Una de las prácticas más repetidas en el mundo del internet es aprovechar información que no es propia para ganar seguidores o clics en redes o sitios web, aún cuando no está bien que utilicemos cosas que no nos pertenecen y estemos en riesgo de cometer delitos de propiedad intelectual.
Si bien los medios de comunicación —ya sean deportivos, políticos, variedades, entre otros— no deberían coger contenidos ajenos, ni mucho menos generar unos que se salgan de su línea editorial o que contengan amarillismo o sensacionalismo, lo hacen. Por ejemplo, un portal de temas políticos no debería publicar fotos de las esposas o hijas de los jueces o políticos solo porque tienen una relación directa o familiar.
En fin, todo esto va al caso de Futbolred, uno de los portales de deportes más visitados en Colombia, pues mucha de su información se basa en especulaciones —como pasa en casi todos los medios deportivos— y sigue la tendencia de exponer a las novias de los jugadores de fútbol para atraer seguidores y clics. Los medios deberían ceñirse a lo estrictamente profesional, ya que estas imágenes no buscan informar. De hecho, siempre son fotos de mujeres con poca ropa que nada tienen que ver con fútbol... Deja mucho que desear que los portales usen la figura de la mujer para impulsar sus contenidos supuestamente deportivos a través del morbo.
Ahora bien, este fenómeno no se limita a Colombia. Las páginas deportivas de muchos países —entre ellos Italia, España, Argentina e Inglaterra— han utilizado el morbo y el sensacionalismo como una estrategia desde hace más de 20 años. El Mundo Deportivo, Marca, Bild, The Sun, The Daily Mirror y The Daily Star, por ejemplo, son los que más contribuyen con este fenómeno. De hecho, en las páginas deportivas de Bild, el periódico más vendido de Europa y el tercero del planeta (con más de 3.5 millones de ejemplares diarios), el fútbol ocupa el 70 por ciento del espacio y es tratado sin rigor periodístico y con el objetivo de exacerbar los ánimos de los hinchas.
Con eso en mente, no podemos impulsar una cultura web donde los clics y likes sean más importantes que la calidad de los contenidos, la veracidad y la seriedad de la información. Si quieren ver mujeres con poca ropa o sin ella, hay miles de portales en internet con este fin. Sin embargo, no se concebible que los medios, donde la verdad y la información deberían primar, además de cosificar la imagen de la mujer se valgan de estas táctica para salirse con la suya.
No obstante, la culpa también recae sobre los usuarios que consumen contenidos pobres y llenos de morbo y amarillismo. Tenemos que crear un consumidor que prefiera los buenos contenidos y que se niegue a aceptar los que no cumplan con unos mínimos de calidad. A mí personalmente no me gusta que se use y se instrumentalice la figura de la mujer y mucho menos en portales deportivos (los cuales disfruto cuando tienen información y contenidos netamente profesionales y verídicos).
Por cierto, en un artículo de la revista Shock, titulado Si no les gusta el fútbol, acá hay otra razón: su periodismo amarillista, Héctor Cañón cuenta un dato interesante: "Mickey Dougan, un niño orejón que estaba cambiando de dientes, era el protagonista del cómic al que se bautizó en las calles neoyorquinas como 'the yellow boy'. De ese modo, nació la prensa amarillista que hoy tiene una de sus máximas expresiones en los periódicos deportivos que basan su éxito en la especulación, el chisme sin fundamento, la explotación del morbo de los hinchas y la cizaña que siembran con titulares engañosos y fotos truculentas".
Lo cierto es que no hay un ente regulador que pueda poner en cinta a todos estos medios. Los mismos periodistas deberían definir sus líneas de información, ser éticos y no dejarse influenciar por este tipo de acciones que solo ponen en tela de juicio su profesión, independencia, calidad y veracidad.
Ver: Futbolred, el periodismo deportivo que no queremos ver