Por estos días todos hablan de los dos años que el Gobierno Nacional y las FARC empezaron diálogos para una posible paz en nuestro país. El gobierno se jacta diciendo que todos sin excepción pueden participar de estos diálogos en la habana, este discurso pareciendo tópico para muchos. Pero estos dos años no he podido estar tranquilo, siempre me pregunto; Pero nosotros los jóvenes qué? Entonces analizo y llego a la conclusión que UN PROCESO DE PAZ, SIN LA VOZ DE LOS JÓVENES NO ES PROCESO!
El Centro Nacional de Memoria afirma que menores son víctimas en todas las modalidades de la guerra, sin duda estas cifras son escalofriantes; Entre 1985 y 2013, 2.520.512 menores de edad han sufrido de forma directa el impacto de la guerra desde diferentes ángulos, según cifras del Registro Único de Víctimas. La afectación pasa por el desplazamiento forzado, violencia sexual, 154 casos de desaparición forzosa, homicidios, 342 niños víctimas de las minas antipersona, reclutamiento, entre otros. Por tal razón, cerca de 700 jóvenes provenientes de diferentes zonas de conflicto que han sido víctimas o testigos directos de la guerra en Colombia. Estas cifras me conmueven y pienso que no solo a mí, un país entero se conmueve de estas bélicas actuaciones que nos han encerrado en tristeza durante muchos años. Muchas veces creo que la falta de oportunidades para los jóvenes no las hay, este es un gran ejemplo., no nos dejan participar de los diálogos en la habana, pero por el contrario los grandes intelectos hablan y dan sus raciocinios frente a este proceso, pero a cambio nosotros los jóvenes hemos estado fuera de los linderos de la opinión pública, y así no podemos dar conocer nuestros argumentos, pues son argumentos lozanos que refrescan las ideologías añejas.
Mientras están en estas conversaciones, miles de jóvenes se están consumiendo en la triste vida de la drogadicción, ustedes se imaginan el aporte tan grande que daríamos nosotros como jóvenes en las conversaciones de la habana para buscar pronta solución al problema de las drogas ilícitas, se imaginan? Pues les dejo esta pregunta a los señores de la habana, este es un problema de salud pública que las FARC han apoyado para el sostenimiento económico de sus frentes.
No conozco el primer joven delegado por el gobierno que defienda la postura de miles de jóvenes que queremos aportar, para un excelente desarrollo de este proceso y así lograr ser protagonistas en un eventual posconflicto.
"Espero que nosotros como jóvenes tengamos la palabra en todos los temas de interés nacional y así también comprometidos refresquemos las posturas añejas de esta época"