Colombia no es solo una nueva oportunidad para AngloGold Ashanti, sino que ofrece el mayor potencial de la compañía para fortalecer su posición internacional. De hecho, la mina La Colosa, planificada en el Tolima, sería la mayor mina de oro en América Latina, con un estimado de 28 millones de onzas de oro. El proyecto que lleva en exploración casi 10 años, ha generado tal controversia que el 26 de marzo se realizó una consulta popular donde el 97,92% de los votantes en el municipo de Cajamarca dijo no a la explotación; solo un 1,21% votó a favor.
AngloGold Ashanti adquirió una mayoría de concesiones mineras en Colombia durante el gobierno de Álvaro Uribe. Según el catastro minero, la empresa tiene en Colombia 504 títulos mineros y 3074 solicitudes.
Los cuestionamientos sobre la multinacional AngloGold Ashanti ya han mostrado que es una empresa bastante contraria a las normas ambientales, asuntos laborales y la aceptación social en Colombia. Críticas a la industria minera podrían encontrar esto no tan sorprendente viendo su historial internacional de controversias.
Precisamente en Colombia es muy importante tener conocimiento del carácter de una empresa. El país tiene ciertas “cuestiones de derechos humanos”, como los escándalos entre las empresas y los paramilitares, por ejemplo: Chiquita y Drummond, que no son excepciones. Además, Colombia es conocida por sus malas condiciones de trabajo y la violencia contra los sindicatos. Un informe de la Confederación Sindical Internacional, dijo que Colombia es uno de los países con más problemas alrededor de los derechos laborales. Colombia cae dentro de los países en la quinta categoría como ”peores países para trabajar”. En los últimos tres años, hay 73 sindicalistas asesinados, hubo 31 ataques y 6 desapariciones. Cientos de hombres sindicales reciben amenazas de vida regularmente. La minera de la que se habla pretende actuar con cautela en el país.
Seguramente, con cautela ha entrado al país y eligió un perfil bajo para empezar con sus planes. La empresa mandaba a comprar títulos mineros a varias subsidiarias con nombres desconocidos (como la Kedahda S.A.) y varios testaferros de las mismas regiones. De esta manera, en última instancia dicha empresa juntó una mayoría de títulos. Cuando los actores involucrados mostraban su verdadera identidad, solo quedaba el símbolo del león surafricano, AngloGold Ashanti.
La estrategia empresarial de cambiar y jugar con el nombre no es algo nuevo, sobre todo no en el sector extractivo. Uno de los razonamientos detrás es desarrollar proyectos con un nombre que no está estigmatizado ni asociado con controversias anteriores. La empresa Canadiense Greystar por ejemplo, tenía una postura menos proactiva que AngloGold Ashanti, y cambió su nombre por el de Eco Oro en 2011, después de que dos solicitudes de licencia ambiental fueron rechazadas. Eco Oro sigue pretendiendo explotar las reservas de oro de Angostura en Santander con su nueva imagen.
Actualmente, AngloGold Ashanti explota oro en 20 proyectos en 10 países de cuatro continentes, lo que no incluye proyectos previstos en el futuro como los de Colombia. Los proyectos en operación han dado a la empresa una producción de 4.1 millones de onzas de oro en el 2013. El país que contribuye más en la producción de oro es la patria de la empresa, Sudáfrica. Aquí es donde encuentran unas de las mayores controversias.
Como en Colombia, las circunstancias laborales en Sudáfrica son delicadas. Las condiciones de trabajo en las minas sudafricanas de AngloGold Ashanti, fácilmente se pueden describir como mortales. La Mina Mponeng tiene una profundidad de operación de más que 3.9 km, la mina más profunda del mundo. En 1999, un año después del nacimiento de la empresa, 19 trabajadores fallecieron en Mponeng por una explosión de gas de metano. Unos meses después, un trabajador murió por la inhalación de gas de cianuro. En los años siguientes, los trabajadores seguían muriendo en las minas de AngloGold Ashanti en Sudáfrica. Entre otras causadas por problemas mecánicos y terremotos, mientras trabajaban abajo del suelo.
Los mismos empleados de la empresa se han tomado las calles en varias ocasiones para protestar contra los bajos sueldos pagados por las empresas mineras presentes en el país. Una totalidad de 80 mil mineros y socios del Sindicato Minero Nacional (NUM) representaron en su totalidad a 6 empresas mineras en las protestas de 2012. AngloGold Ashanti afirmó que la mayoría de los 35 mil empleados estaban participando en protestas en el mismo año, y como consecuencia tenía que cerrar sus operaciones por un tiempo.
