Calificación:
Conscientes de los altos estándares de calidad que han venido manejando las últimas producciones de terror, los creadores de Actividad paranormal decidieron ponerse serios a escribir un guion en el que, contrario a las otras cuatro entregas anteriores, lograron desarrollar cada uno de los personajes. Sí, te vas a encontrar con los clichés y las limitaciones que han tenido todas las películas de terror que eligieron, desde La bruja de Blair, el formato del seudodocumental y que al final, el único recurso que han podido encontrar estas historias, es que la cámara queda en el piso, después de que el último de los simpáticos protagonistas muera acuchillado por un espíritu perverso.
Todos esos clichés están en Los marcados, con la diferencia de que acá no te va a asustar nada pero por alguna extraña razón vas a quedar aferrado a la silla y vas a estar inmerso en una historia que no tiene ni pies ni cabeza. El tema no es nada novedoso y está mucho mejor desarrollado en las recientes La casa del diablo de Ti West y sobre todo en la magistral Lords of Salem de Rob Zombie: la de las brujas obsesionadas por conseguir una mujer muy joven que preste su útero para que crezca allí la semilla del demonio. Eso, al menos en un principio, es lo que intentan contarnos sus guionistas, pero todo se trastoca cuando aparece Jesse, el carismático muchacho de origen mexicano encargado de robarse el show. El joven, después de entrar a la morada de Ana, la vecina que acaba de ser asesinada y la que todo el barrio no duda en afirmar que es una bruja, aparece con la marca de un mordisco en su brazo.
Después de ver la marca, Jesse comienza a desarrollar algo parecido a unos superpoderes que le permiten mantenerse suspendido en el aire o volar con su patineta. El humor en esos primeros minutos aflora y uno no sabe si está viendo una película de terror o un capítulo de Jackass. A esta altura la película ya es un vagón completamente descarrilado y se ha perdido por completo la ruta, pero ¿Qué importa? Igual las grandes películas del año, las que van a competir por el Óscar no se han estrenado todavía y lo único que está en cartelera es ese capítulo de La Rosa de Guadalupe dirigido por un comediante mediocre como es Eugenio Derbez y la última parte de la trilogía a la chambonería escrita por nuestro Robert Towne criollo: Dago García. Así que relájate y déjate envolver por el carisma de Jesse, de su abuelita, de su amigo Ramón y piensa que, para ser parte de la franquicia de Actividad paranormal, Los marcados no está nada mal.
Así que para sacudirte de la modorra de enero recomendamos el placer culposo de ver una película mediocre, intrascendente pero a la larga juvenil y divertida, de esas que se consumen un domingo en la tarde después de haber rumbeado toda la noche del sábado.