El pasado Domingo 25 de Agosto de 2013 tuvo lugar la “Gran movilización en apoyo al paro agrario”, por parte de más de 500 jóvenes, desde la Torre Colpatria hasta la Plaza de Bolivar. Con cientos de voces reunidas, cacerolas y una invaluable muestra de pasividad, se corroboró la indignación que cada vez se toma a más personas en el país.
Esta marcha surgió con la iniciativa de cuatro jóvenes estudiantes que haciendo uso de una medio tan juvenilmente concurrido como Facebook
difundieron el evento. El ingresar a la página, era esto lo primero que nos expresaban: “La paz no se construye en la Habana; la paz se construye en el respeto que el Estado da a sus ciudadanos; se construye con el respeto del Gobierno al trabajo de los CAMPESINOS.”
Inicialmente, la marcha comenzaría a las doce del día desde la Torre Colpatria. Y, en efecto, inició desde allí pero con una hora de retraso aproximadamente. A medida que transcurría el tiempo se veían más personas en la marcha, se unieron una gran cantidad de campesinos, adultos y ancianos; incluso personas desde la ventana de sus hogares. ‘Ante la violencia no se responde con más violencia’, y fue precisamente esto lo que se evidenció en la movilización que mostró la cara pacífica de una resistencia.
Todo marchó en orden durante el recorrido. Cuando terminó la protesta en la Plaza de Bolivar todos se dirigieron a la Casa de Nariño.
Al llegar, todos los militares se unieron entre sí en muestra de defensa y fue este un hecho que, por parte de los protestantes, se recibió con una expresión de cariño, pues se colgaron de cada militar ofreciendo abrazos a cada uno de ellos, mostrando que la violencia no es la salida y que un gesto de reconciliación es lo que se necesita para lograr un cambio.
Se esperaba, sin lugar a dudas, que los policías también se unieran con un gesto de apoyo. Tal cual sucedió en Alemania, el año pasado, cuando los policías enviados a reprimir la protesta anticapitalismo se quitaron sus cascos y se unieron a la manifestación.
Y claro es que es esa la muestra de un coraje que desafía la autoridad del gobierno. Un coraje que en este país, especialmente, es sobrepasado por la cobardía, el miedo y el conformismo.
“Ese tal paro agrario no existe”, nos dice el presidente. Y entonces nos preguntamos nosotros ¿No vale un gesto político completamente pacífico?, ¿El único modo seguirá siendo la violencia?
Puede que sí. Pero existen ciudadanos que quieren mostrar que siempre existen otras maneras, que pequeños cambios siempre serán grandes gestos. ¿Y cuál es el papel de cada uno de nosotros en esto? Algo para reconsiderar, pensar y finalmente actuar.
Por esta razón durante la semana se seguirán programando marchas en las que Colombia seguirá de ruana.
“Porque es mas que justo, es mas que necesario, es mas que una voz. Porque del campo creció este país, del campo nos alimentamos, y por el campo es que peleamos esta vez.
¡POR ESO Y MUCHO MÁS NOS PONEMOS LA RUANA POR NUESTROS CAMPESINOS!”, nos dice la comunidad “Colombia de Ruana” en Facebook.
Así que se encuentran todos y cada uno de los sujetos que se sientan comprometidos con el país invitados a participar de las marchas, a creer en los gestos políticos, en la unión colectiva y el poder de la resistencia.
Porque EL PARO AGRARIO SÍ EXISTE, señor presidente.
Y el que diga que no, que lo piense una vez más.