Solo dos laboratorios nacionales, Tecnoquímicas y Procaps han aguantado la ofensiva de las grandes multinacionales farmacéuticas adquiriendo pequeñas y tradicionales empresas con décadas de tradición. Los dos sobrevivientes, ambas familiares son Procaps en Barranquilla de la familia Minski y Tecnoquímicas en Cali de la familia Barberi. Ambas despegaron en la segunda mitad del siglo pasado apoyados en leyes proteccionistas que obligaban a las empresas extranjeras a fabricar en Colombia como condición para distribuir los medicamentos.
La mas exitosa es la barranquillera Procaps (Productora de Cápsulas) presidida por Ruben G. Minski y Elliot Minski, casado con Andrea Noceti, Señorita Colombia 2000. La empresa nació a finales de 1977 fabricando a terceros como Bayer, Roche, Wyeth, Merck, Glaxo-Smithkline y Sanofi-Aventis, pero un año después ya estaba lanzando su primer producto bajo la marca Dolofen. Su fuerte es la encapsulación blanda de gelatina con fábricas en Bogotá, Barranquilla, Venezuela, El Salvador y Brasil pero ventas en cincuenta países en los 5 continentes.
Su éxito empezó con los acuerdos de asociación con grandes farmacéuticas como con American Cyanamid para producir y comercializar su división farmaceútica Lederle y en 1990 con Upjohn International de cuya unión resultó Unipharma de propiedad compartida. Su estrategia de expansión en la región mediante adquisiciones como una estratégica en El Salvador cuando en 2014 adquirieron Laboratorios López y dos años después Biokemical para consolidar el grupo Procaps en la región.
También han incursionado en cannabis, a mediados del año pasado concretar una alianza con la empresa canadiense Canada Canopy Growth Corporation para desarrollar y fabricar productos de cannabis medicinal en América Latina.
Su gran acierto es haber logrado certificar varios de sus productos genéricos por la Agencia Federal de Estados Unidos (FDA), la Agencia Regulatoria del Reino Unido (MHRA) y de Brasil (ANVISA) además del Invima, gracias a lo cual en 2017 recibieron USD 90 millones de la Corporación Financiera Internacional – CFI, filial del Banco Mundial para la producción de genéricos encapsulados. Desde 2009, Procaps cuenta con la aprobación para exportar medicamentos recetados en forma de cápsula de gelatina blanda al mercado estadounidense, Brasil, Australia, México y Emiratos Arabes.
En 1934 Francisco Barberi Zamorano fundó Tecnoquímicas, ahora TQFarma, pero fue realmente 1957 el año del despegue cuando Barberi pasó de ser vendedor –su producto estrella Alka Seltzer-, a accionista. En los años 90, el liderazgo lo tomó el mayor de dos hermanos, Francisco, formado en MIT, quien lleva toda su vida profesional vinculado a la compañía. Está casado con Claudia Blum, la actual canciller.
La compra de la marca MK en 23 países le permitió fortalecer su presencia en el mercado latinoamericano
Desde sus inicios una de sus fortalezas es la distribución y el mercadeo, habiendo logrado, comercializar productos de 24 empresas multinacionales. En 1986 adquirieron la planta de Merck Sharp and Dohme en Colombia, después de haberlo representado diez años. La apertura de los años 90 del gobierno Gaviria, que acabó con la exigencia de fabricar en el país se llevó varios de sus representaciones, incluido su producto líder Alka Seltzer.
La respuesta fue el desarrollo de marcas propias que comenzó en 1993 con la adquisición de laboratorios y un grupo de marcas como Yodora, Sal de Fruta Lua y Blankisma, pero la movida se daría con la licencia para fabricar los genéricos de la marca MK, hasta comprarle la titularidad a la alemana Bayer, 25 años después en 2018, para Centroamérica, el Caribe y Suramérica.
