Hace cinco años, el español resultó condecorado por el Congreso de Colombia con la orden de Caballero. Le premiaron la recién inaugurada escuela infantil de fútbol. Su viaje en el 2013 a Colombia fue un buen pretexto, más cuando Florentino Pérez estaba cocinando un negocio de 700 millones de euros para su empresa ACS (Actividades de Construcción y Servicios): la doble calzada Conexión Pacífico Medellín y Bolombolo, una obra 49 kilómetros, 42 puentes y dos túneles con la que se pretende reducir a 7 horas la ruta Medellín – Buenaventura. Logró esta concesión por 25 años tras derrotar a sus coterráneos Sacyr y OHL, y a la brasilera Odebrecht. Menos de dos meses después tendrían entre su portafolio de negocios la conexión Mulató-Loboguerrero-Cali a través de su filial Acciona. Quiso quedarle con la concesión por 945 millones de euros para la recuperación del río Magdalena pero el músculo financiero y político de la llave Luis Carlos Sarmiento-Gerlein-Odebrecht, lo derrotó.
Es que para el Faraón del Madrid lo más importante ha sido los negocios por encima del club. La contratación de James Rodríguez no se tomó sólo por razones deportivas. Sabía que su foto con la camiseta blanca mejoraría el ambiente a la hora de afrontar licitaciones en Colombia. Cansado de salir campeón de Europa durante tres años consecutivos, Florentino está decidido a recuperar lo invertido.
La afición blanca no podía creer lo que leía en los diarios a finales de la primavera. Cristiano Ronaldo, su ídolo máximo, el futbolista que más copas internacionales le había entregado al Real Madrid desde el mítico Alfredo Di Estéfano, abandonaba el club. En Madrid los problemas se iban apilando como garrapatas en un perro enfermo. A los señalamientos por parte del Fisco de una deuda multmillonaria por evasión de impuestos, se sumaba las denuncias de una modelo inglesa por una supuesta violación en Las Vegas. Ronaldo, quien le había dado cuatro copas de Europa, esperaba mayor respaldo por parte del equipo de sus amores. Pero no fue así. De la casa blanca solo lo respaldaban sus amigos, los compañeros que se partían con él el lomo en la cancha. El presidente lo miraba como mercancía dañada, como si ya fuera prescindible. Es que Florentino no tiene lealtades con nadie.
Aún se recuerdan en los pasillos del Santiago Bernabeu decisiones polémicas como sacar por la puerta de atrás a Florentino Pérez a Vicente del Bosque, tal vez el entrenador español más exitoso de la historia. Dos champions, dos Ligas no fueron suficientes argumentos para convencer a Florentino de la importancia del Bigotón, el hombre que además supo controlar el despliegue de egos más impresionante que el club recordara. Un vestuario en donde convivían Figo, Ronaldo, Zidane y David Beckham tenía que ser dirigido por un puño de hierro. Pero Del Bosque parecía demasiado un profesor para el proyecto de Florentino en donde el fútbol sería lo de menos. Después de su ida y de la sacada de Makelele, el estelar volante de marca francés, el Real Madrid vivió una sequía de cuatro años sin títulos.
Los fichajes al club le importaban no tanto para conseguir resultados deportivos sino para que su empresa constructora ACS pudiera conseguir contratos en otros países. Después de la llegada de James Rodriguez al Real Madrid en julio del 2014, luego del espectacular mundial de Brasil en donde se consagró goleador, la empresa de Florentino se apuntaló contratos en Colombia por mas de USD$1.000 millones. El precio que pagó por el jugador, más de USD$ 80 millones parece una bicoca comparado a lo que ganó con James no sólo en contratos en Colombia sino en venta de camisetas. A esto se le suma el buen desempeño del colombiano. Sin embargo otros fichajes han sido cuestionados por intereses extradeportivos. Este fue el caso del turco Altintop y del mexicano Chicharito Hernandez quienes al parecer fueron contratados para abrir las puertas de la constructora en esos países.
La mentalidad faraónica de Florentino se notó más que nunca al inicio de esta temporada. Las últimas Copas Europeas tuvieron como protagonista al arquero costarricense Keylor Navas. El presidente del club se obsesionó con llevar al arquero belga Thibaut Courtois quien le costó al club USD$ 100 millones. En vez de reforzar la salida de Ronaldo el magnate prefirió gastar esta millonada en un suplente que cuando actuó de titular, como en el pasado clásico con el Real Madrid, recibió cinco goles. Además, el anunció horas antes del debut de España de que Julen Lopetegui, entonces seleccionador, sería el técnico del Real, acabó con las aspiraciones españolas en Rusia 2018. El entrenador fue despedido la última semana de octubre.
A Florentino no parecen importarle demasiado los resultados deportivos. Está obsesionado con construir un nuevo estadio con lo que el club se endeudará en 575 millones de dólares. Esta operación despertó las críticas más furiosas por parte de los hinchas. Florentino prefiere un estadio ultramoderno que un reemplazo para Ronaldo quien desde ya amenaza con perpetrar su venganza: llevarse a la Juventus a Tony Kross y a Marcelo, dos de los jugadores preferidos de Florentino.