Ayer, 5 septiembre, fue viral un video denominado “Los hijos de los ricos no van a la guerra”. Era el discurso de un joven de Buenaventura contra el expresidente Álvaro Uribe. Horas después ya se habían publicado un sinnúmero de amenazas, palabras ofensivas y la perla que nunca falta: el protagonista del video fue tildado de guerrillero, por algunos de los simpatizantes de quienes hacen campaña por el NO, para el plebiscito.
Así como lo dijo el joven Leonard, cada quien tiene derecho a pensar y a tener su opinión, lo importante es respetarla; porque sí, él que ha sido víctima de la guerra absurda por la que atraviesa nuestro país está dispuesto a “…darle la mano a sus victimarios…” porque quienes profesan el NO, lo hacen con tanta arrogancia y desprecio; cuando muchos de ellos y ellas, jamás, han sentido el flagelo de la violencia o solo lo han visto por televisión.
Manifestó que no conozco en persona a Leonard Renteria, sin embargo como dijo el Che Guevara en uno de sus discursos, mi amigo Leonard: "No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante."
Así que Leonard Renteria somos compañeros. Y aclaro, No soy guerrillera; soy una ciudadana colombiana que le apuesta al SI. El pensar en un país diferente, en apostarle a la construcción de paz estable y duradera, no me hace guerrillera; Yo creo como muchas de las mujeres de nuestro país, en su rol de madres, hermanas, hijas, esposas, novias, amigas; que la paz es una construcción colectiva y que las mujeres le apostamos a consolidarla; que la firma del acuerdo de terminación del conflicto con las FARC, es un paso para la construcción de la paz de todas las colombianas y todos los colombianos.
Esta firma es la terminación de la marca FARC, es la oportunidad para que las familias campesinas tengan más y mejores oportunidades, es la esperanza de que nuestros campesinos sean propietarios de las tierras, es la oportunidad para que se potencialice la agricultura y empecemos a consumir los productos de nuestra tierra; que al comernos una bandeja paisa por ejemplo en realidad este preparada con productos colombianos. Es la posibilidad de que menos madres lloren a sus hijas e hijos a causa de los reclutamientos y muertes que dejan las guerras. Así como… cito nuevamente a Leonard “Los pobres son los que ponemos los muertos”.