El colombiano que más veces ha llenado el álbum de Historia Natural de chocolatinas Jet que tiene 35 años y se ha pasado buena parte de su vida intentando completar las colecciones con más de 500 monitas que cubren una buena parte del espectro biológico colombiano. No se puede negar que el premio que tiene esta barra de chocolate, cuya fórmula la inventaron unos hermanos italianos, una lámina que ahora es autoadhesiva, fue el plus que necesitaban para quedarse con el mercado.
En 1962 la gente en el país tomaba chocolate siempre al desayuno. Pero no existían las golosinas. Tampoco las comidas rápidas. Los mayores de setenta recuerdan con humor que lo más parecido a una hamburguesa en el país era un tamal. Por eso con la chocolatina jet comenzó todo. La idea fue de la Fabrica Nacional de Chocolates. Por eso contrataron a dos expertos italianos para crear la fórmula de una golosina que hoy en día vende 200 millones de unidades de 12 gramos al año y que se ha diversificado a productos tan populares como la chocolatina que se unta, una sucedánea criolla de la Nutella, y otras como la exitosa Jumbo Jet, además de las burbujitas rellenas de arequipe
Se le puso así porque en la década del sesenta empezaron a llegar al país los aviones de propulsión Jet. Sin embargo, cuando nace el álbum JET, la historia de las golosinas en el país se parte en dos.
Así nació el álbum de Historia Natural Jet
Se inventaron en los años sesenta como una estrategia para enganchar a los más jóvenes y vaya que lo lograron.
Mientras la Compañía Nacional de Chocolates seguía creciendo, su colección de publicaciones iba engordando año tras año. Sin embargo, los cambios y los álbumes nunca fueron una razón para transformar la imagen de la marca. La chocolatina tenía que mantenerse como se pensó. Un jet rompiendo el cielo y dejando una estela al igual que la empresa colombiana.
Primeras láminas del álbum de Historia Natural de Jet
Y como si fuera una premonición, al mismo tiempo de ser una celebración sobre la naturaleza del planeta, el álbum Historia Natural marcó una línea que aun hoy se conserva. Ya no se trataba de coleccionar carros o banderas presididas por un Simón Bolívar con botas brillantes y espada de oro, ahora había que volverse un referente en la educación.
Las láminas pegadas con colbón se metieron en los salones de clases. Jet sacó el álbum en 1967 que se volvió el emblema de la marca actualizándolo cada tanto con nuevas laminitas y nuevas temáticas, pero el fin siguió siendo el mismo. Incluso hubo un álbum sobre los dinosaurios. En ningún colegio lo pedían, pero en las casas era un reto y una forma de continuar con lo que en las escuelas habían empezado en clases de biología y ciencia. Del colbón para pegar los cromos se pasó al pegastick y de ahí a las autoadhesivas. Las ilustraciones hechas a mano se convirtieron en una imagen digital, pero la información que venía con ellas, la descripción de cada una siguió siendo igual de atractiva.
La pasión por la chocolatina Jet sigue siendo indetenible. Una fiebre que no se extingue 61 años después de haber sido creada. Actualmente forma parte del conglomerado de Nutresa recientemente comprado por la familia Gilinski.