A la cuestión del sueldo, se le suma la cuestión de salud de los trabajadores. AngloGold Ashanti enfrenta 31 reclamos de víctimas de la enfermedad pulmonar silicosis en Sudáfrica desde 2012. La silicosis es una grave enfermedad, a menudo mortal, y es causada por la exposición al polvo en las minas. Las empresas mineras han conocido las causas de silicosis durante décadas, pero han trivializado frecuentemente los efectos mortales. Hasta el momento hay más de 1250 reclamantes que trabajaban en la mina Vaal Reef.
Además, había una fuga de la presa de relaves Stilfontein, lo cual causó una contaminación radioactiva del agua. Un estudio de la Universidad sudafricana North-West, descubrió que el ganado de la zona tenía niveles de uranio en sus riñones 400 veces mayor que el ganado en otras áreas. Los niveles en sus hígados eran 4.350 veces mayor. Por el momento, una demanda contra la compañía está en curso.
La polémica suscitada por AngloGold Ashanti en otro país del continente, Ghana, incluso llevó a la compañía a un premio. Por su contaminación de la tierra y el envenenamiento de personas en Ghana, la empresa minera ha recibido el ´Public Eye Award´ (el premio del ojo público) en 2011, por ser la empresa más irresponsable del mundo. El presidente de la organización de nominación, Daniel Owusu-Koranteng, explicó a la organización del premio que AngloGold Ashanti contamina los ríos y pozos que los habitantes de pueblos cercanos deben beber. Además, varios residentes locales fueron ocasionalmente torturados en casas de seguridad de la empresa; algunos casos de victimas resultaron en muertes.
Varios campesinos que tenían terrenos cerca de la Iduapriem mina en Ghana, fueron desplazados por AngloGold Ashanti y no pudieron volver a sus tierras. Después del desplazamiento, encontraron roca residual en sus terrenos, protegidos por la seguridad privada de la empresa. A pesar de pagos de compensación de la empresa, los campesinos quedaron enojados porque no habían recibido nuevos terrenos para sus cultivos, que fueron prometidos para el 2003 Resettlement Action Plan, acordado por AngloGold Ashanti.
Ghana no es el único país donde AngloGold Ashanti está acusado de violaciones de derechos humanos y despojo. La llegada en Tanzania ha causado un desplazamiento de la población local, cerca de la mina actual Geita. La población se caracteriza por una gran parte de mineros pequeños. Un caso de un niño de 17 años, Hoja Leonard, quien supuestamente estaba buscando materiales residuales en el terreno de la mina, fue asesinado a tiros por un guardia de seguridad (G4S). El padre de la víctima dijo que sólo recibió 10 kilos de arroz, una bolsa con carne y algo de agua de parte de la empresa como compensación de la muerte de su hijo. Con esta compensación mínima, la empresa minera admitió su responsabilidad, pero públicamente trataba de ignorar la responsabilidad, culpando solo al subcontratista G4S. El uso de subcontratistas con que la AngloGold Ashanti trabaja mucho en Colombia, complica el proceso jurídico, por ejemplo en casos de violaciones de derechos humanos.
No menos preocupante para un país con presencia de varios grupos armados como Colombia, es la relación entre la empresa y grupos ilegales armados en la República Democrática del Congo (RDC). Un informe por Human Rights Watch (2005) titulado La Maldición de oro, documentó cómo la empresa realizó pagos a una milicia. Con ello violó un embargo de armas de la ONU y sus propios compromisos sociales. El informe concluyó que “consideraciones comerciales vinieron por encima del respeto a los derechos humanos”. AngloGold Ashanti admitió la práctica y lógicamente comentó que llegó a la conclusión de que podría continuar con las operaciones en el país con integridad.
Los antecedentes muestran que los ´Principios Voluntarios de Seguridad y Derechos Humanos´, firmados por AngloGold Ashanti, son directrices que esta empresa sigue refrendando a pesar de que no los cumple. Estos principios están destinados a guiar a las empresas para que sus operaciones respeten los derechos humanos. Sin duda, la palabra “Voluntarios” expone claramente que la iniciativa carece de firmeza.
En varios de sus informes de sostenibilidad, AngloGold Ashanti ha afirmado que las comunidades y sociedades en las que opera mejoran gracias a la presencia de la empresa. Pero la verdad es que los antecedentes internacionales han mostrado más de una vez lo contrario. También en Colombia, ya ha causado revuelo, y la población se ha manifestado en contra de la explotación del proyecto La Colosa debido a los daños que colaterales que podría causar en temas socio-ambientales. Bien dicen que un árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza.