Los maestros ecuatorianos están mejor remunerados que los colombianos. Mientras un maestro en Colombia gana 950 mil pesos si es normalista ó un millón 367 mil si es Licenciado Universitario, un maestro ecuatoriano recibe 2 millones de pesos como salario mínimo de entrada. Un maestro de última categoría en el vecino país tiene un salario de 5 millones 200 mil pesos mensuales, mientras que uno nuestros del último grado, Grado 14, recibe un salario de 3 millones 120 mil mensuales.
Un Rector de un colegio público en el Ecuador recibe un salario que oscila entre 5 millones 735mil y 7 millones 600 mil, mientras en Colombia es entre 3 millones 126 mil y 4 millones 600 mil, dependiendo del número de alumnos que dirija.
Las diferencias no solo son de orden salarial. El respeto a la dignidad de los docentes y la valoración de su papel en la educación es muy alto en el Ecuador. Esto contrasta con la poca participación que tienen los maestros en Colombia, en la formulación y ejecución de la política educativa; son en esta materia convidados de piedra, simplemente cumplen órdenes y directivas educativas.
La educación ha sido una de las grandes estrategias del gobierno de Rafael Correa. No solo ha fortalecido la formación de los maestros ecuatorianos y mejorado notoriamente su situación salarial y profesional, también ha realizado profundas transformaciones en el sistema universitario en el empeño de elevar la calidad de la formación universitaria.
Hace apenas una semana, en el estadio Alberto Spencer de Guayaquil, atiborrado de maestros provenientes de distintas partes del país, el presidente Rafael Correa remarcó los avances en el sistema educativo público, en contraste con las épocas de deterioro en que estuvo en manos de gobiernos en la época neoliberal del Ecuador. El mandatario hizo referencia a los salarios que antes de su gobierno estaban en el orden de los 160 dólares y ahora están en 817 dólares para el docente que recién empieza en su carrera.
“Jamás nos arrepentiremos de pagar sueldos dignos a nuestros maestros y a nuestros servidores públicos”, enfatizó el presidente refiriéndose a las críticas de políticos y medios de comunicación de oposición que cuestionan lo que llaman el “excesivo gasto público” en su gobierno.
Los programas de capacitación de los docentes permitieron que 2.300 maestros obtuvieran títulos de doctorado en educación en prestigiosas universidades de España.
La política educativa de Correa ha logrado terminar con la inestabilidad y provisionalidad de la planta docente. “Hoy el 90% de los docentes cuentan con un nombramiento definitivo luego de pasar procesos de meritocracia, a diferencia del pasado en que los profesores hasta debían perder su dignidad por conseguir la estabilidad en sus trabajos”.
Correa también ha realizado un ambicioso programa de construcción de nuevos colegios como la construcción de 60 Unidades Educativas del Milenio (planteles con los últimos avances en equipos y pedagogía.
“Si tuviera que repetir mi vida volvería a ser maestros”, dijo el presidente, un economista de 52 años, dedicado la mayor parte de su vida a ejercer la cátedra universitaria antes de ser ministro de economía y presidente de Ecuador.
Para el ministro de Educación, Augusto Espinoza, el estado ecuatoriano tiene como propósito una política pública de educación basada en principios de calidad, solidaridad, equidad y justicia. Junto con los maestros caminan en la construcción del sistema de educación pública que aspira a convertirse próximamente en el mejor de América Latina, después de haber estado entre los tres peores sistema de la región.
Los maestros ecuatorianos están organizados en la llamada Red de Maestros, una organización que se dedica al análisis y solución de los problemas de la educación tanto en el aula como en el conjunto de la política educativa. En palabras de Correa la Red de Maestros “es una organización no para defender a un partido político sino para defender a los jóvenes y a la educación.
Reconoció el aporte de la nueva Red de Maestros por la Revolución Educativa que ahora si ofrecen propuestas y no protestas, en alusión al gremio de la Unión Nacional de Educadores (UNE) vinculado al extinto Movimiento Popular Democrático (MPD) que se caracterizó por los bullados y prolongados paros que perjudicaban a los estudiantes.
Wilmer Santacruz, director nacional de la Red de Maestros, indicó que durante más de un año se recogieron los aportes de unos 60.000 miembros de la comunidad educativa que se plasmaron en un documento que se entrega a las autoridades para la elaboración del Plan Decenal. La propuesta persigue el cumplimiento de políticas públicas educativas que deberán trascender a las diferencias ideológicas, políticas, económicas o de otra índole, expresó el docente, quien reconoció los avances en el sistema educativo nacional y en las condiciones de trabajo dignas de sus colegas.
Un duro contraste entre el Ecuador de hoy y la Colombia de hoy, que otrora nos consideramos los “colosos del norte” frente a los ecuatorianos en materia de educación. Hoy tenemos mucho que aprender de ellos, no solo de sus veloces autopistas y el sinnúmero de carreteras, también en cómo lograr ser los más educados.
