Si alguna vez ha pasado por la plaza de los periodistas o más conocido aun como el sendero de las Aguas, exactamente la Calle 12 con Cra 4ta, en las tardes de cualquier día jueves del año, seguramente se ha tropezado con un grupo de jóvenes malabaristas pertenecientes a la Comunidad Fungi, un grupo de muchachos que iniciaron con un proyecto de grado, inculcando la pedagogía cultural y corporal, con el fin de brindar a los jóvenes que de alguna manera se encontraran interesados en tomar talleres de manera gratuita para el buen aprendizaje y aprovechamiento de tiempo libre.
Estos adolescentes líderes cabeza del proyecto, realizan los encuentros para practicar lo que pondrán en escena los días jueves, en las aguas, y los domingos en el Parque Nacional, donde manifiestan que cada vez son más los que se acercan a observar detenidamente, después de esto si dan el segundo paso para preguntar cuánto deben pagar y qué deben hacer para pertenecer a estos encuentros. La respuesta es mínima, “Si te gusta explotar lo que te puede brindar tu cuerpo, acércate aquí, nosotros no pedimos plata, tampoco queremos ser limosneros, sencillamente es un campo abierto para quien quiera venir a aprender”.
Sus encuentros consisten en experimentar diferentes movimientos que puede realizar el cuerpo humano junto con cualquier otro elemento. Cuelgan telas en los árboles para maniobrar, realizando diferentes figuras con el cuerpo, enredos, vueltas y mucho manejo abdominal, seguro que refleja mucha tranquilidad, otro de los ejercicios es colgar un correa más conocida como la riata de extremo a extremo amarrada en cada árbol para que de esta manera la persona se suba y sepa manejar el equilibrio de su cuerpo, pasando por la correa de diferentes maneras, y otra de las que más llama la atención y no menos importante, es sacar provecho de la flexibilidad y arte corporal para crear figuras entre dos o más cuerpos.
Es así como elementos tan básicos hacen de un momento una experiencia única instaurando con el fuego, las pinturas, la danza, bolas mágicas y otros tantos elementos que reciclan, para crear pedagogía corporal que es el nombre que le ponen a los talleres que ofrecen sin ánimo de lucro, claro está, en su gran mayoría es un arte empírico, y resaltan mucho esta frase “Yo aprendo para enseñar”
Es así como LA COMUNIDAD FUNGI, es experimental porque no tiene fronteras, además tiene algo muy importante y es que trabaja con todos los lenguajes, hace trabajo de investigación-acción, realiza intervenciones, presentaciones en teatros y además recolecta fondos en los semáforos, para con esto comprar los elementos necesarios.
Actualmente está vinculada a otros colectivos de la ciudad tejiendo una red y varios circuitos de creación consciente colaborativa, brindándole la oportunidad a todos lo que se acerquen a este lugar y quieran aprender del arte corporal, reflejando que no se necesita ser hombre o mujer ni tener una edad exacta para saber de esto, simplemente son un circulo dentro de un circulo sin principio ni final.
De igual manera existen otro tipo de escuelas de formación teatral, dando a conocer los espacios culturales creados por jóvenes y para los jóvenes, realizando eventos donde muestran el resultado de los talleres. La escuela “Caos Cirkus chan” extiende la invitación a cada una de las personas que desee pasar un rato ameno y libre de rechazos, puede acercarse al centro comercial Fiesta Suba donde se realizaran espectáculos del 25 de enero al 22 de febrero del 2014, la entrada es libre; de igual manera la Escuela Comunitaria Circlownbia sigue convocando a las personas que quieran asistir este 2 de febrero en el lanzamiento de la escuela libertaria por la educación popular, en el barrio La Mercedes localidad de Suba, es un espacio para que de una u otra manera puedan conocer el trabajo que desde hace varios años se sembró y se ha venido cultivando en son de un beneficio para todos.