Cuando Donald Trump subió a la tarima de Mar a Lago, su residencia de Palm Beach, para celebrar la victoria electoral del 5 de noviembre, la figura más vista de su familia fue la de su hija preferida Ivanka, quien poco o nada apareció en la campaña. Con su esposo Jamed Kushner fueron grandes protagonistas de la anterior administración de Trump, él como asesor principal en la Casa Blanca, enviado especial a Oriente Medio, ella también fue asesora y una pieza clave. Sus intereses dieron un giro en estos cuatro años de los Trump sin poder.
Las fotos que publica en redes, en la Torre Eiffel, y con su marido en la Acrópolis, con Kim Kardashian en Malibú revelan la nueva pasión de la poderosa pareja: las inversiones en turismo en destinos sorprendentes.
Tan pronto Donald Trump salió de la Casa Blanca, Ivanka Trump y Jared Kushner crearon un fondo de inversión llamado Infinity Partnersque administra USD 925.000 millones de Arabia Saudita, más de USD 400 millones de Qatar y Abu Dabi. USD 600 millones de un inversionista anónimo y del multimillonario taiwanés Terry Gou, que fabrica la mayoría de los iPhone del mundo en su empresa Foxconn, una de cuyas fábricas está en Wisconsin, Estados Unidos. informó Forbes en su momento. También dijo que Kushner ayudó a negociar subsidios para esa fábrica. Y además llamó a Trump-Kushner “el equipo de oro”.
El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohamed bin Salmán, también conocido como MbS, le apostó al fondo de la pareja confirmando así su cercanía ella.
Adquirieron un terreno en el Mediterráneo que desarrollaran con los arquitectos top, lo cual significaría su regresos al mundo inmobiliario como contó Ivanka en el podcast de Lex Friedman . Pero también tienen planeado abrir un hotel de lujo en Albania, un proyecto que desarrolla la prestigiosa cadena Aman a lo largo de la costa mediterránea de este país del sur de Europa, en terrenos que una familia denuncia que les fueron arrebatados de manera corrupta tras el fin del gobierno comunista en 1991. El proyecto vale USD1.000 millones y no es el único al que Ivanka y su marido le puesto el ojo. También quieren los derechos exclusivos del desarrollo de una pequeña isla estratégica llamada Sazan donde el competidor es una inmobiliaria albanesa-estadounidense de Nueva York, Kokalari-Angelakis, que según dicen, va en desventaja poque el primer ministro quiere impresionar a Donald Trump para que le ayude a Albania en política exterior.
Ivanka Trump y Jerry Kushner, mirando al Oriente Medio
Ivanka —Ivana Marie Trump— es formada como economista en la escuela de negocios de Wharton de la Universidad de Pensilvania y tiene en sus manos los desarrollos y negocios que están en la mira en Oriente Medio. La Organización Trump, que es un fideicomiso privado cuyo único beneficiario es el presidente reelecto. es administrado por sus hijos Donald y Eric, inauguró en Omán a mediados de este año un complejo hotelero Trump International de USD 500 millones en Omán con Dar Global, el brazo internacional del megadesarrollador saudí Dar Al Arkan.
Con Dar Global también está entre manos una lujosa Torre Trump en Arabia Saudita, el primer gran proyecto de esa organización allí. Ese complejo hotelero de cinco estrellas, que se inaugurará en diciembre de 2028, incluiría una discoteca, un campo de golf y un club solo para miembros. Dar Al Arkan acordó usar el nombre y el logotipo de Trump bajo licencia para ese hotel, que no es propiedad de la Organización Trump.
El caso es que los nuevos proyectos de la Organización Trump en Oriente Medio generan preocupaciones sobre posibles conflictos de interés tras la reelección. El senador demócrata Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado, inició una investigación sobre la firma de Kushner y sus vínculos con Arabia Saudita y otros gobiernos de esa región, por “conflictos de intereses significativos y riesgos potenciales de contrainteligencia".
Pero Arabia Saudita es un destino al que Trump-Kushner quieren llegar. El reino está en un ambicioso plan para dejar la dependencia del petróleo y piensa invertir US$800.000 millones en turismo durante la próxima década mientras se prepara para un futuro pospetróleo que está en el cronograma de Visión 2030 y busca inversión directa a medida que los megaproyectos aumentan y las necesidades de gasto se disparan. La idea es convertirse en un importante centro para todo, desde la minería de metales hasta eventos deportivos y tener 150 millones de turistas al año para 2030.Los incentivos van desde exenciones al impuesto de sociedades hasta acceso a terrenos estatales en condiciones favorables.
En Arabia Saudita el plato de las inversiones está servido. En él hay una mezla de negocios y política que tiene precedentes. El foco actual está en la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita que sería la ampliación de los Acuerdos de Abraham sellados en la primera administración de Trump. Estos acuerdos llevaron a la normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán. Kushner, cercano a Israel, lideró las negociaciones como asesor principal en la Casa Blanca.
Vicky Ward, especialista en los negocios de Kushner, autora del libro Kushner Inc.sugirió que en esta segunda administración el yerno de Trump, que es dueño del New York Observer, podría ejercer influencia entre bastidores como una especie de “secretario de Estado en la sombra” o “Kissinger 2.0”. Mientras Ivanka comparte los negocios con la vida cotidiana en Indian Creek ,la isla en la Florida donde también viven Jef Bezzos, Julio Iglesias y Jaime Gilinski, consus tres hijos— Arabella, Joseph y Theodore— su abuela de 98 años, MarieZelníčková,dos perros y un hámster llamado Chester.
Además: La exclusiva isla cerca a Miami donde Jaime Gilinski vive al lado de 40 millonarios más