En estos días de elecciones he leído algunos escritos políticos que han usado la teología para acuñar postulados ideológicos que favores a una u otra campaña. Personalmente llamó a esto torcer la Palabra de Dios, pues hacen unas interpretaciones personales muy lejanas a la verdad bíblica, buscando decir lo que ella misma no dice. Como en los tiempos en que Eva fue engañada en Edén.
La Biblia, al igual que un cuchillo, puede ser usada para bien o para mal, no depende en manos de quien cae, sino para qué se usa. Un cuchillo en manos de un Chef no necesariamente podríamos decir que es algo bueno, es bueno si lo usa para cocinar, pero el mismo cuchillo, en las mismas manos con intenciones asesinas es muy malo.
Muchas personas, con buenas intenciones, han usado por siglos la Palabra de Dios para enseñar a otros un camino de Salvación, prosperidad y progreso. Estos evangelistas del Reino de Dios han ayudado a miles de personas del común a corregir su andar, mejorar las relaciones con su prójimo y ser de una u otra manera otras personas.
Esposos, padres, hijos, familias enteras están agradecidas con Dios por los cambios que han experimentado, de esto dan testimonio millones de personas en el mundo entero porque han sido transformados por la Palabra de Dios. Los fundamentos jurídicos de los Estados Unidos de América, en sus inicios, estaban basados en la Biblia, al punto que su Carta Magna fue escrita teniendo como cimientos la Palabra de Dios, ellos en un tiempo atrás fueron fundamentados en la Palabra de Dios y la Biblia era su guía.
David Livingstone fue un misionero muy famoso en su época, la humanidad le debe mucho por todo el acervo cultural y científico que logró recolectar en sus travesías por el continente africano cuando ejercía el llamado divino de ser misionero a las naciones, llevando la Palabra de Dios a los lugares más recónditos de la tierra entre ellos África, donde es reconocido como un gran hombre de Dios, cartógrafo, explorador, científico, médico, geólogo, biólogo entre otras disciplinas a las cuales se dedicó con ahínco.
Livingstone les llevaba progreso a todos los pueblos africanos con las enseñanzas bíblicas. Él les hablaba verdades, la verdad que está en la Biblia, con el único interés de que conocieran a Dios y sus almas fueran Salvas.
Sin embargo, también ha habido algunos personajes a través de los siglos que han usado la Biblia para fines personales, económicos, políticos o eclesiásticos y así ejercer poder sobre un pueblo. No quiero dar un nombre en particular, lo dejo a su criterio, usted los ha visto hablar de Dios para ganarse el favor de un pueblo, ahora tan solo quiero detallar el caso de Satanás, quien tomó la Palabra dicha por Dios y la refutó, presentando lo dicho por Dios como una mentira y se inventó una mentira que la hizo pasar como su verdad; en otro caso detallado en los Evangelios, el mismo Satanás lo vemos usando a conveniencia la palabra de Dios, y le ofrecía a Jesús, a cambio de adoración y sumisión, la gloria de las naciones del mundo.
Tengamos mucho cuidado en este tiempo electoral porque algunos candidatos se presentan como creyentes y seguidores de Cristo, los cuales por esta época citan la Biblia para conseguir un voto. Veo que hoy muchos siguen usando las armas que utilizó el diablo en Edén, la mentira.
A los que quieren el cambio les dijo: “Satanás también le ofreció un cambio a Eva. Le prometió una forma de vivir sabroso sin Dios, le dijo que ella misma podía ser Dios y Eva quedó tan eclipsada por todo lo que le prometieron, que tiró por el suelo los privilegios que tenía en Edén y cambio la paz por la incertidumbre, la verdad por la mentira, la vida por la muerte.
Como dice un conocido profeta de estos tiempos, Said Bechara: “No coman cuento, coman Biblia que es la Palabra de Dios”. Hoy muchos hablan de Dios no por crean en él, sino porque van detrás del voto de los creyentes.