Los mejores libros sobre terror en Bogotá

Los mejores libros sobre terror en Bogotá

En esta Feria del libro están las historias más escalofriantes que tienen como protagonista esta ciudad. Análisis de Ricardo Jaramillo

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mayo 01, 2019
Los mejores libros sobre terror en Bogotá

Para muchas personas, vivir en Bogotá o pasear por ella es una experiencia terrorífica. Más allá de la pésima movilidad, la contaminación, la falta de solidaridad y la evidente desigualdad, algunas autoras y autores han escrito textos en los cuales la ciudad se convierte en caldo de cultivo para zombis, licántropos, fantasmas y otros horrores; todas lecturas apropiadas para una Semana Santa pasada por agua.

El sonido del Apocalipsis. En una Bogotá semidestruida, un hombre narra su transformación en un monstruo que emite un sonido que asesina todo a su paso, mientras una mujer cuenta cómo llega el fin del mundo a la ciudad.

Óscar Mora, “Siete días de ruido”. himpar editores, 2015.

Licantropía bogotana. Un adolescente descubre que sus accesos de ira y el hambre permanente que siente no solamente son resultado de los cambios hormonales: es un hombre lobo. Mientras conoce a otros de su especie, se empieza a involucrar en un sistema de castas que vive en las alcantarillas de la ciudad y en el que solamente sobreviven los más fuertes y sanguinarios.

Gabriela Arciniégas, “Rojo sombra”. Laguna Libros, 2013.

Una mirada fantasma. Una mujer es desaparecida en la Bogotá de los años 90 y su fantasma recorre una ciudad infernal. El esnobismo de La Macarena, la degradación de Teusaquillo, la pauperización de Chapinero, las drogas, las personas habitantes de calle, los abusos sexuales, el transporte público, el baile, el amor y, ante todo, la noche son parte del repertorio citadino por el que esta novela nos pasea.

Liliana Guzmán, “Diario de la mujer invisible”. E-ditorial 531, 2016.

Una infección mal llamada amor. Un biólogo se enfrenta a dos de sus peores miedos: un fenómeno que no logra comprender está matando al amor de su vida. Los laboratorios y pasillos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional, al igual que las calles de la ciudad, son el escenario en el que se libra una batalla biológica bellamente ilustrada por Carlos Jacanamijoy.

Fernando Gómez Echeverri, “Microbio”. Laguna Libros, 2013.

La fealdad y la tortura. Un hombre con una giba inmensa trabaja por las noches en un supermercado y procura nunca salirse de su rutina, hasta que es invitado a una fiesta infantil en la que será la principal atracción.

Daniel Villabón, “La soledad del dromedario”. Universidad Central, 2011.

Bogotá zombi. No se sabe cómo se originó, pero un virus se empieza a propagar por todo Bogotá y sus habitantes se asesinan entre sí. Un grupo de personas se ve cada vez más encerrada en el oriente de la ciudad, hasta que su cotidianidad termina restringiéndose a un pequeño cuarto.

En otra parte de la ciudad, el virus se extiende gracias a aglomeraciones como Rock al Parque, y una pareja de enamorados trata de que su amor sobreviva a pesar de estar a punto de convertirse en zombis.

Por último, desde el futuro postapocalíptico llegan relatos sobre cómo las bogotanas y bogotanos terminamos comiéndonos hasta los gatos para tratar de sobrevivir después de la invasión de los muertos vivientes causada por unos políticos desalmados.

Álvaro Vanegas, “Virus”. E-ditorial 531, 2015.

Fernando Gómez Echeverri, “Muérdeme suavemente”. Reservoir Books, 2013.

Miguel Ángel Manrique, “Ellas se están comiendo al gato”. Taller de Edición Rocca, 2013.

 

Instagram: @ricardo_jaramillo_rincon

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