Cada vez que Hernán Darío Gómez decidía no llamar por su reiterada indisciplina a Faustino Asprilla, habían jugadores, como el Pibe Valderrama, que le pedían audiencia y le recomendaban llevar al temible delantero. Cuando la cuerda se reventó, después del primer partido del mundial de Francia 98 contra Rumania, ahí si decidieron borrar al cucuteño. Cuando el técnico toma una decisión tan importante como borrar a un ídolo de una convocatoria, lo hace desde el conocimiento de que esta decisión no va a afectar la armonía del grupo. Este parece ser el caso de James Rodríguez.
Desde que no convocó al jugador para la fecha eliminatoria contra Perú y Argentina y la Copa América de Brasil, los resultados han acompañado a la selección. En la Eliminatoria se ganó con contundencia en Lima, 3-0 y se empató de manera heróica en Barranquilla contra los de Messi 2-2. En Brasil, aunque el rendimiento fue irregular, se obtuvo un meritorio tercer lugar dejando además a Luis Díaz como una de las figuras, junto a Messi, del torneo.
A la par del repunte de la selección está la innegable caída de James Rodríguez. La salida de Carlo Ancelotti, la llegada de Rafa Benitez y su decisión de no ponerlo, sumada a la falta de profesionalismo de James al decir, por ejemplo, a través de la red social Twich, que él ni siquiera sabe cuando juega el equipo con el que tiene aún contrato hasta el 31 de agosto, el Everton, generaron todo tipo de críticas hacia Rodríguez. El resultado es que en esta triple fecha eliminatoria Rueda no se tomó el trabajo de llamarlo.
Esta decisión está plenamente compartida con el grupo. Rueda sabe manejar como nadie el camerino y él sabe que si dentro del equipo hubiera un respaldo a James lo mejor sería llamarlo. A pesar de lo que diga Cuadrado, con el que cuento del panita James y todo eso, al cucuteño no lo quieren ahí. Los problemas estallaron el dia del camerino del Metropolitano en los momentos previos al partido contra Uruguay donde Colombia cayó 3-0 contra los charruas. El 6-1 posterior en Quito precipitó la salida de Carlos Queiroz de la selección.
Ahora, con el grupo unido en torno a James y tan sólo con jugadores sin peso en la selección como Mojica, John Cordoba y Cucho Hernández protestando porque no los llama, James tiene las puertas cerradas así opinen lo contrario. Su futuro no podrá estar más nublado.