La necesidad de buscar caminos alternativos para cumplir con funciones que el Estado se atribuye pero generalmente incumple, ha obligado históricamente a la población campesina a organizarse y tratar de salir adelante sola. En 2004 surgió, tras el primer Congreso Nacional Agrario realizado en Bogotá, la iniciativa de Mercados Campesinos. Nació como una propuesta de varias organizaciones campesinas nacionales que, de acuerdo a los principios de soberanía y autonomía alimentaria de los pueblos, diseñaron un modelo de comercialización diferente al tradicional para la distribución de alimentos en la capital y también como una forma de producción beneficiosa para la economía campesina familiar.
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Dos sábados al mes, cientos de familias campesinas provenientes de municipios de Cundinamarca, Boyacá, Tolima y Meta, traen y ofrecen en Bogotá sus productos agrícolas. Los Mercados están ubicados en los siguientes parques de la capital: Álamos, Alcalá, Arborizadora baja, Fontibón, Kennedy, Marruecos, Olaya, Policarpa, Suba, Villaluz y, semestralmente, la Plaza de Bolívar. La comercialización es directa y con precios más equitativos para vendedor y comprador, ya que se eliminan algunos costos de intermediación.
Ser pequeño o mediano productor campesino, residir en el municipio y regirse bajo los acuerdos colectivos que los mismos integrantes de un Comité Campesino establece, son las condiciones para hacer parte de Mercados Campesinos. Estos Mercados han sido promovidos y apoyados por el Comité de Interlocución Campesino y Comunal, que reúne la representación de doce organizaciones campesinas nacionales y regionales, por ILSA, la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico; por la Alcaldía Mayor de Bogotá, Oxfam Gran Bretaña y por la Unión Europea.
