Esa pregunta es la que asalta a todo el aficionado que por estos días se contagia de la fiebre del balompié; ese aficionado que ve cómo Nacional y Júnior están jugando por un cupo en la final, mientras en los otros canales Brasil golea a Haití.
Pues aquí los ‘ineptos’ no pueden ser otras personas que los dirigentes del fútbol nacional, quienes aún sabiendo la fecha de la Copa América Centenario, se empeñaron en jugar hasta mediados de junio con los argumentos de que "a este torneo no convocaban futbolistas del entorno local" o por lo ‘apretado’ del calendario.
Pues bien, se pegaron un tiro en el pie. Atlético Nacional, el más damnificado, está con seis jugadores menos: Sebastián Pérez, Marlos Moreno, Cristian Bonilla, Felipe Aguilar y Farid Díaz que juegan para Colombia y Alejandro ‘El Lobito’ Guerra que está con la selección venezolana. Independiente Medellín cedió a Daniel Torres, Júnior de Barranquilla vio empacar maletas a Guillermo Celis y el Deportivo Cali –ya eliminado- a Andrés Felipe Roa.
No hay excusas posibles. El Zamora se coronó campeón del fútbol venezolano el pasado 29 de mayo, fecha en la que los mexicanos vieron ganar el título al Pachuca. Los ecuatorianos aún no terminan su campeonato, pero contemplaron la cita continental y aplazaron cualquier actividad futbolística en estas fechas.
El fútbol argentino, cuya dirigencia está en guerra y es la única liga en el mundo con 30 equipos en primera división, concretó a Lanús como el mejor el 29 de mayo. Los bolivianos jugaron hasta el 25 de mayo y los chilenos hasta el 15. Otros atravesados fueron los uruguayos que definieron finalistas el 5 de junio y tienen su final el domingo 12 de junio. Allá también hay ineptos, pero su equipo nacional está integrado solo por tres jugadores que trabajan en el diminuto territorio charrúa.
La excepción, por complejidad logística, la presenta Brasil que tiene el torneo nacional o brasilerao de mayo a diciembre con 20 equipos y no hay descanso por la Copa América; si lo hicieran afectarían la B, la C y la serie D de este gigante que suman otros 80 conjuntos, sin contar con los campeonatos estaduales como el carioca o paulista –los más famosos- que alcanzan la cifra de otros 400 equipos.
Pero nosotros tenemos 20 equipos en primera división, al igual que el resto; jugamos Libertadores, al igual que el resto, y queremos ver la Copa América, al igual que el resto. No es posible que si estamos atentos a nuestro torneo todo el año las finales sean anuladas por el certamen continental porque los dirigentes no previeron algo tan evidente.
Están sacrificando dinero, afición y emoción, pero ellos no entienden. Al parecer son unas ‘ineptos’, les parece bien que el campeón de la Liga Águila, sus patrocinadores, sus hinchas y la región en la que juegan aparezcan en un segundo plano o, simplemente, dejen de existir porque Coca Cola mata tinto.