene viva la memoria de los mayores, se evidencia y reconoce la lucha y resistencia por la tierra, los saberes ancestrales, la soberanía alimentaria y principalmente su cosmovisión.
En Puracé el muralismo ha permitido reunir niños, jóvenes y adultos en mingas de pensamiento, con el fin de plasmar la historia de este resguardo indígena, perteneciente al pueblo Kokonuko. En estas obras se puede evidenciar el proceso de recuperación de tierras que inició en la década de los setenta, el manejo de las plantas medicinales, la importancia de las fases lunares para todos los procesos que se desarrollan en el territorio, la agricultura, el cuidado ambiental, la danza, el tejido, el trueque.
Los pinceles, las pinturas y las manos creativas han permitido recrear esas historias que hoy están conociendo los niños, como muestra de pervivencia de esta comunidad que continúa manteniendo prácticas como la partería, donde el fuego es el lugar de reunión familiar y la minga es símbolo de unidad.
Desde el mes de marzo hasta la actualidad son cinco murales lo que se han plasmado en distintos lugares del resguardo de Puracé, por medio de un trabajo comunitario entre el colectivo Monareta (artistas plásticos egresados de la Universidad del Cauca), la comunidad en general, autoridades y el proyecto Puchicanga liderado por la Fundación Universitaria de Popayán. Este trabajo ha permitido resaltar la importancia de conservar y mantener viva la cultura de las comunidades indígenas, a su vez estas muestras artísticas se convierten en forma de resistencia, pues el sistema económico busca desaparecer muchas prácticas propias de las comunidades indígenas como el trueque o la minga.
Es así como el muralismo no solo ha servido dentro de la comunidad para dar vida a determinadas paredes, sino que es símbolo de resistencia y pervivencia a través del trabajo, dedicación y pujanza de los puraceños que labran la tierra, cosechan productos libres de químicos, conservan el páramo que abastece de agua a las grandes ciudades; esas paredes narran sus procesos comunitarios.
“Este proceso se construyó con mayores, niños, jóvenes, y equipo del proyecto Puchicanga, donde se reflejó el tema político, cultural, espiritual y el tema de gobernabilidad dentro del territorio”, mencionó Milton Guauña, gobernador suplente del resguardo indígena de Puracé.
De esta manera, se espera seguir construyendo otros murales que evidencien la importancia de fauna y flora que habita en este lugar. A su vez se trabaja en la elaboración de guiones interpretativos que sirvan de ruta turística en esta región, donde resalta el volcán Puracé, sus aguas termales, el cóndor de los Andes y el parque Nacional Natural Puracé.