Para nadie es un secreto que tanto en Bolivia como en Ecuador los indígenas quitan y ponen presidentes cuando quieren. De hecho, eso ya quiere pasar en el Perú y en Colombia ya estamos cocinando la idea…Por lo pronto, los indígenas que se tomaron la alcaldía de Medellín a la fuerza, utilizando niños como escudos, están pidiendo permiso para violar la ley.
Los colombianos vimos con mucha aprensión lo que sucedió en Medellín, en donde los indígenas, no vamos a nombrar grupos o etnias, se tomaron a la fuerza la alcaldía de la ciudad utilizando toda clase de medios ilegales, incluso niños como escudos, para lograr su cometido. Tal parece que tienen la absoluta confianza de que pueden hacer lo que quieren sin temor a las consecuencias.
El vocero de los indígenas, al ser cuestionado por las causas de esta toma a todas luces ilegal, dijo a los medios sin sonrojarse siquiera que lo que necesitan es que “los dejen trabajar en las calles vendiendo sus artesanías, que dejen trabajar en la mendicidad a las mujeres con los niños, que el gobierno les dé todo lo que necesitan para sobrevivir”.
¿Luego las ventas ambulantes ocupando el espacio público no estaban prohibidas? ¿Y qué tal la solicitud de que los dejen trabajar ejerciendo la mendicidad? ¿O que es permitido usar a los niños como escudos en sus manifestaciones así sean violentas como sucedió con la toma de la alcaldía de marras o como sucede cada vez que los indígenas les da por cerrar la Vía Panamericana?
Fueron muy publicitadas las visitas que el presidente Gustavo Petro les hizo en la segunda vuelta de la campaña a los indígenas del Cauca y a los de la Sierra Nevada de Santa Marta, llegando a nombrar en su gobierno a una indígena como representante ante la comunidad internacional… ¿A qué acuerdos llegaría?
Por lo pronto, los indígenas que andan como Pedro por su casa por las instalaciones de la Alcaldía de Medellín, convirtiendo las oficinas en viviendas improvisadas, poniendo en peligro equipos y archivos bien importantes, y pidiendo abiertamente que el gobierno les permita violar la ley… ¿a dónde vamos?