Como bien lo definió el escritor mexicano Juan García Ponce “Los caminos del arte en general y de la literatura en particular, para intentar poner un límite desde el principio a la tendencia de la palabra ociosa o la divagación, parecen caracterizarse precisamente por su falta de fin.” Eso es lo que vemos en el arte de Elsa Zambrano. En su nueva exposición en la Galería Beatriz Esguerra, encontramos una nueva propuesta en la que con sus objetos y postales hace una interpretación mágica de pinturas de grandes maestros. Ella, como todos los demás mortales que no podemos comprar las grandes obras y nos llenamos de postales para no perder el rastro del recuerdo, las usa como uno de los muchos recursos de su creatividad artística. Durante muchos años trabajó en cajas pequeñas y cerradas guardianas de su muy personal interpretación de sus colecciones, pero ahora durante la pandemia en la que fue ella la que estuvo guardada en su taller, sus objetos salieron de su encierro.
Elsa Zambrano, La danza, Matisse, 2020
En esta exposición incorpora a sus pinturas una repisa en la que hace lo que siempre hace ella, interviene la obra con su propia versión e intención. Es el caso de La Danza de Matisse obra realizada a petición de un millonario ruso textilero en 1919 y que ahora cuelga en el Hermitage, en la que sus danzantes seres en movimiento circular empiezan a hablar del arte abstracto. Elsa les incluye un grupo de bailarinas de ballet pintadas y una fila de figuras en plástico, pequeñas bailarinas interpretadas en rosado que contrasta con el azul brillante característico de Matisse. También usó para esta novedosa propuesta al artista ruso Vladimir Malevich fundador del Suprematismo ruso, reconocido por el mundo años después de la revolución. De este artista Elsa escoge Los Deportistas, figuras que repite dentro del cuadro y en la repisa haciendo contraste con la geometría y la utilización del color.
Elsa Zambrano, Vladimir Malevich, 2020
Entre una muestra variada de muchos pintores abstractos y geométricos, y de mujeres desconocidas hasta hace muy poco en la historia del arte como Carolina Cárdenas considerada la pionera del art Déco en Colombia, está también el muy conocido pintor Pop norteamericano nacido en Ohio en 1931, Tom Wesselman quien propuso la incorporación de objetos reales dentro de la pintura, idea que Elsa reorganiza y reinterpreta a manera de instalaciones, pintura y objetos.
Esta es la magia de su trabajo, una nueva forma de combinar procesos creativos.