Las reflexiones de Leonardo Boff con motivo del discurso del expresidente Lula al cerrar la apertura del 6° Congreso Nacional del Partido de los Trabajadores el día 1° de junio de 2017 en Brasilia, merecen los siguientes comentarios:
El exsacerdote franciscano brasileño, Leonardo Boff, representante de la Teología de la liberación y de Teología de la ecología, exprofesor universitario, filósofo y escritor de 78 de edad, centra sus reflexiones en seis aspectos fundamentales del discurso de Lula: El Partido de los Trabajadores es un partido de clase; el Partido de los Trabajadores es un partido nacional; la relevancia ética y política de los humildes de la tierra; la importancia de la educación general; la invitación a ser creativos, y la importancia política de la esperanza.
Cada uno de los temas es tratado con una lucidez lingüística y una profundidad conceptual que me incitan a recomendar su lectura.
Solo quiero hacer énfasis en la terminación de su artículo que dice así: “Un PT renovado y purificado de sus errores, defectos y limitaciones, puede proponerse a la sociedad como un partido que puede despejarnos el horizonte y ofrecerse como un camino político de desarrollo sostenible por ser más participativo donde, al decir de Paulo Freire, no sea tan difícil el amor.”
Se trata, pues, de una lectura de la crisis de los gobiernos progresistas en América Latina. De lo que algunos “teóricos” han llamado el “fin del ciclo de los gobiernos progresistas” y de la entronización invencible del neoliberalismo salvaje.
Es la visión de la crisis en Venezuela y en Brasil que, dada las circunstancias particulares de cada proceso, exigen un análisis concreto de la realidad concreta de cada país. Dice Leonardo Boff: “Si el PT llega nuevamente al gobierno central, mediante el voto popular por voluntad de la mayoría de la población es para encontrar una salida a la crisis”
El que no conoce la historia está condenado a repetirla. Por eso me parece que la lectura de Leonardo Boff, con todo el respeto que merece su estatura intelectual, se queda corta en el análisis de los “errores, defectos y limitaciones” que el PT del Brasil cometió en sus 20 años de Gobierno.
Porque este es el análisis fundamental que tenemos que hacer sin autoflagelarnos y por supuesto que en el marco de la correlación de fuerzas de clase, en el momento histórico y en la coyuntura política. Dijo Lula en el Congreso del Partido de los Trabajadores: “el 2018 está lejos para el que no tiene esperanza, pero para nosotros 2018 ya comenzó. Es por eso que tienen miedo y nosotros tenemos la seguridad de que si la izquierda va a la disputa con un programa bien preparado vamos a volver a gobernar este país.” Cualquier parecido con la realidad colombiana es pura coincidencia.
De esto se trata, precisamente: ¿cuál fue el programa que el PT y la izquierda aplicaron en el Brasil en sus 20 años de Gobierno? Es la pregunta que tenemos que responder. No solamente cuál fue el programa, sino como se aplicó este programa, con que política de alianzas y bajo que presupuestos éticos y políticos.
“De aquí tiene que salir un programa con soluciones para este país que pueda ser discutido en cada fábrica, cada plaza, cada calle, cada escuela” Magnífico. ¿Por qué no se hizo durante los 20 años de gobierno del PT?
Lula también mencionó en el Congreso del PT, un tema de actualidad palpitante: las comunicaciones de masas: mencionó “las masacres mediáticas de las cuales ha sido víctima el PT y pidió que no se preocupen por su situación personal frente a la feroz persecución judicial de que ha sido objeto por parte de los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato”.
Es un tema complicado pero definitivo para la consolidación de una democracia popular: el manejo de las multinacionales de la comunicación. ¿Cómo conciliar la libertad de expresión con la objetividad de la información?
El parto de América Latina es sangriento y doloroso, como todos los partos en la historia de la humanidad.
