Brilla desde lejos. De noche está iluminada. En el sur de Bogotá hay una bola gigantesca construida como un reservorio de agua por la empresa Colmena en los 60. Con el paso de los años, se ha convertido en un punto de encuentro, un símbolo para marcar la salida de la capital hacia el sur del país y por tradición la llaman La Bola de la Sevillana.
Algunos han esparcido el rumor de que la van a tumbar, pero lo cierto es que, en 2015, la empresa que funciona en lote de 14.000 metros cuadrados con 330 empleados, decidió convertir La Bola de la Sevillana en un monumento y contrataron al escultor Helvert Ortiz para renovarla y hacerla lucir como siempre para los ciudadanos.
En los últimos años y como consecuencia de los cambios introducidos en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del Distrito, la empresa tiene que dejar este sitio y varias constructoras han expresado su interés en hacer desarrollos urbanísticos en La bola de la Sevillana.
La condición de los dueños a sus eventuales compradores y para atender el clamor de la comunidad que se ha apropiado positivamente de este símbolo, quieren que se conserve y se convierta en un parque para el disfrute de todos.
En este video, con Nicolás Gómez, representante legal de la empresa transformadora de aceros planos, relatamos los secretos de la famosa Bola de la Sevillana: