Cuando se habla del sector farmacéutico colombiano hay una empresa que ha sabido posicionarse como la clara dominadora hasta el punto de colarse entre las más grandes de todo el país sumando todos los tipos de negocio: Cruz Verde. Esta cadena de farmacias que nació oficialmente en 2014 después de años operando como Farmasanitas y que en 2015 fue comprada por el gigante Grupo Femsa de México ha crecido a pasos agigantados en el país hasta el punto de contar con más de 800 locales repartidos en 28 de los 32 Departamentos.
Desde entonces sus ingresos no han parado de crecer e, incluso, ya en 2019 se lograron meter entre las 40 empresas más grandes de Colombia según la Superintendencia de Sociedades, grupo del que no han salido hasta ahora. Entonces sus ingresos operacionales fueron de $ 2,3 billones, cifra que casi lograron duplicar en cinco años llegando a $ 5,2 billones en 2023.
Esa misma tendencia se venía presentando con las utilidades, las cuales eran siempre positivas. Sin embargo, en 2023 todo cambió y, a pesar de que fue la empresa más grande del sector farmacéutico con mucha diferencia por sobre Audifarma, Procaps o Copidrogas, sus resultados financieros arrojaron que terminaron perdiendo plata.
Su utilidad terminó siendo de -53 mil millones, siendo la única grande del sector con pérdidas además de Coopservir, la administradora de Drogas La Rebaja que se encuentra atravesando una crisis. En el otro lado de la balanza se ubicó la caleña Tecnoquímicas, con $ 272 mil millones en ganancias.
Fue un año dedicado a una expansión agresiva
Después de comprar Multidrogas en 2022, los dueños de Cruz Verde siguieron firmes en su cruzada de comprar pequeñas droguerías, lo cual refrendaron con las adquisiciones de la antioqueña Droguerías Smart y de la santandereana La Botica. Negocios que les permitieron aumentar su número de establecimientos, pero que no les aseguraron ganancias.