El estudioso del tema del narcotráfico Ricardo Vargas lleva décadas en el tema analizando además la manera como la ilegalidad ha afectado a la sociedad, al estado y a la política; la vida democrática.
En esta conversación exlica los cambios que se están en dando en el negocio del narcotráfico, los nuevos actores más dispersos pero controlados internacionalmente con presencia no solo en Estados Unidos (solo un 30%), sino en Europa, Suramerica y Asia. Analizan también los efectos del repliegue de las Farc por el proceso de paz en las zonas controladas por ellos en el pasado donde impera ahora el caos y los asesinatos como mensaje de poderío entre las bandas criminales.
Juan Manuel Ospina: ¿Por qué nos ganamos el gordo de la lotería y nos volvimos en el primer productor mundial de coca, qué nos llevó a que esa situación se diera?
Ricardo Vargas: Colombia no siempre tuvo un auge de cultivos, inició en el narcotráfico en el procesamiento y la exportación y la pasta base se traía de Perú y Bolivia en los inicios de los ochenta que es donde entra Pablo Escobar y el Cartel de Cali. Los dos eran fuertes porque tenían la capacidad financiera para traer la pasta para el negocio en aviones propios. Colombia, en esa época, no era productora de hoja de coca.
JMO: Esta era gente que tenía capacidad económica y canales comerciales, porque algunos estaban ligados al contrabando que terminaron en este comercio.
RV: El contrabando y la producción de marihuana son los dos antecedentes más importantes del tráfico de cocaína. Había que tener los contactos de la cadena. ¿Por qué nos volvimos productores? Una razón fue la muerte de Pablo Escobar y el apresamiento del grupo de Cali; Peru y Bolivia se quedó sin compradores y se optó por sembrar en Colombia las mismas variedades. Fue un proceso largo, solo en el 95 hubo en el pais una producción importante, con la participación de más gente en el negocio. No se requerían aviones, se transportaba en camionetas 4x4. El proceso duró unos diez años. Ahora la productividada, por el cruce de variedades, es enorme.
JMO: ¿Este es un cultivo amazónico?
RV: Si, llegó a Guaviare, el Vaupés, la zona del Meta, ahí se desarrolla ese proceso de reconversión, esas son zonas de conolización y entran las guerrillas y se da un cruce entre el control territorial guerrillero y los cultivos.
JMO: Cuando el narco cultivo se inicia ya están los colonos y la presencia de las guerrillas y se genera un choque gigantezco. ¿Cómo fue ese encuentro entre campesinos, colonos y guerrilla?
RV: En esa fase había un acuerdo pacífico muy rentable para todo el mundo. La guerrilla establecía una conexión con los compradores, negociaban el precio, una vez hacían el negocio ellos entraban a la zona de producción y se entendían con los chichipatos que eran los pequeños productores de coca. Eran el puente. Es la época del gramaje
JMO: ¿Cuál es la lógica del gramaje?
RV: El gramaje era un impuesto que se le colocaba a los capitales compradores, dependiendo de los precios internacionales y sobre eso se montaba el impuesto del gramaje. Esto tiene algunas excepciones como ocurría en Miraflores en el Guaviare, donde se dieron cultivos grandes hasta de cien hectáreas; no habían campesino sino jornaleros. Los narcos hacían el negocio directamente con las guerrillas. Compraban a futuro la producción y había un compromiso para entregar un tonelaje, eso estaba industrializado, con picadores monumentales.
JMO: ¿Por qué se cerró ese ciclo empresarial capitalista del cultivo de la coca y se regresa al pequeño productor? ¿No resultó rentable? ¿Qué papel jugaba el Estado?
RV: El Estado siempre está metido en esta economía. Controlaban los insumos, la llegada del cemento, de la gasolina, la policía captaba eso. En Miraflores era una especie de control muy circunscripto en la cabecera del aeropuerto. Hay unos acuerdos, unas órdenes donde todo el mundo gana y no hay necesidad de violencia. Esto nos lleva a decir que esa asociación entre narco y violencia no es necesariamente cierta. Se convivía en medio de la ilegalidad y solo cuando se rompía el equilibrio arrancaba la guerra.
JMO: ¿Será que la disparada de asesinatos en estas zonas no nos estará mostrando que hay un reacomodo en el negocio?
RV: Las Farc dejaron los territorios por el Acuerdo de paz y empezó una dispersión de actores y unos controles menos nacionales y más locales; unos juegos de actores que buscan zonas para traficar.Hoy en día tenemos actores fragmentados, dispersos, con el ejercicio de la violencia. Antes, con las Farc, con los paras, la comunidad podía hablar con ellos, ahora se usan las muertes como mensajes.
Es muy común decir que el narco colombiano que fue sustituido por los mexicanos y que llegan y controlan el negocio y que la plata se la llevan a México. En eso ahí mucha especulación. Lo que ha ocurrido es distinto. Con la ausencia de las Farc, que mantenían un orden en el negocio, aparecen nuevos actores e inseguridades con los compradores ya existentes, como los mexicanos, quienes mandan emisarios para ver con quien hay que negociar para garantizar calidad y tonelaje.
Simultáneamente Colombia diversificó la ruta de manera impresionante, todos piensan que el único comprador es EEUU cuando ellos apenas controlan el 30% el resto está en Äfrica, en Europa Oriental, Brasil, Suramérica y estas rutas las controlan colombianos. Acá se cambiaron fueron las rutas, son redes donde participa gente de todos lados.
JMO: Las redes no tienen cabeza, tienen dinámica. Lo que dices reafirma que en esos escenarios el estado no existía y el regulador eran las Farc.
RV: A ese control de la guerrilla simultáneamente se daba una nueva dinámica de la guerra con la creación de los grupos parmailitares en la costa norte del país. Se fortalecen, hacen arreglos con los terratenientes y de ahí resulta el discurso de Carlos Castaño de ir por las tierras de las guerrillas al sur, mientras ellos controlaban en el norte los grandes puntos de exportación: Darien, Guajira y frontera con Venezuela. Aun ahora, después de veinte años, siguen siendo rutas controladas por paramilitares.
JMO: Te he oído sostener que el tema no es la venta de la coca, sino lo que viene después.
Si, lo más importante es ¿cómo se lava la plata?. Los rodos que entran al país después de las ventas afuera. Se lava con las tierras, en la estructura agraria. En ese proceso emerge una élite nueva, poderosa, con poder político con prácticas mafiosas y ese es el problema fundamental de la construcción democrática de este país. Élites poderosas que inciden en la dinámica política del país.
El problema no es Sinaloa reemplazó a los colombianos sino es ¿dónde quedó ese dinero? Los grupos armados asociados al narcotráfico son efímeros; cambian; como el viejo paramilitarismo. Lo que es permanente es el beneficio de las élites regionales que han sabido tener los beneficios de los dineros que retornan a Colombia. Por eso, la frontera entre lo legal e ilegal se evaporó. Colombia opera en esa zona gris, ahí es donde está otro de los problemas más serios y es que la institucionalidad nuestra se beneficia de ese proceso.
JMO: Ahí entra el cáncer de la corrupción.
RV: Este proceso tiene que ver con la afianzación del capitalismo salvaje. Entra en una dinámica de acaparación, se acaban los principios, se arrasa con todo.