Es temporada de vacaciones y si el color del Caribe te tiene un poco cansado, si ya te hartaste de la alegría decembrina y quieres visitar los lugares más terroríficos del planeta, acá te daremos unos breves consejos sobre dónde pasar estos primeros y aburridos días del año en los que nunca sucede nada.
Si quieres dar una vuelta por la desolación, la tristeza y melancolía que solo puede dar un sitio que está maldito, nada más tienes que pasar por Overtoun en Milton, un pueblo al oeste de Escocia, un lugar con una atmósfera tan deprimente que si llevas un perro hasta allá deberás amarrarlo muy duro porque en cualquier momento se soltará de la correa y no dudará un segundo en lanzarse al vacío. No se sabe cuántos canes se han suicidado desde la década de los sesenta, momento en que empezó a presentarse el fenómeno, lo que si sabe es que en las noches frías se escuchan unos siniestros ladridos.
Si el tema de los suicidas te apasiona tenemos un lugar todavía mejor para que acampes en una noche de luna llena. Se trata del bosque de Aokigahara, en las inmediaciones del Monte Fuji en Japón. Desde hace más de mil años se han escrito poemas en los cuales se hace referencia a que el “Mar de árboles” está maldito. Aunque no está prohibida la entrada al lugar, sus tres mil hectáreas están llenas de avisos recordando a sus visitantes que: Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda, y no atravieses este lugar solo. Desde la década de los cincuenta se han encontrado más de 500 cadáveres guindando de sus árboles. La mayoría de los suicidas no tenían más de 30 años. Desde la década de los ochenta las muertes se han disparado a cien por año. No se sabe si la intensa actividad volcánica que subyace en su suelo y que hace que emanen de él constantes gases provoca esa tristeza que te lleva irremediablemente a quitarte la vida. En todo caso, si estás pasando una tusa, ni se te ocurra planear un picnic en Aokigahara.
Si lo tuyo son las casas embrujadas te tenemos dos sugerencias. Una de ellas se encuentra a orillas del Lago Ness, también en Escocia. Se trata de Boleskine House, la casa en donde Alesteir Crowley, el brujo más célebre del siglo XX, intentó realizar contacto con Thelema y otros dioses paganos. Cuentan que en uno de los patios de la casa se encuentra un cementerio celta donde, en las noches de niebla cerrada y espesa, las brujas se reúnen para hacer sus aquelarres acompañados por rozagantes bebés recién nacidos en la zona. La casa fue comprada en los años setenta por Jimmy Page, el guitarrista de Led Zepellin y también furibundo aficionado del ocultismo. Gracias a la música de la banda inglesa, el lugar, según sus moradores, ha dejado de ser tan oscuro.
Sarah Winchester, la heredera de los rifles que llevan su apellido, estaba muy triste. Después de haber perdido a su esposo y a su hija se convenció de que una extraña maldición caía sobre ella. Consultó a un brujo y efectivamente él confirmó que las almas de todos aquellos que habían caído por culpa del arma que había inventado su padre, recaían sobre su espalda. El consejo que le dio el hechicero era algo simple, siempre y cuando tengas el billete para hacerlo. Le recomendó a la heredera hacer una mansión de 160 habitaciones para que habitaran, apeñuscados eso sí, todos esos desgraciados que habían muerto por las balas de un rifle Winchester. La viuda murió poco antes de que la casa se terminara de construir. La casa todavía permanece allí, en San José California, habitada tan solo por un alma, la de la quejumbrosa viuda.
Pero mis lugares favoritos para pasar unas inquietantes vacaciones serían las ciudades abandonadas. Ninguna de ellas se iguala a Chernobyll, la localidad al norte de Ucrania que por culpa de una falla en un reactor nuclear, por allá en 1986, se convirtió de la noche a la mañana en un inmenso pueblo fantasma. Los niveles de radiación son tan altos que hoy en día, casi treinta años después, la vida en ese lugar es imposible. Un lugar menos célebre pero no menos inquietante es Centralia, un pequeño pueblo ubicado en Pensilvania, Estados Unidos. La explosión de una mina de carbón hace 50 años ha creado un incendio subterráneo que hasta el momento no se ha apagado, lo que lo ha convertido en un sitio completamente inhabitable por la elevada temperatura de su suelo.
Quisiera ahondar en otros sitios tan terribles para pasar unas vacaciones como lo son la unidad 731 en la China ocupada por japoneses a principios de la Segunda Guerra mundial, donde se inoculó enfermedades y se disecó a más de 250 000 personas, o qué decir de los campos de exterminio de Treblinka y Auschwitz, donde millones de personas fueron convertidas en polvo, jabón o peines.
Allí van pues algunos consejos para los que cansados de la felicidad que respiran todo el año quisieran vivir, así fuera por unas horas, una experiencia diferente, asfixiante… terrorífica.