Los maestros hacen un balance del paro

Los maestros hacen un balance del paro

"Fecode y sus filiales cometieron graves errores de comunicación"

Por: Alberto Ortiz Saldarriaga
mayo 19, 2015
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Los maestros hacen un balance del paro
Foto: eluniversal.com.co

Nadie duda que Fecode es el más poderoso sindicato del país. No obstante, a raíz del pasado paro nacional indefinido y de los acuerdos logrados en torno al pliego de peticiones presentado al gobierno, se generó un profundo malestar entre las bases que de alguna manera, y a favor del gobierno, afecta la legitimidad, representatividad y credibilidad de sus directivos y de la organización misma.

Las bases en general y más específicamente los nuevos docentes del decreto 1278/02 han demostrado gran inconformidad frente a lo decidido desde la dirección sindical, lo que obliga a ahondar en las razones de tal situación.

Tocaría decir primero que los nuevos docentes (cuyo número se aproxima cada vez al 50% de los docentes del país) y cuyo marco jurídico los afecta en mayor grado que a los antiguos docentes, en materia de condiciones laborales y de movilidad salarial (escalafón), no se sienten ni están representados en las direcciones sindicales territoriales y nacionales, mayoritariamente integradas por maestros del Decreto 2277/79.

Hoy Fecode y sus filiales deberían estar pensando en el  diseño de mecanismos para garantizar paritariamente la representación de las nuevas generaciones de docentes en la dirección sindical local y nacional.

Mientras el país hizo el tránsito –así sea en lo estrictamente formal- de un modelo de democracia representativa a uno participativo, Fecode sigue anclado en los modelos representativos.

Muchos docentes son del parecer, que la representatividad no puede seguir siendo interpretada como un cheque en blanco, que otorga a los directivos sindicales la potestad de decidir en nombre de todos, declaratorias de paro; mínimos innegociables y/o inconsulta y antidemocráticamente levantar ceses de actividades sin ni siquiera ilustrar, debatir y -mucho menos- consultar a las bases sobre la conveniencia o inconveniencia de lo que se pacta.

La propia organización sindical requiere y debería impulsar una especie de constituyente, que apunte a modernizar y hacer los sindicatos más dinámicos e incluyentes. Los afiliados deberían tener la posibilidad de participar en las decisiones que los afectan. Sin perjuicio de la estabilidad organizacional, opciones como la de revocatoria o la obligación de rendición de balances y cuentas deberían estar incorporadas a las reglas de juego sindical.

Con apoyo en la tecnología, las decisiones deberían adoptarse por parte del poder constituyente (bases) y no por el poder constituido (dirigencia); o por lo menos esta última debería sondear y tomar en consideración la opinión mayoritaria de las bases para adoptar decisiones trascendentes con un sustento democrático y no autoritario.

Pero más allá de esas razones que subyacen en el colectivo, lo acordado por Fecode, fundamentalmente en materia de nivelación salarial y carrera docente, constituye también factor desencadenante de inconformidad, que de no tramitarse adecuadamente amenaza la unidad del más numeroso sindicato del país.

En lo referente a nivelación salarial, se avanzó; se alcanzaron cosas. Más allá de ello hay equivocaciones para abordar constructivamente. Por ejemplo: Fecode y sus filiales cometieron graves errores comunicacionales. Vendieron la idea de que la nivelación salarial por alcanzar era de 28%, tope cuya consecución era irreal. Generaron una expectativa que terminó pasándoles factura.

Mientras el gobierno no cedió en su ofrecimiento inicial (10% diferido), Fecode inconsultamente retrocedió los topes de nivelación hasta un 16%, cediendo un 57,14% en su petición de partida (28%).  El malestar crece cuando se dice a las bases que se había acordado sobre un 12%, siendo que el gobierno no había variado su posición del 10%. En el intento de explicar que el 2% para llegar a 12% era el aumento de 1 punto pactado para los años 2014 y 2015 se ahonda el error comunicacional y la desconfianza.

Muchos docentes se preguntaron: ¿se incrementó el salario en 2014 en un 1 punto por encima de la inflación como dice el gobierno y acepta Fecode que ocurrió? Si la inflación fue 1,94% y el aumento salarial un 2,85%, la respuesta es No! Se aumentó solo un 0,91% en 2014, a no ser que se acepte -con el agravante para los acuerdos firmados- que el gobierno puede conceder lo acordado sin que esté obligado a que el incremento salarial anual deba ser igual y nunca menor a la inflación causada.

Tampoco se entiende, la innecesaria constancia que deja Fecode por escrito donde acepta que su propuesta de nivelación final fue de 16%. Ello, no es ni más ni menos que una renuncia a la propuesta de nivelación salarial inicial. Con ello, el gobierno “para complementar el proceso de nivelación salarial” ya parte de esa renuncia y perfectamente puede ofrecer un 2% para 2020 y un 2% para 2021 con lo cual llegaría a “colmar” las nuevas expectativas de nivelación de Fecode.

En lo que tiene que ver con el sistema de ascensos y de reubicación salarial, es más que entendible el descontento de los docentes nuevos. La evaluación de competencias instituida en los artículos 35 y 36 (numeral 2) del Decreto 1278/02 y desarrollada por el Decreto 2715/09 no desapareció.

Fecode atacó los efectos y no las causas. La bandera principal de Fecode debería ser un Estatuto Único que retome para los nuevos docentes las condiciones de estabilidad en el empleo y los mecanismos de ascenso de los docentes del Decreto 2277/79, apuntando a mejores y uniformes condiciones salariales para todos y sin distingos.

No obstante, Fecode en cada una de sus negociaciones con el gobierno se ha quedado en la frase “mientras se consensua el Nuevo Estatuto Único Docente”, pero no ha tenido ese objetivo como prioritario. Con el tiempo, efectivamente va a haber un “Nuevo Estatuto”, pero cuando el último de los docentes del Decreto Ley 2277/79 pensione.

En evaluación solo hay cambios en las formas, más no en los propósitos del gobierno de establecer trabas a la movilidad salarial por razones fiscales. Las declaraciones de la Ministra de Educación en Cable Noticias días después del paro en el programa “La otra cara de la moneda”, así lo ratifican.

Como lo explicó (en un video viral) la docente de Bogotá Maria Isabel Acevedo Espitia, el nivel de formación profesional alcanzado por los docentes no necesariamente tiene expresión o correspondencia en lo salarial por cuenta de la evaluación de competencias que, bajo el nombre que se le quiera colocar, frena las posibilidades de mejoramiento de las condiciones de vida de los docentes nuevos.

El acuerdo tampoco contempla el resarcimiento de los perjuicios que se le ocasionaron a los docentes nuevos por lo pactado en mayo 16 de 2014, que implicó un congelamiento de las posibilidades de ascenso para los nuevos  docentes desde 2014 hasta la fecha.

Para los maestros solo hay hoy más preguntas sin contestar: ¿En quién recae la obligación de pagar las capacitaciones? ¿Qué ocurre con los docentes que no aprueben la evaluación y que haciendo las capacitaciones del caso vuelven a reprobar un examen donde el ministerio es juez y parte?

*Docente del Distrito de Barranquilla nombrado en 1995 bajo el Decreto 2277/79. Actual docente de base de ADEA. Ex presidente de la Asociación de Educadores Distritales de Barranquilla ADEBA, sindicato similar a ADE que nunca ha sido reconocido por FECODE.

 

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