Una desproporcionada campaña de apoyo por la oposición venezolana se viene cocinando en Colombia en las últimas semanas.
En momentos en que el vecino país afronta una crisis económica por la caída del petróleo, y una administración que raya con la paranoia, debemos ser honestos con la manera en que varios grupos de interés nos están clavando la idea de que existe una guerra en contra de héroes y mártires de la oposición venezolana.
Leopoldo López:
Hijo de una familia pudiente, que proclama ser – por parte de su madre – descendiente de Simón Bolívar; figura histórica latinoamericana que inspiró la Revolución bolivariana de Hugo Chávez.
Su tío abuelo fue ministro durante el mandato de Eleazar López Contreras, presidente que por decreto exilió a políticos y personas comunes que tenían afinidad por ideología comunista y anarquista.
Su padre fue acusado de fraude y lavado de dinero, en una investigación de Interpol, por mover decenas de miles de dólares a Singapur.
Su madre fue la vicepresidenta del Grupo Cisneros, que fue uno de los principales financiadores y apoyos – por medio de la cadena Venevisión – del Golpe de Estado en 2002. Igualmente estuvo involucrada en un escándalo de conflicto de interés por transferir fondos públicos a su hijo, cuando ella se desempeñaba como Gerente de Asuntos Públicos de PDVSA en 1999.
Como alcalde de Chacao, López lideró el golpe de Estado en su distrito, en contra del presidente Hugo Chávez. De igual manera durante los días del golpe lideró a una muchedumbre que intentó linchar al Ministro del Interior de la época.
Fue investigado por rebelión, por promover la llamada Operación de la Plaza Altamira en Octubre de 2002, en donde se refugiaron 14 militares disidentes que auto declararon la zona territorio liberado.
También fue inhabilitado por la Contraloría de Venezuela por desviar recursos públicos cuando ejercía como alcalde.
Ahora es más conocido por liderar, en sus propias palabras, el alzamiento para salir de Maduro. Este empezó el 12 de febrero del 2014, se prolongó por varios meses y le costó la vida a 43 personas. La gran mayoría por causa de las guarimbas que López promovió como estrategia de bloqueo de las calles. En una célebre frase, López anunció que los bloqueos y protestas no cesarían hasta que lograran sacar a los que están gobernando.
López fue uno de los padrinos políticos de Lorent Saleh, mejor conocido por ser el simpatizante Neonazi Venezolano, que con ayuda de militares colombianos y políticos de oposición pretendía realizar acciones terroristas en Venezuela con francotiradores, bombas, y la creación de un grupo paramilitar.
La fiscalía Venezolana acusa a Leopoldo López de instigación pública, daños a la propiedad y asociación para el delito.
(Análisis en video de quien es Leopoldo López)
Antonio Ledezma
Es un abogado y político de carrera que por varios periodos ha ejercido como alcalde metropolitano de Caracas. Su carrera política en Caracas fue catapultada al ser designado Gobernador del Distrito Capital por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, quien fue responsable por la muerte y desaparición de más de 2000 personas en el episodio conocido como el Caracazo. Este evento fue precursor que desato el intento de Golpe de Estado por parte de Hugo Chávez en 1992.
Ledezma trabajó en su última campaña para la alcaldía de Caracas de la mano el ya mencionado Lorent Saleh, a quien llevaba a eventos públicos para pregonar discursos de apoyo. También es mencionado en vídeos en los que Saleh describe sus planes para desestabilizar a Venezuela por la vía de acciones terroristas. En el video se escucha a Saleh refiriéndose a Ledezma como una persona clave para sus planes; "es un zorro viejo, la experiencia ni se compra, ni se vende (…) el político que más ha apoyado es Ledezma, por eso era nuestro candidato a la Presidencia”.
Igualmente, fue otra de las figuras que junto a Leopoldo López y María Corina Machado, activaron las manifestaciones en febrero 12, 2014, que tuvieron intenciones golpistas y fatales resultados. Él fue detenido ayer jueves 19 de febrero, por orden de la Fiscalía por sus presuntos vínculos en otro intento de Golpe de Estado la semana pasada, junto con algunos militares activos y retirados.
El mismo libreto
Una vez más la situación política en Venezuela se calienta por orden de la campaña mediática que se gesta desde la oposición de derecha Latinoamericana. Pero el pánico golpista del gobierno no ayuda. Es cierto que la oposición Venezolana es financiada por instancias del gobierno de EEUU, como lo reveló Wikileaks. Es cierto que la oposición esconde sus intenciones detrás del lenguaje de democracia, derechos humanos, y libertad de expresión que tradicionalmente utilizó y utiliza la izquierda ante la represión de gobiernos de derecha (es una estrategia regional adscrita a centros de pensamiento Republicano). Es cierto que existe una guerra económica en contra de Venezuela, al peor estilo de Chile en los 70. Pero toca combatir a la derecha retardataria con creatividad, más allá del discurso de conspiración, porque la conspiración es una realidad.
Lo que ahora vemos en Venezuela es una serie de investigaciones a personas que claramente saltan de la legalidad a la ilegalidad cuando les place. Y ese juego mediático de la oposición en Venezuela tiene que ser cuestionado con rigor por los medios en Colombia y la opinión pública.