Tecnoquímicas es también líder en varios productos, pañales Winny, Noraver y Crema No 4, con producción en ocho plantas situadas en Cali, Yumbo y Jamundi y tres en Centro América, desde donde exporta a más de 17 países de Norteamérica, Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
También en Cali se consolidó Lafrancol -Laboratorio Franco Colombiano- fundado en 1911 en Barranquilla por el francés Bernard Pauly. Comenzó con la importación de medicamentos desde Europa, que se le facilitaba por su condición de consejero en comercio exterior del gobierno francés, pero en 1940 tomó la línea de producirlos en el país e instaló en la calle de San Blas, la primera máquina para hacer grageas, con lo que se convirtió en el pionero en la fabricación de medicamentos hechos en Colombia.
La venta billonaria del laboratorio a la farmacéutica chilena generó una disputa penal entre las primas Esther y Vivianne Ventura
En la década de los 50 trasladó la empresa a Cali y se consolidó como productor de genéricos a nivel Latinoamericana. Se asoció con la familia Ventura que terminó tomando control de la empresa y fueron quienes la vendieron a finales del 2012 a Recalcine una división de la chilena CFR Pharmaceuticas, un acuerdo que superó los USD 2.900 millones, y que terminó dos años después en manos de la norteamericana Abbot, empresa fundada hace 130 años por el Dr. Wallace C. Abbot, con sede principal en Abbott Park, Norte de Chicago, Estados Unidos. Abbott posee plantas en varios países de Latinoamérica además de Colombia, Argentina, Chile, México, Bolivia y Paraguay.
Fueron los hermanos tolimenses Manuel Cruz y Vicente Caro, interesados en desarrollar e investigar productos genéricos, quienes en 1967 le dieron vida a Laboratorios Genfar, convirtiéndola en la líder de los genéricos en el país. También en el 2012 fue adquirida por el grupo francés Sanofi, empresa que se originó en 1973 como subsidiaria de la petroquímica francesa Elf Aquitaine que se fusionaría luego con otra compañía farmaceútica, Synthélabo, y posteriormente con el respaldo del gobierno francés daría origen Sanofi-Aventis. Un proceso de consolidación mundial mediante fusiones y adquisiciones que ha continuado desde sede principal en Paris, donde su CEO Paul Hudson realizó en febrero del año pasado una alianza estratégica con la multinacional francesa Fareva que involucra la planta de Villa Rica, Cauca donde se produce parte del portafolio. Genfar exporta medicamentos genéricos a aproximadamente 14 países de América Latina apoyado en el músculo del grupo francés que cuenta con operaciones en 170 países.
La aspirina de Bayer que lleva más de 120 años en el mercado, es el fármaco más vendido en el mundo
El gran volumen de ventas colocan a la alemana Bayer como la principal farmacéutica del país. Es una tradicional y antigua compañía alemana que nació en 1863, fundada por el comerciante de colorantes Friedrich Bayer y el maestro tintorero Johann Weskott con una pequeña fábrica de productos para teñir telas. Tras la muerte de sus fundadores nació en 1881 Friedr. Bayer & Co y diez años después crearon el departamento farmacéutico de Bayer con su producto insigne, Aspirina, con base al principio activo ácido acetilsalicílico.
La segunda guerra mundial obligó a cambios en la compañía y a partir de 1972 pasó a ser Bayer AG diversificándose al punto en que en el 2002 estructuran negocios independientes, Bayer HealthCare, Bayer CropScience, Bayer Chemicals y Bayer Polymers; Bayer Business Services, Bayer Technology Services y Bayer Industry Services.
La gigante alemana nació con vocación internacional desde un comienzo, con presencia en Colombia desde hace 120 años de operación, un camino que abrió Otto-Kemmier, quien fue delegado para ser el agente de Bayer y ponerse en contacto con las casas importadoras, distribuidoras y farmacias. Desde comienzos del siglo pasado ya se consumían en el país BayAspirina, Caliaspirina y Fenaspirna. Terminó instalado en Barranquilla donde fundó en 1917 la agencia Bayer-Otto Kemmler que dio origen a la organización en el país. Casi ochenta años después, Barranquilla y Cali fueron escogidas para instalar las plantas de producción para el consumo nacional y para exportar a Ecuador y Peru, es además el Hub Caribe en la línea Bayer CropScience.