Con la misma tenacidad con la que forjó su carrera deportiva, la campeona Olímpica de salto triple, Caterine Ibargüen ha cambiado el rumbo de su vida después de quemarse como candidata al Congreso por el Partido de la U, factura millones por sus redes sociales y se prepara para participar en el Exatlon de Telemundo que ofrece una bolsa de $2.000 millones.
A principios de 2021, Catherine Ibargüen reunió a su familia y la llevó a una finca en Don Matías, Antioquia. Destaparon botellas, asaron carne y comieron fríjoles. Cuando la reunión estaba en clímax, les contó lo que había pensado: ya no saltaría más y su intención sería la de ayudar al país a través de la política.
VEA TAMBIÉN: La grotesca y humillante entrevista que le hizo César Augusto Londoño a Caterine Ibarguen
Sólo una tía se opuso. Le pareció innecesario que una de las atletas más exitosas de la historia de este país, medalla de plata en las Olimpiadas de Londres 2012 y de oro en Río de Janeiro, cuatro años después, campeona del mundo, reina del salto triple, se metiera en la maraña política en un país tan polarizado y salvaje como este. Pero, convencer a Caterine Ibargüen que no haga lo que quiere, es harto difícil.
Estuvo 18 años de su vida levantándose a las cinco y media de la mañana para ir a la pista a entrenar durante 12 horas. A veces era tanta la ansiedad que se despertaba a las cuatro de la mañana esperando con ansias la hora del alba para ir al entrenamiento. Eran dos tramos: de seis y media de la mañana a diez. A esa hora desayunaba, siempre un huevo cocido, una arepa y un chocolate.
Luego, descansaba y retomaba a las dos de la tarde hasta las seis. La primera pista que conoció fue la de Apartadó. Las primeras carreras las hizo cuando su abuela la mandaba a la tienda y ella se iba corriendo. Fue ganando resistencia. A los 16 años empezó a tomarse la vida aún más en serio cuando vio que el atletismo sería lo que la sacaría de su pueblo en Urabá y viviría en la villa Olímpica de Medellín.
Así consiguió todo lo que se propuso, aunque su única frustración en una carrera brillante fue no poder llegar, por tres centímetros, a competir en las Olimpiadas de Beijing en 2008. Después de ese revés, tomó la decisión de ir a Puerto Rico a estudiar Enfermería en la universidad que lleva el nombre de ese país. Allí, conoció a quien sería su entrenador, el cubano Ubualdo Duany, el hombre que le cambió la vida y entonces, lo consiguió todo. Pero, en 2021, tomó la difícil decisión de ingresar a la política.
La campeona recién llegada a Medellin
Caterine Ibargüen se inició en política de la mano de uno de los partidos más cuestionados en un país que explotaba: El Partido de la U. Esto le granjeó muchos odios, innecesarios para alguien que era un referente para los niños del país, una inspiración para todos los que hacen deporte en lugares distantes como Apartadó.
La exdeportista fue elegida como cabeza de lista para aspirar al Congreso de la República y el domingo 13 de marzo fue un día triste para ella. Apenas obtuvo 38 mil votos lo que la dejó en la posición 15. No le alcanzó. Ese Partido solo obtuvo 10 curules. Fue un momento triste para ella y tuvo que recomenzar. Ese momento fue peor que el que sintió cuando por tres centímetros quedó eliminada de la posibilidad de representar al país en las Olimpiadas de 2008 en China.
Caterine Ibargüen significaba para el Partido de la U la posibilidad de cambiar la imagen a una colectividad golpeada por el escándalo de los Ñoños y los Musa, pero esto le hizo más daño a la campeona que bien a la U. y fue muy duro para una gloria nacional, tener que afrontar el rechazo de la gente.
Con nuevas marcas, Caterine da otro salto lejos de la política
Se levantó de la quemada porque Caterine Ibargüen dice que la gente que más pesar le da, es la que se rinde y ella no conoce esa palabra. Uno de los canales que ha usado es el de su cuenta de Instagram. Tiene 717 mil seguidores y es un éxito es en redes sociales.
Aprovecha además su popularidad para impulsar famosas marcas como Oral B que aprovechan la característica sonrisa de la medallista olímpica. Se estima que esta negra feliz, como se define, puede cobrar más de 100 dólares por promocionar productos en su feed o en sus historias de IG.
Ahora, también se alista para participar en ExAtlon, uno de los programas de la cadena Telemundo esperado con mayor expectativa a partir del 26 de septiembre de 2023.
A sus 39 años, Catrerine Ibargüen ha decidido por fin relajarse los domingos, levantarse tarde y comer muchas crispetas mientras ve series y series en Netflix. Eso sí, a veces siente el llamado de la pista y jamás dejará de ser lo que siempre ha sido: una campeona del mundo.