Migrantes en Nueva York están siendo recibidos con generosidad, pero también con insultos de otros desamparados.
El Centro de Emergencia Humanitaria del alcalde de Nueva York abrió las puertas de la ciudadela de tiendas en la Isla Randall, en medio de la generosidad de muchos y los insultos y rechazo de otros.
Las personas que están siendo enviadas a la ciudadela son en su mayoría hombres que se van aquí hasta que la Alcaldía los identifique.
Pero hay un pequeño problema: muchos de los migrantes en Nueva York no traen documentos. En el caso de los venezolanos, la situación es crítica, pues el consulado venezolano— hasta ahora ha dado pocas muestras de colaboración con sus connacionales.
Los colombianos se quejan de que “es imposible conseguir cupo para conseguir la cédula y el pasaporte”. Pero Crisanto Torres, el cónsul general dice que no es así y que están atendiendo a todo el mundo.
Muchas bienvenidas
Los migrantes en Nueva York están recibiendo muchas bienvenidas. Restaurantes y pizzerías están donando alimentos, así como muchas iglesias de todas las religiones e instituciones benéficas están ayudando a los recién llegados.
La Jornada, una organización que da alimentos a los neoyorquinos, en este momento está buscando un sitio para repartir alimentos. "Estamos alimentando a 20 mil personas diariamente y nos han echado de tres sitios", expresó Pedro Rodríguez, su fundador y director general.
“Que Dios lo bendiga, sino fuera por él, nosotros nos hubiéramos muerto de hambre”, afirmó María López, una señora de Buenaventura que llegó hace un par de meses con miles de migrantes a Nueva York.
"Que se vayan"
Frente a las cámaras de televisión, muchos desamparados rechazan a los inmigrantes. "Aquí no los necesitamos", aseguró un hombre que se identificó como Damián, alegando que él lleva más de un año viviendo en un refugio y que nunca le han dado “tantos beneficios”.
Baran, otro desamparado se quejó de que a ellos nunca les dieron leche y jugo. "A estos los reciben como príncipes y para nosotros que somos americanos, nada".
"Con las elecciones de mitaca a solo dos semanas, nadie sabe cómo esta marejada migratoria va a perjudicar a los demócratas", preguntó Esperanza Mejía, una analista de medios.
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